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1.11.24

El resto es odio, por Román Bay

 

Con el mismo tono neutro con el que habla sobre cuatro futbolistas que tienen causas por violencia de género, un periodista habla sobre cómo impacta el RIGI en la provincia del Chaco o la declaración de Patricia Bulrich sobre que “el talco siempre se confunde con cocaína”. Aumenta el desempleo. Cae la actividad económica. Adorni afirma que los sindicalistas no te dejan trabajar. En el fangoso terreno de los índices macroeconómicos abstractos, Adorni dice: “El trabajo de reducción de déficit es relevante, antes había un despilfarro de dinero insólito”. Es el ascenso de la derecha y la utopía de la libertad y la utopía de la igualdad y la utopía de la paz y la utopía de la justicia social y la utopía del desarrollo sostenido en la región más desigual del continente, América Latina. Tengo miedo de América. Basta de utopías. Vivimos en la era del capitalismo planetario. Un nuevo tecnofeudalismo nos rige, aúlla y gime. Una miseria sin precedentes nos persigue. El planeta al borde de la destrucción. Víctimas de una época pervertida en un mundo abominable, inmundo. El mercado no puede garantizar la paz social. El negocio de la guerra no puede garantizar la paz social. El belicismo del idiota de Milei y su amor a los perros no pueden garantizar la paz social. Sus declaraciones estúpidamente coléricas no pueden garantizar la paz social. Factores de poder económico y sectores hegemónicos de los medios de comunicación. El idiota de Alejandro Fantino no puede garantizar la paz social. El idiota de Tata Yofre no puede garantizar la paz social. Los hilos no visibles del poder. Intereses creados. Inserto en una tradición espuria. La ironía sucia del estúpido de Milei. Están vaciando la democracia desde adentro. Lamoine, Caputo, Adorni, no son inocuos. Son el veneno de una casta imperial. El sector privado.

Robespierre, La teoría del gobierno revolucionario: «La teoría del gobierno revolucionario es tan nueva como la revolución que la ha traído. No hay que buscarla en los libros de los escritores políticos, que no han visto en absoluto esta Revolución, ni en las leyes de los tiranos que contentos con abusar de su poder, se ocupan poco de buscar la legitimidad; esta palabra no es para la aristocracia más que un asunto de terror; para los tiranos, un escándalo; para mucha gente un enigma. El principio del gobierno constitucional es conservar la República; la del gobierno revolucionario es fundarla. El gobierno constitucional se ocupa principalmente de la libertad civil; y el gobierno revolucionario de la libertad pública. Bajo el régimen constitucional es suficiente con proteger a los individuos de los abusos del poder público; bajo el régimen revolucionario, el propio poder público está obligado a defenderse contra todas las facciones que le ataquen. El gobierno revolucionario debe a los buenos ciudadanos toda la protección nacional; a los enemigos del pueblo no les debe sino la muerte.»

Distopía y tragedia y preguntas y más distopía y más tragedia y más preguntas. Nostalgia de la vida antes de la era de los celulares “inteligentes” que nos estupidizan. ¿Dónde estamos? Dolarización de la economía. Dólar cara chica, billetes rotos. Los gremios docentes reclaman. Decadencia de los salarios universitarios. Gente desesperada  que está perdiendo el trabajo. Pasividad social. Tremendo descalabro energético. Sin subsidios. Milei, el topo que está destruyendo el Estado desde adentro. Milei el zoofílico. Milei el incestuoso. Las grandes multinacionales se van a llevar las riquezas del país. Es un país enfermo. La gente discute por el fútbol lo que no discute por el robo que se perpetra contra el país. Milei se burla de la pedofilia porque él la conoce desde adentro. Lourdes Arrieta, mierda seca, te odio. El diputado pedófilo de La libertad avanza, Germán Kiczka, representa el código de conducta de tu partido. Tetaz , basura inmunda. Patricia Bullrich, energúmeno aberrante. La cultura es un derecho ganado que tiene que estar al alcance del pueblo. No es un gasto oneroso apoyar el cine argentino, llenar las bibliotecas de libros para las escuelas públicas. El neoliberalismo, como sugiere Wendy Brown en En las ruinas del neoliberalismo. El ascenso de las políticas antidemocráticas en Occidente (2019) se dispone a destruir conceptual, normativa y prácticamente la existencia de la sociedad y la idea de lo social. «El ataque neoliberal a lo social (…) es clave para generar una cultura antidemocrática desde abajo, al mismo tiempo que para construir y legitimar formas antidemocráticas de poder estatal desde arriba». «(…) si el gobierno funcionara como un negocio, especialmente el tipo de negocios de su padre y de su suegro, los ciudadanos-clientes se volverían sus objetos de ganancia, desprotegidos, explotables y manipulables.»

Que el imbécil de Mariano Cúneo Libarona exprese ante la Comisión de Mujeres y Diversidad de la Cámara de Diputados de la Nación, que rechaza la diversidad de identidades sexuales que no se alinean con la biología, a las cuales consideró inventos subjetivos, desconociendo así las vidas reales y concretas de miles de argentinos y argentinas no tiene que asombrarnos. Los dinosaurios están en el poder. La desigualdad es cuestión de género de y de clase. Depende de quién cuente la historia podemos ver qué actores sociales quedan fuera del cuadro. La cultura tiene que ser inclusiva y empática. Otra excusa para la piratería global internacional. El exceso de información finalmente desinforma. El ascenso del individualismo como estructura social. Los legados de la esclavitud, el colonialismo y el patriarcado se actualizan en estas pantomimas neoliberales en su vertiente posmoderna y “libertaria”. Un discurso que reduce la libertad a la censura y la coerción.  Que los esbirros de Patricia Bullrich repriman con palos y gases pimienta a los jubilados, que reclamaban frente al Congreso contra el veto del oscuro presidente Javier Milei a la ley de movilidad es un reflejo cabal de la crueldad de nuestra época. Fuerzas sociales reproducen la superioridad y la hegemonía masculina. El nefasto Adorni expresó: «No hay que tener miedo a a represión, hay que tener miedo a los que incumplen la ley. Todo se hace dentro del protocolo para mantener el orden. ¿Hay que pedirles por favor que se corran de la calle?» Como apunta Wendy Brown: «La libertad sin la sociedad destruye el léxico por el cual la libertad se vuelve democrática, unida a la conciencia social y anidada en la igualdad política. La libertad sin la sociedad es un puro instrumento de poder, desprovisto de las preocupaciones por los otros, el mundo o el futuro».

Wendy Brown: «(…) el ascenso de la razón neoliberal, el ataque a los social (…) ha sido tan relevante como las más conocidas facetas del neoliberalismo (…) a la hora de construir poder corporativo, legitimar la desigualdad y lanzar un nuevo ataque formal contra los integrantes más vulnerables de la sociedad.» Como si esta época, en general cualquier época, no fuera sino un largo recitado de desgracias y tragedias. Sobrellevamos nuestra tristeza a carcajadas histéricas. Entre fantasmas y muertos transcurren nuestros días, acá, en esta oscura región del cono sur.

