29.11.23

Robert Walser – Concierto

 

El concierto me encantó. Escuché con elegancia por encima de la música, valga la expresión. El director me emocionó. Por otra parte, tengan en cuenta las razones que me asisten para considerarme un hombre culto. ¿Acaso hay que abismarse a todo trance en las creaciones artísticas? En ocasiones parece aconsejable, pero no siempre es imprescindible. Yo dejaba fríamente que me resbalase lo que pretendía cautivarme. Para resarcirme de la falta de emoción, inicié conversaciones mudas con mis vecinas, ocupación a la que supe imprimir un sentido más profundo. Aquí rozaba con delicadeza una mano, allí hacía que unos ojos refulgieran porque los miraba con calor. ¿Era difícil relacionarse con una pierna? Semejantes conexiones son siempre inequívocas y por ende se comprenden en un santiamén. Es imposible no apreciar la ternura formulada con sentido común y expuesta con cierta elegancia. Mi pie halló ocasión de apelar a un piececito que parecía sentir inclinación por el lenguaje que hablaba. Por consiguiente, yo estaba abrumado de trabajo en todos los sentidos, si se me permite la expresión. ¿No es el arte el criado de la vida, a la que debe animar y hacer feliz? Por tanto, cuando se extinguió la última nota y la gente se levantó, también yo abandoné la sala de conciertos en un estado de ánimo inmejorable. Bajé por la escalera como alguien que acaba de cumplir con su deber. En el guardarropa ayudé a unas damas a ponerse el abrigo, como es obligado, atención que encantó a las interesadas. Considero la galantería uno de los más grandes placeres. Por consiguiente, digo con razón que el concierto me satisfizo.

 

                                                                                                                (1925)

 

De: Lo mejor que sé decir sobre la música, traducción del alemán de Rosa Pilar Blanco, Ediciones Siruela, 2019.-

27.11.23

Sylvia Plath - Señora Lázaro

  

 

Lo he vuelto a hacer.

Cada diez años

lo consigo:

especie de milagro andante, mi piel

relumbra como la pantalla de una lámpara nazi,

mi pie derecho

es un pisapapeles, mi rostro,

buena tela de lino

judía, sin adornos.

Arráncame el pañuelo,

oh mi enemigo.

¿Inspiro terror?…

¿La nariz, la cuenca de los ojos, la dentadura completa?

Este aliento agrio

se esfumará en un día.

Pronto, pronto la carne

que el sombrío sepulcro se comió

estará en mí como en su casa

y seré una mujer sonriente.

Solo tengo treinta años.

Y, como el gato, siete ocasiones para morir.

 

Esta es la Número Tres.

Qué desperdicio

aniquilar cada década.

Qué millón de filamentos.

La multitud con sus bolsas de cacahuetes

se arremolina para ver

cómo me desanudan pies y manos:

el gran estriptis.

Damas y caballeros:

estas son mis manos,

mis rodillas.

Puedo ser toda piel y huesos,

pero sigo siendo la misma, idéntica mujer.

La primera vez que ocurrió tenía diez años.

Fue un accidente.

La segunda vez estaba decidida

a llegar hasta el fin y no volver jamás.

Me arrullé hasta cerrarme por dentro

como una concha de mar.

Tuvieron que llamarme y llamarme

y quitarme los gusanos uno a uno como perlas pegajosas.

Morir

es un arte, como todo.

Y yo lo hago excepcionalmente bien.

Tan bien, que parece un infierno.

Tan bien, que parece real.

Supongo que cabría hablar de vocación.

Es bastante fácil hacerlo en una celda.

Es bastante fácil hacerlo y estarse quieto.

Es el regreso teatral

a plena luz del día

al mismo sitio, el mismo rostro, el mismo grito zafio

y divertido:

«¡Un milagro!»,

lo que me deja fuera de combate.

Hay que pagar

por ver mis cicatrices, hay que pagar

para escucharme el corazón:

de veras que funciona.

Y hay que pagar, hay que pagar muchísimo,

por un roce, una palabra

o una pizca de sangre

o un mechón de mi pelo, un jirón de mis ropas.

Y bien, herr Doctor,

y bien, herr Enemigo.

Soy su obra,

su objeto más valioso,

el bebé de oro puro

que se funde en un grito.

Doy vueltas y me abraso.

No crea que subestimo su gran preocupación.

Ceniza, ceniza…,

que usted remueve y tantea.

Carne, hueso, ahí no queda nada…

Una pastilla de jabón,

un anillo de bodas,

un empaste de oro.

Herr Dios, herr Lucifer

cuidado

cuidado.

De la ceniza

con el cabello rojo me levanto

y devoro a los hombres como aire.