Medidas intimidatorias. Amenaza verbal de recurrir al uso de la violencia. La nueva derecha de influencers. Inercia popular. Una nueva subjetividad de odio. La ideología de la clase dominante. Milei propone desplegar la figura del odio desde el aparato de Estado. Milei, topo pederasta, representa una cultura de la crueldad. Una parte de la sociedad mira y asiente. Débiles cacerolas se escuchan batir. Tecnofeudalismo. Mecanismos de animalización de sectores populares implícitos en políticas que recortan drásticamente derechos. La plaga de la desocupación. La debacle industrial. Lo que aparece como una amenaza. Grupúsculo de fascistoides.

 

14.8.24

La patria en venta, por Román Bay

“Una vez que la sociedad, o parte de ella, pierde la noción de alma, o de espíritu, y trata al ser viviente desde el punto de vista puramente material, en adelante la tortura y el crimen advienen casi naturalmente, como corolario. ¿Qué mal puede haber en destrozar un objeto?” (Mario Levrero, Diario de un canalla) Cada vez las cosas se complican más. Cada mes. Un modelo del resentimiento y odio. Un campo de concentración de las riquezas empresarias. Efectos devastadores de la derecha. Preocupación constante. Neoliberalismo. Qué roña. Los verdaderos problemas de la nación. Irresponsables de saco y corbata. Milei es hambre. Aumentos. Los voceros del poder económico concentrado aplastan los derechos del pueblo argentino. La libertad está en otra parte. La patria está en venta. Milei es hambre. En aras de la conveniencia de los grandes grupos empresarios. Adolescentes ludópatas. Eso es también política porque el juego tributa. Clubes de fútbol, partidos políticos. En el medio le arruinan la vida a miles de personas. Nuevas castas. Colonialismo. Cosificaron al empleado público. Como si fuera un logro más de su gestión. La estigmatización de la cosa pública. Milei es hambre. El debato sobre el rol del Estado. En Buenos Aires hasta los perros hablaban en francés en el siglo XIX. ¿Y ahora? Terminamos leyendo cualquier cosa. La digitalización del mundo. Todo nos llega en fragmentos. Esa trayectoria azarosa de noticias e informaciones. Esquirlas de información recalentada. Nuevos fascismos. Pensábamos, no sin inocencia, que ciertas palabras ya no volverían a sonar por estas tierras. Palabras como “Menem”. La vicepresidenta, sea frígida fascista o solo negacionista, dice: “Aguante la derecha” en las redes sociales, adoctrinando a sus villaroelitos. Sería interesante analizar cómo viven los jóvenes inmigrantes de países limítrofes la experiencia Milei. Los recuerdos nos los contamos como más nos conviene. Milei es hambre. ¿Están dándose las condiciones para una guerra civil? ¿Cómo se las rebuscan aquellas personas que no tienen contención? ¿Cómo sobrevive la clase trabajadora a la que no le alcanza el dinero y no tiene de dónde conseguirlo? ¿Hay dos repúblicas? Territorialidades descentradas. Los 90’s en su máximo esplendor. Gas pimienta, fuerzas armadas, gendarmería. Milei es hambre. El repugnante Manuel Adorni, en su conferencia de prensa del día 17 de julio de 2024, en algún momento, dijo: “En esta nueva Argentina, como decimos siempre, estamos haciendo todo para que lo que cada uno produce con sus emprendimientos, con sus empresas, con su riesgo, sea precisamente de cada uno de quienes toman ese riesgo, o que toman esa decisión o que llevan adelante ese sacrificio por producir algo para sí mismo. Y, además, porque claramente, nosotros creemos que aquellos que emprenden e invierten, a diferencia de otros momentos de la Argentina, nosotros realmente consideramos que son héroes y que han sido héroes siempre.” Imbécil. Milei es hambre. Por un lado, la imagen de una “nueva Argentina” deja ver un intento de configurar, desde el discurso, un desprecio a las tendencias políticas que dirigieron nuestro país en años anteriores. La “nueva” Argentina está en clara oposición a la “vieja” Argentina que, por corolario, representa lo opuesto a lo que esta “nueva” Argentina pretende conquistar. La “nueva” Argentina representaría ideales opuestos al estancamiento que supone la “vieja” Argentina. Por otro lado aparece la idea de “heroicidad”, como concepto de enorme carga de valoración identitaria que se desprende de las palabras del vocero presidencial. La narrativa de Adorni funciona mediante la alterización. Los héroes que gestan una nación son los que invierten. Los héroes de la patria son aquellos que sacrifican su capital para el crecimiento de la nación. Aparece cristalizada en esta frase la delineación de fronteras entre “nosotros” y “ellos”. “Nosotros”, los que consideramos héroes a los empresarios. “Ellos” que no promovieron su heroicidad y pusieron trabas a la propagación de sus méritos. Somos “nosotros”, dice el estúpido de Adorni, dando cuenta de los intereses y el bien común de la nación y de lo que es nuestro. Héroes son los que invierten, quienes se arriesgan, dice el idiota de Adorni, y protagonizan el desarrollo económico de nuestro país. Mientras que “los otros” vendrían a ser quienes no invierten y no se arriesgan, los empleados públicos, los docentes, los que trabajan o trabajaban en el Estado, los proletarios de la cultura. Es en ese sentido que la narrativa de Adorni pareciera dirigida a un sector de la sociedad que ensalza supuestos logros macroeconómicos en detrimentos del progreso social y la atención a quienes más desprotegidos están. El gobierno del energúmeno de Javier Gerardo Milei reproduce una narrativa en la que se honra a ciertos sectores de la sociedad, según su participación o no en las grandes inversiones productivas, mientras que se demoniza a otros por no impulsar las inversiones y, de esta manera, no ser héroes. Por no mencionar los no ocultos intentos de cubrir de gloria a los genocidas de la última dictadura militar. La narrativa del vocero presidencial vuelve “pegajosa” en cierta parte de la población. Es lógico pensar que cierto sector pueda sentir odio o repugnancia por los grupos sociales que dicha narrativa invisibiliza, deshumaniza o descalifica, es decir, los conductores de la “vieja” Argentina, los que no son “héroes”. ¿Qué hacen las emociones? Las que operan en la narrativa del abyecto vocero presidencial, Manuel Adorni, producen irritación, ira, enojo. Entronando el “sacrificio” y la “heroicidad” en el contexto de un grupo de personas que reivindican acciones y personajes nefastos de nuestra historia reciente. La emocionalidad de la narrativa de Adorni señala un malestar en nuestra época, un avance de discursos de odio, esos núcleos discursivos en los que se produce la deshumanización de sectores enteros de la sociedad argentina. Las redes sociales hacen pasar una experiencia individual como si fuera una experiencia colectiva y de forma espuria trastoca la relación entre lo individual y lo colectivo. Pero cinco diputados de La Libertad Avanza se retrataron campantes junto a personas que secuestraron, torturaron y desaparecieron personas durante la última dictadura. Solo algunos robos de bebés. Milei es hambre que se esparce por las calles. El cartel pegado en la calle Corrientes que dice ALERTA RIGI. SI SE VENDE EL SUELO SE DEGRADA LA VIDA tiene una esvástica en la S de "suelo". Milei es hambre. El cartel pegado en la pared de una escuela pública de Carapachay dice: “La educación es un derecho que debe garantizar el Estado. Rechazamos la declaración de educación como servicio esencial. Defendemos el derecho a huelga y a la protesta.” Milei es hambre y la patria está en venta.

22.4.24

Una ola derechosa, por Román Bay

 «Las leyes de la mayor parte de los países se han hecho para oprimir al desdichado y proteger al poderoso» (Balzac)

Según Daniel Feierstein, investigador del CONICET y profesor de UNTREF/UBA: «El triunfo electoral de Javier Milei fue posible por la configuración de una “nueva derecha” que, aprovechando problemas estructurales de los años previos (alta inflación, destrucción salarial sostenida, aumento de la inseguridad, crecimiento del narcotráfico) como los límites simbólicos y de proyectos de los progresismos realmente existentes, logró articular de modo exitoso tres corrientes. La primera es el profundo sentimiento anti-político que tenía su genealogía ya en los años previos a la crisis del 2001: la segunda, la propuesta anarco-capitalista de valorización de la libertad absoluta por sobre cualquier estructura solidaria comunitaria; la tercera, la apelación neofascista a la fragmentación social a través de la irradiación de técnicas peyorativas que buscan “otros” a los que responsabilizar por nuestro sufrimiento». Circulan mensajes de adoctrinamiento fascista. Modelos sobre cómo se gestiona un país federal. El Estado representa el interés general. ¿Cómo se construye la ciudadanía? En la ley de la selva solo se salvan los más poderosos. Sin un proyecto colectivo de país no hay movilidad social ascendente. Javier Gerardo Milei, terco como una mula, no quiere achicar el Estado sino destruirlo. «Cuando no puede vencerse a un bandolero, lo mejor es nombrarlo barón». En el teatro de violencias económicas que padecemos, la prepotencia de poder hizo en nuestro país de un payaso un presidente. El hombre es para con el hombre como el lobo. La corriente deletérea de violencia económica que evidencian los lineamientos generales de las medidas de gobierno de Javier Gerardo Milei da cuenta de la destrucción del Estado. Se pone en peligro la vida y los bienes de la población. Esto, sin duda, forma parte de las maniobras de seducción que los mileístas despliegan actualmente hacia los experimentados miembros del aparato tradicional parlamentario para tratar de obtener su colaboración. El industricidio tarda muchísimos años en revertirse. Estamos en medio de una masacre. Desconcierto. Rabia. Angustia social. Desesperación. Inquietud. En honor de la verdad hay que decir que nuestro actual presidente es un personaje salido de lo virtual y de las pantallas y nos hace pensar, ahora, qu es capaz de posicionarnos frente a una agenda que no está gobernada por los hechos sino por los dichos. Una realidad que se crea por Twiter y Tik-tok. La tiranía de la opinión. Una velocidad que modifica nuestro sistema de salud, nuestras leyes, nuestros cuerpos, nuestros salarios, nuestros estómagos. Una acción que pega en el cuerpo. Porque el neoliberalismo es una manera de afectar los cuerpos. Algo que impacta en nuestras arterias y en nuestros corazones. Algo que mina nuestra posibilidad de defendernos de la peste. Esta época nos plantea muchos problemas y disyuntivas. Un nivel de complejidad extraordinaria. Sobre la ética en los servicios públicos. Sobre la ética del poder. Sobre el balance entre fines y medios.

Como Ángelo, de Medida por medida, de Shakespeare, el estulto de Javier Gerardo Milei, adicto a Twitter, rastrero de poderes foráneos, violento, machista, se odia a sí mismo y proyecta su odio personal en la vida pública. Es terrible que el destino de una nación pueda depender hasta ese punto de las bofias de un loco. «Gato negro o gato blanco, si atrapa al ratón es un buen gato». Milei, el recalcitrante odiador, se regodea en discursos estigmatizantes hacia lo público. Núcleos discursivos de odio lo envuelven, como si eso fuera parte del éxito de su gestión. Sin obra pública no hay cloacas, no hay puentes, no hay tejido eléctrico, no hay calefacción en las escuelas. Debería saberlo. Pero su demencia y su altanería se lo impiden. La taba cayó del lado de la revolución conservadora. Guardianes del orden improvisados. Adornis rancios, soldados de la matrix y del poder de turno. Quieren implementar una estética pluscuamputrefacta de la aristocracia rioplantense del siglo XIX. Nuevos colonialismos. Somos testigos de la devastación del Estado de bienestar. Mientras nuestro presidente dice que no hay plata y despista a la gente firma una carta de intención para la compra de veinticuatro aviones de combate F-16 a Dinamarca. Hay una pulsión de muerte en el pueblo argentino. Votaron su propia muerte. Tirar el tallo no hará que crezca la planta. Los mecanismos políticos y burocráticos que constituyen en el aparato de poder autoritario de este gobierno rancio de tiranos y fascistas. El fracaso de los gobiernos populares. Los dueños del discurso. El neoliberalismo fracasa en el mundo. Pero el pensamiento instalado repite que el Estado de bienestar es el enemigo. El ajuste lo están pagando los trabajadores y los jubilados, no la casta política. ¿Cuánto impacta el algoritmo en todo esto? Milei, Javier Gerardo, va a ser tirado al vertedero de la Historia. Eso es seguro. La consagración de los privilegios de clase no es nueva. El culto de la personalidad puede engendrar todo tipo de consecuencias nefastas. Nuevas medidas de austeridad encubren un nuevo índice de indigentes. El poder mediático al servicio de los poderes económicos no puede ni podrá jamás competir con el poder plebeyo popular. Milei es tan facho, pero tan tan tan facho que naturaliza hasta el fascismo. Habla de la casta y lo elige a Daniel Scioli como ministro. Daniel Scioli siempre fue Daniel Scioli, una rata acomodaticia al poder de turno. Menemista con Menem, duhaldista con Duhalde, kirchnerista durante el kirchnerato, albertista con Alberto y, ahora, mileísta de la primera hora. Bosta seca de la casta. Caputo es otra bosta seca de la casta. En nombre de la libertad, Milei, reciente embajador de la luz de los EEUU, desfinancia el CONICET, cierra TELAM, desfinancia las universidades, elimina el Fondo de Incentivo Docente. Mientras una CGT colaboracionista más que dialoguista con un gobierno negacionista, hace cursos de budismo zen, meditación trascendental y reflexología, basuras mediáticas de la talla de Eduardo Guillermo Feinmann, a sus 65 execrables años, siguen propagando ese rejunte estridente de lo que considera noticias e información, mientras La Nación + sigue propagando el virus de la desinformación, mientras Carlos Orlando Pagni, a sus 62 execrables años, consiguió convencer a buena parte de la población argentina de que un columnista televisivo podía ser político. Ignorantes orgullosos de su ignorancia avanzan con medidas de desmantelamiento de la cosa pública. En favor de gobiernos formados para el beneficio de las grandes corporaciones, de los grupos económicos monopólicos, la casta financiera y las familias millonarias se alegran. Mientras las universidades públicas denuncian el desfinanciamiento, Milei toma champagne con Elon Musk, gran promotor de líderes de derecha, en un rincón de Texas. ¿El ajuste lo iba a pagar la casta? No. Catástrofe social, golpe algorítmico al sistema republicano. Avanza la precarización de la salud mental, de la vida escolar. Van sobre las jubilaciones y la educación pública. ¿Cómo construir una subjetividad que haga posible repensar nuestra actualidad a la defensiva de una horda de fundamentalistas? Robo de picaportes de bronce, de cables, de medidores de agua. Delitos de la desesperación. La inequidad avanza. La desigualdad avanza. La injusticia avanza. Las políticas del caos avanzan. La improvisación avanza. El marketing político y el humo avanzan. Una ola derechosa que siempre estuvo ahí avanza.