 

Sylvia Plath, 23-29 de octubre de 1962

 

 

 

Tomado de: Ariel, traducción de Jordi Doce, Madrid, Nórdica, 2020.

23.11.23

56% de fascismo argentino, por Román Bay

 

 

Es curiosa la forma en la que, en nombre de la libertad, avanza el fascismo en Argentina. Pensaba que Javier Gerardo Milei no era mucho más que un payaso mediático, a veces peligroso en su discurso, a veces idiota en sus manifestaciones, pero en cualquier caso, un títere de poderes no visibles. Algunos empleados de las grandes corporaciones del periodismo colonial como Jonatan Viale, Luis Majul, Marcelo Longobardi, Luis Novaresio, Jorge Lanata, Alfredo y Diego Leuco, Alejandro Fantino, Nelson Castro, Marcelo Bonelli, Eduardo Feinmann, Pablo Rossi y un largo etcétera, parecen no tener ningún interés en la verdad histórica argentina. Una lucha de poder entre un grupo de millonarios y actores que memorizan su papel. ¿En qué medida la acción política de Javier Gerardo Milei está gobernada por sus impulsos de odio, negacionismo y estupidez? Un delirio totalmente separado de la realidad objetiva. Pero los pueblos no son una página en blanco, libre de toda señal, al servicio de la interpretación subjetiva de un trastornado. Son los hilos del aparato burocrático a disposición del endeudamiento y la colonización. Son falsificaciones tan burdas que no engañarían ni a un niño. Pero convencieron al 56% de lxs argentinos. Los delirantes exabruptos de Javier Gerardo Milei reflejan que hay ciclos que cada veinte o cincuenta años se repiten. Los chicos votan su muerte. Los viejos también votan su propia muerte. Burócratas dogmáticos enmohecidos y sectarios vuelven a tomar el poder. Consignas sin sentido, intolerancia, incapacidad para escuchar opiniones ajenas, imbecilidad, falta de realismo, individualismo extremo, incomprensión, indolencia social. Lo mejor que podría hacer Javier Gerardo Milei es callarse e irse a descansar para que su desequilibrio psicológico no degenere en locura furiosa. Pero hoy es el presidente de la República Argentina, un país ubicado en América del Sur, más específicamente en el Cono Sur y no en América del Norte, como algunos apátridas pretenden o acucian. Hay en Javier Gerardo Milei demasiados rasgos marcados de violencia y espíritu antidemocrático. Una larga tradición andocrática y machista. Su capacidad para disimular las propias incoherencias lo llevó a la presidencia de un país. Pero “(…) no hay nada tan ridículo que la moda no se atreva a consagrar” (Balzac) y el fascismo también está de moda en Argentina.