4.3.24

La asamblea fascista, por Román Bay

No es casual que el núcleo duro de la derecha argentina se complazca con las salvajes medidas de ajuste de Javier Gerardo Milei que el propio FMI considera audaces. El ajuste no lo está pagando la casta sino el pueblo. Pretenden robarle a lxs jubiladxs el Fondo de Garantías. Este gobierno derechoso quiere meter miedo. Las fuerzas de seguridad adentro del Congreso. Leonardo Sosa amenazando por redes sociales. El papel de comparsa feliz que muestran algunos de nuestros legisladores. Al enano fascista de Javier Gerardo Milei hay que combatirlo. ¿Qué quieren hacer con las privatizaciones? Caputo no responde. Subir impuestos a los combustibles y al carbono. Unos pocos meses de gestión y apenas dos años en la Cámara de Diputados, sumado a patéticas apariciones mediáticas, desde hace casi diez año hacen de un enano fascista el actual Presidente argentino. Niño golpeado. Lo que quizás no tenga cura es el pesimismo. La mirada fija en la negatividad, el automenosprecio. Qué flagelo tenerse en poca estima. Qué bajeza no valorar los propios méritos. Milei crápula como un eunuco que vende seguros de vida a las juventudes hitlerianas, como un erizo sin pene, como una persona a la que nadie quiso en su infancia, como un loco que camina con un perro. Javier Gerardo Milei, un loco que se dirige sin dirección alguna hacia el abismo de la destrucción. Caos. ¿Y la ternura? ¿Y el cariño? ¿Y la pasión? En silencio un matrimonio incestuoso macbethianamente toma el poder por las urnas. La próstata procastinada de Javier Gerardo Milei nos gobierna. Con los fascistas no se negocia, se los combate. A Kristalina Georgieva se la combate. A Luis Totito Yo Te Conozco Basura Caputo se lo combate porque se lo padece. El Plan Convertibilidad de Cavallo terminó en hecatombe. Pero hubo ocho años de fiesta. La mentalidad necia y enferma de Javier Gerardo Milei lo lleva a desconfiar de cualquiera que piense diferente que él. Sus visiones dogmáticas de la realidad. Sus propuestas de laboratorio, como si la sociedad fuera un laberinto de ratas. Sus ideas inaplicables aunque beneficiosas para los grandes grupos económicos en detrimento del pueblo trabajador. Su alineamiento con lo que él define como Occidente, esto es, E.E.U.U. y sus aliados, en particular, Israel. La comedia constitucional avanza. En el recinto, cucarachas y babosas. La cretinada quiere privatizarlo todo. La psicotrópica de Patricia Bullrich, tenebrosa rata inmunda, infame y estúpida, odiosa, festejada por las y los pituquitos de Recoleta, avanza. Bizarra y distópica Argentina. Un dejá vu de locura sobrevuela. Un nivel de colonialismo que no se veía desde los tiempos de la Independencia. Pero la labilidad de nuestros dirigentes políticos es ilimitada. Porque Javier Gerardo Milei, el niño golpeado por su padre, no salió de una remolacha. «Si hay algo más ingrato que un rey, es un pueblo» (Balzac) Cuando la Guardia Civil interrogó a Picasso sobre el Guernica, le preguntó: «¿Quién hizo esta obra?» «Ustedes», respondió el genio. Fue el pueblo argentino, en asamblea con fachos y fachas de nuestro país, con cansados y cansadas, con ilusos e ilusas, quienes creyeron ver en una enano fascista y desquiciado, un experimento a considerar. Fueron y son las y los gorilas de siempre. Fueron ellos y ellas quienes le dieron sus votos al virrey sin ley Javier Gerardo Milei, porquería de persona, servil piojo de los intereses de colonia del FMI en Argentina. Una devaluación del 118% de nuestra moneda. El pueblo votó a su verdugo. La antesala de la propuesta de dolarización. La colonización definitiva. El subdesarrollo. Nos empobrecimos a la velocidad de la luz. Pero no son pocos los millonarios que siguen enriqueciéndose. Son los dueños de la Argentina: Jaime Campos, presidente de la Asociación empresaria argentina (AEA); Luis Pagani, dueño y señor de Arcor; Paolo Roca, magnate del grupo Techint; Alfredo Coto, dueño de Coto; Cristiano Rattazzi, dueño de Fiat; Federico Braun, dueño de La Anónima; Eduardo Elsztain, dueño de IRSA y de Cresud, con más de 27 campos en la región y 868.250 hectáreas en su poder, Marcelo Mindlin, presidente del grupo Emes, que a su vez es el principal accionista de Pampa Energía, Marcos Galperín, dueño de Mercado Libre; María Luis Macchiavello, de Droguería del Sud; Martín Migoya, de Globant; Carlos Blanquier, de Ledesma; Jorge Pablo Brito, actual presidente de River y dueño del banco Macro. Javier Gerardo Milei es el esclavo de estos magnates. Del secretario de Daniel Vila, de José Luis Manzano y de Mauricio Filiberti. El bufón y el lameculos del propio Nicolás Caputo, uno de los empresarios con mayor presencia en la Bolsa. A través de la sociedad Il Tevere, controla junto con otros miembros de su familia, el 49,65% de Mirgor, la mayor empresa industrial de Tierra del Fuego. Caputo también controla el 8,34% de la eléctrica Central Puerto, con socios como Eduardo Escasany, dueño del Banco Galicia, la familia Miguens Bemberg, ex dueño de la cervecería Quilmes y el banquero Guillermo Reca, un ex Merrill Lynch. Un trabajador solo tiene su salario y sus ahorros. El costo social del retroceso que propone este gobierno es demencial. La improvisación es la que avanza. La locura en nombre de la libertad de mercado. Roto el paradigma del derecho laboral. Favorecido el empleador por encima del empleado. Protegido el empresario detrás de su casta mafiosa. Se fundan sospechas sobre quién está detrás de este enano fascista. Un palo tiene dos puntas. De un lado está Milei, del otro; los fondos buitres. Formas de la violencia económica. Crueldad. Conflictividad social. Un modelo de concentración de la riqueza para millonarios. Marcelo Bonelli, basura mediática, chorizo de materia fecal, trabaja para los lobos de Wall Street. Recesión. El prólogo de la inflación. Ajuste brutal. Drástica caída de los ingresos. El modelo que sufrimos. El despojo de los derechos largamente adquiridos. El deterioro de la calidad de vida. La ley de la selva. El terrorismo financiero. El implante capilar de Adorni. Los $185.077.269 que declaró como patrimonio el jefe de Gabinete, Nicolás Posse. Sus tres autos, un MGB convertible de 1980, una Mitsubishi Outlander Sport y un BMW 218i, su lote en Punta del Este, su motovelero y los 34.000 dólares en efectivo declarados. Los 57,4% de pobres en Argentina. La indigencia que aumentó al 15%. Los $6.627.9666.485 pesos que declaró tener Mariano Cúneo Libarona, ministro de Justicia, sus 24 departamentos, uno en Miami, sus seis casas, una en Uruguay, sus dos autos de lujo sumados a sus depósitos en el exterior por un valor de $4.984.470.317. Dejaron sin recursos al Plan Alimentar Comunidad. Genocidio silencioso. Mientras estos magnates se hacen cada vez más ricos y poderosos, se calcula que cerca de 27 millones de personas son pobres en la Argentina.

6.2.24

La casta está en orden, por Román Bay

 

Maniqueo, Javier Gerardo Milei divide a las personas entre la gente de bien, entre quienes no sin estupidez se incluye, y por otro lado a los malos; comunistas y corruptos. Pero entre estos últimos no incluye a Federico Sturzenegger, un enemigo del pueblo argentino, que llevó adelante un trágico plan de medidas de ajuste económico que divide, ahora sí, a las personas entre los beneficiados, grandes empresarios, propietarios y capitalistas y por otro lado los rotos y venidos a menos. Con la firma de un DNU inconstitucional, Javier Gerardo Milei mostró sus ansias de tiranía. Las grandes lluvias duran poco. A este pasado lo llamamos presente. A este futuro que todavía no podemos sentir pero de algún modo presentimos como una tormenta duradera. ¿Cuál es la explicación de reducir el gasto en sectores que no afectan con fuerza en la economía nacional? En nombre del cielo, en nombre el perro clonado de Javier Gerardo Milei pero no en nombre de la República. El bochornoso José Luis Espert, macho alfa de las redes sociales, dice: «Cárcel o muerte» en relación a lxs manifestantes, ignorando las amenazas de sus propias enfermedades, vejez y muerte. Las medidas de Caputo, el DNU 70/2023, la ley ómnibus. La desregulación de la ley pesquera. Beneficios al sector económico. Liquidación del Fondo de Garantía de sustentabilidad. ¿Cómo medir la rentabilidad o la eficiencia de una empresa estatal? Reforma económica que beneficia a corporaciones. Al grupo Roco, al grupo Techín. La desregulación del mercado de hidrocarburos. La derogación de la ley de alquiler. Los artículos del DNU que parecen estar escritor por quienes van a ser favorecidos. ¡Empleados de usureros, alcahuetes entre el oro y la estupidez! Ladrones que roban apelando a las leyes. Milei estafador, detestable parásito, mosca del tiempo, ávido goloso. Se efectuará la natural rotación de los planetas. El improvisado Milei seguirá haciendo desastres. Milei y el grupo de empresas que lo manejan. El padrino de Javier Geardo Milei, el empresario Eduardo Sergio Elztain, actual presidente del Banco Hipotecario, miembro vitalicio de la lista de los integrantes de las cuentas fantasmas en los documentos de los Panamá Papers como titular de sociedades y fideicomisos en Bermudas y la Isla de Man; dueño de la agropecuaria Cresud y BrasilAgro; Eduardito Sergio Elztain tiene casi un millón de hectarias, ya desmontaron ciento veinte mil hectáreas; a Eduardito Sergio Elztain le conviene que se cambie la ley de bosque a su medida, como pide la ley Ómnibus. Otro beneficiado es el miserable canalla traidor a la patria de Mauricio Macri, a través de Sogma Fincayuto, ya desmontó 6.000 hectareas y quiere desmontar 10.000 hectáreas. Luisito Toto Caputo ya desmontó 500 hectáreas del departamento Copo de Santiago del Estero, nuestro lamentable ministro de economía actual. Ley de glaciares: pretenden avanzar sobre estos ecosistemas. Acá Javier Gerardo Milei quiere hacerle un favor a Barrick Gold. Ley de tierras rurales. La ley de quema. Vienen por el agua, vienen por los bosques. Desmonte, destrucción de glaciares, loby. Ley de alquileres. Los propietarios piden lo que quieren porque tienen la sartén por el mango. Quienes llevan la parte más beneficiada y quienes lleven la parte más cuesta arriba. Los propietarios exigen garantías muy altas y difíciles de pagar. Ley del libro. En Davos, el ultraderechista fascistoide Javier Gerardo Milei, niño golpeado, actual presidente de Argentina, dijo que «Occidente está en peligro, porque aquellos que supuestamente deben defender los valores de Occidente se encuentran cooptados por una visión del mundo que inexorablemente conduce al socialismo, y en consecuencia, a la pobreza». Pero también dijo otras estupideces como esta: «Quiero darle un mensaje a todos los empresarios: ustedes son héroes, que nadie les diga que su ambición es inmoral. No cedan al avance del Estado. El Estado no es la solución, es el problema mismo. Ustedes son los verdaderos protagonistas de esta historia». Si lo hubieran premiado por las sandeces dichas, habría ganado un premio. También dijo: «En lo único que devino esta agenda del feminismo radical es en mayor intervención del Estado para darle trabajo a burócratas que no le aportan nada a la sociedad, sea en formato de ministerios de la mujer u organismos internacionales». Este niño golpeado por su padre no representa a la nación Argentina. Solo un ridículo personaje al servicio del poder puede animarse a decir, delante de un micrófono: «La justicia social no sólo no es justa sino que tampoco aporta al bienestar general. Muy por el contrario, es una idea intrínsecamente injusta, porque es violenta, es injusta porque el Estado se financia a través de impuestos y los impuestos se cobran de manera coactiva ¿o acaso alguno de nosotros puede elegir no pagar impuestos?». Solo un idiota puede hablar así. «Miren cómo sonríen los presidentes/ cuando le hacen promesas al inocente» (Violeta Parra) Tal vez se haya enloquecido Javier Gerardo Milei al englobar tradiciones políticas tan disímiles como el nazismo, el fascismo, el nacionalismo, la socialdemocracia y el comunismo en un mismo grupo. Discursos disruptivos que emanan del presidente Milei en contra de los feminismos, del derecho al aborto o del cambio climático prueban que su equilibrio mental es frágil, como un limpiador de alcantarilla, trabajando en el profundo abismo de una cloaca abandonada. Pero el campo popular no está vencido. Aunque en este 2024 lo difícil se esté haciendo cada vez más difícil en la Argentina.