Javier Gerardo Milei no solo escucha voces sino también toses. Celia Liliana Melamed, una veterinaria médium comunicadora de animales, explica que Javier Gerardo se conecta con las mascotas, de corazón a corazón, y que de esa manera puede percibir y sentir lo que está sintiendo físicamente los sabios de cuatro patas. Así, se comunica con su perro muerto y puede traducir a sus perros Conan, Milton, Murray, Robert y Lucas. Un hecho de suma gravedad si pensamos que una persona con ese grado de delirio va a tomar decisiones que repercutan en el futuro próximo de una población entera. Javier Gerardo Milei es un economista que habla con un lenguaje técnico –la escolástica es opuesta a la política– que muy pocos entienden. Javier Gerardo afirmó que todo lo que pueda estar en manos del sector privado tiene que estar en manos del sector privado. Hay una estafa en sus promesas presidenciales de cambio. Nos son lo nuevo. No hay cambio. Es un modelo conocido. Un programa económico y político de derecha que se asemeja al de la última dictadura cívico militar pero con la diferencia de haber alcanzado el poder mediante elecciones democráticas. El plan económico de Javier Gerardo es un plagio de los implementados en la dictadura de Jorge Rafael Videla por José Alfredo Martínez de Hoz y por Domingo Cavallo en el gobierno de Carlos Saúl Menem. Un modelo que demostró ser muy dañino para Argentina, por el descalabro social que produjo y por la deuda que heredó a las generaciones y gobiernos posteriores. Recordemos que la vicepresidente electa, Victoria Villaruel, es una abogada que hizo campaña defendiendo el historial de la dictadura militar y que quiere poner fin a los juicios contra el personal militar involucrado en la dictadura y suspender el programa estatal de pensiones que se implementó para apoyar a las familias de sus víctimas. Milei es el macrismo sin Macri pero con Macri. Recordemos que Mauricio Macri es un señor con mucho dinero y pocos escrúpulos. Mauricio Macri, una persona a la que nunca nadie escuchó decir algo inteligente, un imbécil que da asco. Lo cierto es que Mauricio Macri está mirando muy de cerca la conformación del gabinete económico y el área de Justicia de Javier Gerardo. Lo cierto es que el canalla de Macri que creyó que administrar el Estado era tan fácil como trabajar en la empresa de su miserable padre evasor, ahora está encantado con el nuevo paisaje. Lo que Javier Gerardo Milei propone son condiciones laborales de esclavitud en nombre de una economía dinámica, próspera, enérgica y efervescente. No tiene nada de anarquista. El mercado que enceguece a Milei quiere encadenarnos. Su concepción es radicalmente antipopulista. Herramientas de una docilidad incondicional, obedientes hasta la sumisión. El discípulo que roba el puesto a su maestro y que no reniega de sus enseñanzas. El deshonesto de Macri le pidió prestado al Fondo Monetario Internacional 45 mil millones de dólares. Javier Gerardo Milei dice “el presidente Macri”. ¿Qué hacer con el pasado en un presente como este? ¿Cuáles son los poderes fácticos y reales del mundo moderno? ¿Los medios de comunicación y las redes sociales? Los medios hegemónicos de comunicación endulzan el café con leche de los Macri y los Milei. Ahora hay que dejar ronronear al gatito mimoso del poder. Ahora que Javier Gerardo es casta. Milei trabajó entre 1995 y 1999 como asesor del militar condenado por delitos de lesa humanidad Antonio Bussi. Como diputado no presentó, en dos años, ningún proyecto de su autoría pero acompañó, con su firma, una treintena de iniciativas ajenas. De las 118 votaciones de proyectos que tuvo, se ausentó en 51. Tuvo un 43,22% de ausencia. Quizás por eso sortea su salario en un gesto mediático y demagógico, espectacularizando la decadencia de la que habla y de la que es parte. Un palo tiene siempre dos puntas. «No hay lugar para el gradualismo», dice Milei. Habla de políticas de schock. Las fuerzas del cielo que invoca y las fuerzas del mercado, dolarización y el laissez faire, laissez passer de Adam Smith en la era de Tik-Tok. Juan Bautista Alberdi apunta en sus Bases, ideas que emocionan al autoritario Milei: «Donde están los bienes económicos está la patria (…) la Patria no es el suelo; la Patria es la libertad, es el orden, la riqueza, la civilización, organizados en el suelo nativo». Alberdi difundió la máxima latina ubi bene, ibi patria, que quiere decir “donde están los bienes, allí está la patria”. Los referentes de la derecha internacional festejan esta decisión de las urnas. Condolencias políticas. La derecha chilena, Donald Trump, Jair Bolsonaro festejan a Javier Gerardo Milei. Como en la revolución cultural china, empieza la era del miedo. No crean que me perdí en esta digresión. Vestigios del viejo y manso feudalismo americano y las iniquidades de los sistemas de esclavitud a salario es lo que quiere Javier Gerardo Milei, en nombre del automatismo del mercado. ¿Milei es el presidente electo más votado de la historia argentina? Peluches de león, motosierras de cartón, espectáculos de pánico de la tribu fascista ultraderechista neonazi. El materialismo mercantil por encima de la idea de la democracia como igualdad social. La justicia social es para él una aberración. De lo general a lo particular, Milei vitupera el principio de justicia social. Habla mucho de la Constitución pero ignora el tratado n°1 de Versalles, de 1919: «El trabajo no debe considerarse meramente como una mercancía o artículo de comercio». Acaso Javier Gerardo Milei suspire por la privatización del aire que respiramos. Juan Domingo Perón: «La economía nunca ha sido libre: la controla el Estado en beneficio del pueblo o lo hacen las grandes corporaciones en perjuicio de éste.» Vinieron por los derechos humanos. Resulta inconcebible que la mayoría haya votado a un outsider que capitalizó el cansancio y el malhumor social en base a propuestas inhumanas y postapocalípticas como la creación de un mercado de órganos, liberar la portación de armas o reivindicar a figuras de la última dictadura cívico miliar. ¿El 56% de lxs argentinxs fueron a votar con una estampita de Videla en la mano? ¿Cuántos de lxs 45.892.285 de argentinxs fueron a votar con una estampita de Videla en la mano? Es difícil de asimilar. Se habla del 50% de pobreza en la Argentina pero no de la concentración de la riqueza. En el país de los campeones del mundo, en el país de los campos de soja, en el país de lxs 30.000 desaparecidxs. Tan irreal como todo lo demás. Irracional y predecible. Esperable y temible. Nuevos fascismos de antaño rejuvenecen hoy en Javier Gerardo Milei, un extremista con un proyecto colonial. Una persona que durante su campaña prometió eliminar el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación y privatizar el Conicet. Un proverbio turco dice que cuando un payaso se muda a un palacio, no se convierte en rey, sino que el palacio se transforma en circo. No, no ganó Javier Gerardo Milei, perdió el pueblo argentino.