3.1.24

Por eso gritamos, por Román Bay

Según el premio Nobel de Economía en 2001, Joseph E. Stiglitz, en Los felices 90. La semilla de la destrucción: «Existe una pugna ideológica entre quienes abogan por reducir al mínimo la intervención del Estado en la economía y quienes sostienen que el Gobierno debe asumir un papel importante no sólo para corregir las carencias y limitaciones del mercado, sino también para tender hacia un grado más alto de justicia social». Stiglitz aboga por una intervención selectiva del Estado en la economía de un país para corregir fallas del mercado, promover la equidad y evitar crisis económicas. Critica las políticas neoliberales que defienden una mínima intervención del Estado y argumenta a favor de un papel más activo del gobierno en la regulación de los mercados y la redistribución de la riqueza. En nuestro país esto cae en saco roto. Plutócratas-anti-intelectuales-individualistas-industricidas están de moda. Javier Gerardo Milei y sus ideas fascistoides en nombre del anarco capitalismo. Estúpida presuntuosidad nominal, ridículo oxímoron. La mafia que controla el destino de nuestro país está operando también en Javier Gerardo Milei. No tenemos dólares pero compramos nuestros alimentos valuados en dólares. Especialistas indolentes en estanflación y en privatizaciones, sin ninguna conciencia social. Un país crece en sus recursos. Ignoran el salario de la gente. La defección de los funcionarios de la casta política. Diez años de menemato, ramales cerrados; cuatro años de macrisis, una deuda que favoreció a sus amigos y empobreció a millones de argentinxs. Siempre es lo mismo. Con Javier Gerardo Milei, ranciamente derechista, vuelve la especulación financiera sin conciencia de clase. Niebla y noche. Cuando alguien tiene un deseo irrefrenable de gritar tiene que hacerlo. Por eso gritamos. Por el tratado firmado por Rivadavia con la banca Baring. Por el pacto Roca-Runciman. Por la entrega del patrimonio nacional al extranjero. Porque la política rige la economía y no al revés. Otra burla a la soberanía nacional. La historia de la dependencia argentina es la historia misma del liberalismo argentino. Estamos delante de una clase dirigente que se separó de los intereses nacionales. Estamos delante de la peste del individualismo-anti-historicista. Sólo cuando los actores sociales que protagonizan las acciones se articulan con una genealogía, con un contexto anterior, revisten sentido. Grupos de poder económico. Diana Elena Mondino, nacida en 1958, actual ministra de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto es socia mayoritaria del banco Superville. La señora Diana Elena Mondino, montaña de excrementos, firmó un DNU que, entre otras cosas, desregula la actividad financiera. Bajan las ventas. Suben los precios. Bajan los salarios. Suben los precios. Libre mercado es imperio de los oligopolios. Ajuste neoliberal. Cuando era candidato a presidente, Javier Gerardo Milei decía: «El ajuste lo tiene que pagar la política y no la gente». Endeudar y empeorar las condiciones de vida de lxs trabajadores por cientos de años. Cuando Manuel Adorni dice: «Lo vamos a lograr. Den por hecho que la Argentina va a cambiar», sabemos que sabe de qué habla. En el fondo del túnel se viene la luz de una locomotora que nos quiere chocar de frente. Devaluación de los salarios argentinos y del poder adquisitivo. La tristeza de los obreros. Una bomba económica. Según el magíster en Economía Política y director del Centro de Economía Política Argentina, Hernán Letcher, la eliminación de nueve cargos de rango ministerial, cincuenta secretarías y cuarenta y dos subsecretarías suma cerca de $3.200 millones en razón de sueldos más cargas sociales. Eso equivale al 0,00142% del PBI. Esta es una de las medidas de Javier Gerardo Milei, autopercibido especialista en crecimiento económico, con y sin dinero. Pero un palo tiene siempre dos puntas. De un lado está Javier Gerardo Milei y su amoral sistema de privilegiar a la casta financiera, y del otro están los fondos buitres. ¿Creyeron el cuento de que el ajuste lo iba a pagar la casta? ¡Imbecilidad sobrada! El ministro de economía, un malandra profesional, ladrón de familia encumbrada, Luis Caputo dijo, delante del lelo de Marcelo Alberto Bonelli, nacido en 1955, y del casquivano de Edgardo Alfano, nacido en 1956, que «esta vez, el esfuerzo de la gente va a tener un sentido». Pero la medida anunciada por Santiago Bausilli, nacido en 1974, presidente del Banco Central de la República Argentina, que cursó sus estudió en el Colegio Cardenal Newman, al igual que Mauricio Macri y que su amigo Luis Caputo, fue que se estatizaran U$S 58.000.000.000 de empresarios deudores, entre ellos Caputo y Macri. Su anuncio despertó suspicacias porque la operación parece calcada a los seguros de cambio implementados durante la última dictadura cívico militar, por el entonces presidente del BCRA, Domingo Felipe Cavallo, nacido en 1946. Cavallo fue presidente del BCRA durante la presidencia de facto de Reynaldo Bignone. Pero no es la primera vez que el crapuloso de Bausilli muestra desapego a los estándares éticos y de transparencia exigidos por su rol. Hacer las cosas bien, para el grupo económico de Javier Gerardo Milei, significa no aumentar a los jubilados. Es que el pueblo federal no tiene nada que ver con los economistas de Javier Gerardo Milei. El suyo es un proyecto neoliberal. El pasado aparece en el futuro. Transferencia de recursos. Un robo que avanza en nombre de la libertad. 300.000 obreros de la construcción sin trabajo. La economía nunca ha sido libre: la controla el Estado en beneficio del pueblo o lo hacen las grandes corporaciones en perjuicio de éste. Salarios viejos y precios nuevos. ¿Privatizar el sistema de salud? ¿Recortar recursos ahí? Dinámicas extractivistas. Quieren desarmar el enfoque de género con la anuencia del ejecutivo. Gabriela Mistral: «La bailarina ahora está danzando/ la danza del perder cuanto tenía». Siento in petto un odio profundo por  la rata inmunda de Javier Gerardo Milei, canalla idiota, palurdo ladrón, miserable estafador y por el hediondo de Martín Menem y por el rústico patán de Martín Tetaz y por el estúpido desdichado de Waldo Wolff y por el decompuesto de Diego Kravetz y por la imbécil atrevida de Patricia Bulrich Luro Pueyrredón. Es la casta de Javier Gerardo Milei, cruel como un león, degenerado como un batallón de soldados. Pobreza, indigencia, especulación financiera. Por eso gritamos. En contra de un gobierno constitucional no democrático. En contra de decretos que nos oprimen. En contra del autoritarismo. Porque la protesta es un derecho. Porque el que no sabe distinguir la diferencia entre dos ideas diferentes es un imbécil.

12.12.23

La triple M, por Román Bay

 

El dogma a través del cual lee la realidad el señor Javier Gerardo Milei no contempla otros puntos de vista que no sean los suyos. Hugo Chávez o Cristina Fernández de Kirchner, Hitler o Nerón, la personalidad narcisista de un líder con tendencia a la megalomanía perjudica a los pueblos. Un nuevo capítulo en la historia del colonialismo en Argentina. Se lo debemos a los burócratas que trabajan para el FMI y no para la patria. Se lo debemos a los chupasangres golpistas que viven del saqueo y del contrabando de armas. Se lo debemos a los vividores que endeudaron al país. Cuando un gobierno o sus autoridades no pueden tomar decisiones de manera autónoma, cuando aparece un interés espurio de controlar un territorio estratégico en comercio internacional. Cuando una colonia paga tributos y rinde cuentas al país colonizador. Las paredes son la imprenta de los pueblos. Fui a ver que escribe en la pared la tribu de mi barrio y decía: «Compre Bitcoin. Apagá la tele que mienten lo$ periodi$ta$$$$$$$». El fascismo es la supremacía del Estado por sobre el individuo, el adoctrinamiento. Pero las palabras son sonidos vacíos. Un palo tiene siempre dos puntas. De un lado está Macri, la inescrupulosidad más absoluta y demencial, sin moralidad alguna, y del otro están los fondos buitres. El señor Javier Gerardo Milei y sus fantasías dementes que giran como moscas alrededor de la materia fecal todavía caliente de un perro sarnoso. El señor Javier Gerardo Milei, nacido a la política como panelista televisivo, y el triple idiota de Macri con su casta de millonarios y financiastas inescrupulosos. Siempre se puede estar peor en la ley de la selva. Una combinación entre los medios hegemónicos, la causa del bien, los poderes del cielo, el embustero de Macri, el roñoso de Luis Caputo, el pedazo de mierda de Ricardo Argentino Bussi, que niega que durante la dictadura haya existido un plan sistemático de desaparición de personas, la torre de estiércol de Patricia Bulrich Luro Pueyrredón, gusana arrastrada cómplice del asesinato de Rafael Nahuel. Van por el litio, van por el agua, van por el petróleo, van por las jubilaciones, van por la ESI, van por la comida, van por los derechos humanos. ¿Qué podemos esperar de una negacionista recontra facha como Victoria Villaruel? La negación del genocidio conlleva las peores formas de impunidad. Qué esperar de una persona que publicó el pasado 12 de octubre en su muro de FB: «Feliz día de la Hispanidad. Un día como hoy sucedía una de las epopeyas más importantes de la historia de la humanidad, se avistaban las tierras del continente americano y dos culturas se unían en la hermosa mixtura que es Hispanoamérica. Orgullo por ser parte de esa fusión». ¿Hermosa mixtura? La llegada de los conquistadores españoles al continente americano dio inicio a uno de los genocidios más grandes en la historia de la humanidad. Al menos 90 millones de pobladores de la región fueron exterminados. ¿Hermosa mixtura el saqueo de tierras ancestrales para los intereses mercantilistas de la corona española? ¿Hermosa mixtura difundir por la fuerza la religión cristiana, conseguir la pestilente gloria militar y riquezas derivadas de la explotación de mano de obra indígena en haciendas y minas de metales preciosos? No, no fue una epopeya sino uno de los choques más violentos entre civilizaciones. Masacres, violaciones, robo de metales, esclavismo y explotación laboral de negros e indígenas. Todo eso junto. Lo que reivindica la señora Victoria Villarruel son los años de plomo de 1976. ¡Para vivir entre los lobos, hay que aullar con los lobos! No me van a decir que se creyeron el cuento de que después de aguantar seis meses, este país va a ser el mejor del mundo. Una ficción idiota de una banda de idiotas de la casta de los millonarios infatuados. Jean François Revel apunta en El Estado Megalómano: «Una de las primeras observaciones de Tucídides al comienzo de la Guerra del Peloponeso, muestra la falta de curiosidad que tienen los hombres respecto de las exactitudes de los hechos, de las verdades más accesibles en materia de política y de historia, así como su capacidad para perpetuar convicciones que carecen de fundamento, que muchas veces aunque en vano, han sido reducidas a la nada por la más elemental de las informaciones» Nos van a endeudar a mil años, excepto que consigamos formar una resistencia organizada nacional y antiimperialista. Ahora el señor Javier Gerardo Milei le dice al canalla de Luis Majul en una entrevista televisiva que cree que «no hay mayor experto financiero en Argentina que Luis Caputo» cuando hasta no hace tanto había dicho, en otra de sus exhibiciones televisivas de necedad y estulticia que «Caputo se vendió, se fumó más de 15.000.000 millones de dólares. (…) Se terminó en el Fondo Monetario Internacional. Vino Caputo, o sea, lo echaron a Sturzenegeer acusándolo de manejar mal la mesa y se fumó 15.000.000 millones de dólares irresponsablemente, ineficientemente y nos deja este despiole de las Leliq». Ahora el señor Javier Gerardo Milei dice que va a haber estanflación cuando durante su mentirosa campaña dijo que era el único que podía terminar con la inflación en nuestro país. Argentina no es su país sino un estado de su mente atrofiada. El sentido económico del país y el remate de todo lo estatal recuerdan ese pasaje que aparece en Los raros, de Rubén Darío: «¿Habéis visto un final de fiesta, cuando el alba empieza y la luz del sol va inundado el salón iluminado por las arañas y los candelabros? Los rostros cansados, las ojeras, las fatigas del cuerpo y una vaga fatiga del alma». Lo que lamentamos como un fin, otros lo celebran como un comienzo auspicioso. La danza de los cargos, la improvisación política, una agenda organizada por Washington, impunidad para represores, vendedores de soberanía en ascenso. ¿Qué esperaban? Votaron eso. El voto lumpen, irresponsable, en nombre de algo que no existe. Un discurso economicista que favorece a las grandes transnacionales. Sin memoria histórica en el planeta soja. ¿Todo por asestar una herida narcisista al camaleón de mil caras del peronismo? La realidad argentina es múltiple y compleja. Los sumos sacerdotes del capitalismo festejan. Los intereses fenicios y mercantiles de la derecha argentina dan la espalda a la argentinidad. Y aunque las raíces de esta lacra sean complejas, resulta evidente que la desesperación y los altos niveles de pobreza son un buen caldo de cultivo para que la parte más recalcitrante de la sociedad argentina, sea de centro o derecha, sea de clase media o baja, reclame. Los argentinos de bien que imaginan el timbero Luis Caputo, ministro de finanzas del gobierno de Mauricio Macri y operador offshore, y Javier Gerardo Milei, muy pronto, ellxs también, van a estar indignados. Si a Milei le va bien al pueblo argentino le va mal. La historia ocurre dos veces: la primera vez como una gran tragedia y la segunda como una miserable farsa. Primero fue Carlos Saúl Menem. Ahora es Javier Gerardo Milei, un ser completamente entontecido. Menem, Macri, Milei. La triple M. ¿Qué es esta confabulación? El gobierno de unos pocos que identifican los intereses de la nación con los de su propio grupo. Ojalá nos salvemos.

 

23.11.23

56% de fascismo argentino, por Román Bay

 

 

Es curiosa la forma en la que, en nombre de la libertad, avanza el fascismo en Argentina. Pensaba que Javier Gerardo Milei no era mucho más que un payaso mediático, a veces peligroso en su discurso, a veces idiota en sus manifestaciones, pero en cualquier caso, un títere de poderes no visibles. Algunos empleados de las grandes corporaciones del periodismo colonial como Jonatan Viale, Luis Majul, Marcelo Longobardi, Luis Novaresio, Jorge Lanata, Alfredo y Diego Leuco, Alejandro Fantino, Nelson Castro, Marcelo Bonelli, Eduardo Feinmann, Pablo Rossi y un largo etcétera, parecen no tener ningún interés en la verdad histórica argentina. Una lucha de poder entre un grupo de millonarios y actores que memorizan su papel. ¿En qué medida la acción política de Javier Gerardo Milei está gobernada por sus impulsos de odio, negacionismo y estupidez? Un delirio totalmente separado de la realidad objetiva. Pero los pueblos no son una página en blanco, libre de toda señal, al servicio de la interpretación subjetiva de un trastornado. Son los hilos del aparato burocrático a disposición del endeudamiento y la colonización. Son falsificaciones tan burdas que no engañarían ni a un niño. Pero convencieron al 56% de lxs argentinos. Los delirantes exabruptos de Javier Gerardo Milei reflejan que hay ciclos que cada veinte o cincuenta años se repiten. Los chicos votan su muerte. Los viejos también votan su propia muerte. Burócratas dogmáticos enmohecidos y sectarios vuelven a tomar el poder. Consignas sin sentido, intolerancia, incapacidad para escuchar opiniones ajenas, imbecilidad, falta de realismo, individualismo extremo, incomprensión, indolencia social. Lo mejor que podría hacer Javier Gerardo Milei es callarse e irse a descansar para que su desequilibrio psicológico no degenere en locura furiosa. Pero hoy es el presidente de la República Argentina, un país ubicado en América del Sur, más específicamente en el Cono Sur y no en América del Norte, como algunos apátridas pretenden o acucian. Hay en Javier Gerardo Milei demasiados rasgos marcados de violencia y espíritu antidemocrático. Una larga tradición andocrática y machista. Su capacidad para disimular las propias incoherencias lo llevó a la presidencia de un país. Pero “(…) no hay nada tan ridículo que la moda no se atreva a consagrar” (Balzac) y el fascismo también está de moda en Argentina.

Javier Gerardo Milei no solo escucha voces sino también toses. Celia Liliana Melamed, una veterinaria médium comunicadora de animales, explica que Javier Gerardo se conecta con las mascotas, de corazón a corazón, y que de esa manera puede percibir y sentir lo que está sintiendo físicamente los sabios de cuatro patas. Así, se comunica con su perro muerto y puede traducir a sus perros Conan, Milton, Murray, Robert y Lucas. Un hecho de suma gravedad si pensamos que una persona con ese grado de delirio va a tomar decisiones que repercutan en el futuro próximo de una población entera. Javier Gerardo Milei es un economista que habla con un lenguaje técnico –la escolástica es opuesta a la política– que muy pocos entienden. Javier Gerardo afirmó que todo lo que pueda estar en manos del sector privado tiene que estar en manos del sector privado. Hay una estafa en sus promesas presidenciales de cambio. Nos son lo nuevo. No hay cambio. Es un modelo conocido. Un programa económico y político de derecha que se asemeja al de la última dictadura cívico militar pero con la diferencia de haber alcanzado el poder mediante elecciones democráticas. El plan económico de Javier Gerardo es un plagio de los implementados en la dictadura de Jorge Rafael Videla por José Alfredo Martínez de Hoz y por Domingo Cavallo en el gobierno de Carlos Saúl Menem. Un modelo que demostró ser muy dañino para Argentina, por el descalabro social que produjo y por la deuda que heredó a las generaciones y gobiernos posteriores. Recordemos que la vicepresidente electa, Victoria Villaruel, es una abogada que hizo campaña defendiendo el historial de la dictadura militar y que quiere poner fin a los juicios contra el personal militar involucrado en la dictadura y suspender el programa estatal de pensiones que se implementó para apoyar a las familias de sus víctimas. Milei es el macrismo sin Macri pero con Macri. Recordemos que Mauricio Macri es un señor con mucho dinero y pocos escrúpulos. Mauricio Macri, una persona a la que nunca nadie escuchó decir algo inteligente, un imbécil que da asco. Lo cierto es que Mauricio Macri está mirando muy de cerca la conformación del gabinete económico y el área de Justicia de Javier Gerardo. Lo cierto es que el canalla de Macri que creyó que administrar el Estado era tan fácil como trabajar en la empresa de su miserable padre evasor, ahora está encantado con el nuevo paisaje. Lo que Javier Gerardo Milei propone son condiciones laborales de esclavitud en nombre de una economía dinámica, próspera, enérgica y efervescente. No tiene nada de anarquista. El mercado que enceguece a Milei quiere encadenarnos. Su concepción es radicalmente antipopulista. Herramientas de una docilidad incondicional, obedientes hasta la sumisión. El discípulo que roba el puesto a su maestro y que no reniega de sus enseñanzas. El deshonesto de Macri le pidió prestado al Fondo Monetario Internacional 45 mil millones de dólares. Javier Gerardo Milei dice “el presidente Macri”. ¿Qué hacer con el pasado en un presente como este? ¿Cuáles son los poderes fácticos y reales del mundo moderno? ¿Los medios de comunicación y las redes sociales? Los medios hegemónicos de comunicación endulzan el café con leche de los Macri y los Milei. Ahora hay que dejar ronronear al gatito mimoso del poder. Ahora que Javier Gerardo es casta. Milei trabajó entre 1995 y 1999 como asesor del militar condenado por delitos de lesa humanidad Antonio Bussi. Como diputado no presentó, en dos años, ningún proyecto de su autoría pero acompañó, con su firma, una treintena de iniciativas ajenas. De las 118 votaciones de proyectos que tuvo, se ausentó en 51. Tuvo un 43,22% de ausencia. Quizás por eso sortea su salario en un gesto mediático y demagógico, espectacularizando la decadencia de la que habla y de la que es parte. Un palo tiene siempre dos puntas. «No hay lugar para el gradualismo», dice Milei. Habla de políticas de schock. Las fuerzas del cielo que invoca y las fuerzas del mercado, dolarización y el laissez faire, laissez passer de Adam Smith en la era de Tik-Tok. Juan Bautista Alberdi apunta en sus Bases, ideas que emocionan al autoritario Milei: «Donde están los bienes económicos está la patria (…) la Patria no es el suelo; la Patria es la libertad, es el orden, la riqueza, la civilización, organizados en el suelo nativo». Alberdi difundió la máxima latina ubi bene, ibi patria, que quiere decir “donde están los bienes, allí está la patria”. Los referentes de la derecha internacional festejan esta decisión de las urnas. Condolencias políticas. La derecha chilena, Donald Trump, Jair Bolsonaro festejan a Javier Gerardo Milei. Como en la revolución cultural china, empieza la era del miedo. No crean que me perdí en esta digresión. Vestigios del viejo y manso feudalismo americano y las iniquidades de los sistemas de esclavitud a salario es lo que quiere Javier Gerardo Milei, en nombre del automatismo del mercado. ¿Milei es el presidente electo más votado de la historia argentina? Peluches de león, motosierras de cartón, espectáculos de pánico de la tribu fascista ultraderechista neonazi. El materialismo mercantil por encima de la idea de la democracia como igualdad social. La justicia social es para él una aberración. De lo general a lo particular, Milei vitupera el principio de justicia social. Habla mucho de la Constitución pero ignora el tratado n°1 de Versalles, de 1919: «El trabajo no debe considerarse meramente como una mercancía o artículo de comercio». Acaso Javier Gerardo Milei suspire por la privatización del aire que respiramos. Juan Domingo Perón: «La economía nunca ha sido libre: la controla el Estado en beneficio del pueblo o lo hacen las grandes corporaciones en perjuicio de éste.» Vinieron por los derechos humanos. Resulta inconcebible que la mayoría haya votado a un outsider que capitalizó el cansancio y el malhumor social en base a propuestas inhumanas y postapocalípticas como la creación de un mercado de órganos, liberar la portación de armas o reivindicar a figuras de la última dictadura cívico miliar. ¿El 56% de lxs argentinxs fueron a votar con una estampita de Videla en la mano? ¿Cuántos de lxs 45.892.285 de argentinxs fueron a votar con una estampita de Videla en la mano? Es difícil de asimilar. Se habla del 50% de pobreza en la Argentina pero no de la concentración de la riqueza. En el país de los campeones del mundo, en el país de los campos de soja, en el país de lxs 30.000 desaparecidxs. Tan irreal como todo lo demás. Irracional y predecible. Esperable y temible. Nuevos fascismos de antaño rejuvenecen hoy en Javier Gerardo Milei, un extremista con un proyecto colonial. Una persona que durante su campaña prometió eliminar el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación y privatizar el Conicet. Un proverbio turco dice que cuando un payaso se muda a un palacio, no se convierte en rey, sino que el palacio se transforma en circo. No, no ganó Javier Gerardo Milei, perdió el pueblo argentino.