20.11.23

Teclado viejo, Santiago Armando

  

A Ioshua lavandas

de trapo y llanto

mallarmeano,

calavera con rositas

de esmalte:

la meada parca sin lujos.

 

 

El poeta se pringa

como parca con guasca

a la hora de dormir, y se

le

abre

su métrica negra

y pasa,  

se licúa

su abundante grasa

y despierta a la aurora

con sueños

 

 

solo quedan

teletubs, peleles

da parca boba,

a parca velha dos andes

sorbe con labio de paquito

café cognac hirvendo

en el bar da punta

da ilha dos estados

y moja el bay-biscuit

con todo el cuadrante már noreste

de la antártida alredor

y clinch,

descincha el carruaje

y pastan los corceles sombríos

no le ve nadie a don guascas

desde la creación

del cuerpo sin órganos

de Deleuze-Guattari con Milei,

la parca verdulera de fetos

de hibridajes pa repuestos

tiene sus dronz,

y muchas gracias,

sin jubilación.

 

 

 

Escribirle a la Hipotética Literatura

en el mantel de Agostina

con sombrero y gafas finas

y pañuelo en Mónacos,

del mundo Mar del Plata

en visiones, y el

tubo choriedicto bronceado

-baja chorizo buda disancio,

y pájaros, niños,

ecología civil alcahueta,

y el elemento de mi, silbidis

silbidinis llovidos, gaznapios,

saralampios de

bingos largos,

del charquito húmedo.

Ha llovido buen rato

y se limpian los trinos

para escribir barato.

 

 

 

¿Qué hacía Borges

con sus mocos?

Inventó

la soja de cerdos chinos

y ahora hacen

Viñas de Porcel.

Los chistes de la historia hibridada

preexistían a la física moderna

porque primero fue el moco

y el moco llevó a la manzana

y a la tuerta con gusanito

que vino después,

dentro.

 

 

El loco

con sus tres bolas plateadas

y Jacobo Fijman que

se iba

de santidad

en santidad

con la misma frente

vendido el violín, vencido

en el Borda, como Panero

o Kafka,

pagada cara la moneda de

acabada entre las nubes

a su suerte,

y yo acampo mis bolas,

mis caballos pastan

frente al Congreso o el Cabildo, allá

frente a la Casa Rosada

está la carpa del gringo

de los indios unidos

que le dejé

25 pesos

 

 

Si estás muy sentado

y para dormir

tomás pastillas

y fumás mucho

tendrás el huevo izquierdo

encadenado a la silla

para que tus poemas de esclavo

remen mucho

 

 

Dron verga con luz y policía en el glande patrulla la ciudad con rayos y lanza-arañas de titanio comeculo.

 

Intendencia Sergio Macri

 

 

Octubre 2023 AD

 

si hay

una detonación nuclear total

y queda

por gracia de Dios

un buen trapo

Salimos Tocando, Araujo

con el hueso debajo de los dedos

por la cal de Uvasal

hasta el paraíso

de nuestras vacas

a que nos entreguen

la copa de milanesas

y volvemos a casa

 

 

y Evita blanca

desnuda

flotando

en amapolas

de falopio, transparente

con sus órganos de jardín chino

en suspenso de agua

vista en Facebook

por Juan Domingo,

que le pone corazones

la seca con toalla

le da calzones,

ropa, la estira

con calefacción

y talco mentolado,

bife con papas

y un colchón con almohadas,

juego de sábanas

frazadas,

frio/calor acondicionado nuevo

y un tecito con dos

tostadas con mermelada

tarta de manzana,

bife de nuevo

con huevos

chaucha, remolacha, zanahoria

para mirar y escribir bien

en la computadora

como Aurora Venturini,

esa buena Señora.

 

 

 

El violín y la guitarra

 

En la terraza bajo la tormenta

con mi guitarrita springer, Django Renard…

le enseñé bien

en el Cenard a ese, cuando andaba

con Jogging de Bielsa

atendiendo a nuestras olímpicas

de nado sincronizado,

el cigarro lobo marino chupo

y ven naranja

y se lanzan

en tango pensión Cenard Grapelli ah

volvemos con la de bronce

que nos copian en Once

y nos invitan en turismo

a todos los folklores mundiales

y en las fiestas de quince nos pagan

también en el circo

el Cenard de Milei es así

con novelón del Chiqui Tapia

 

 

Terraza con árboles altos al viento

extraño las corrientes del mar

y mi cuerpo en el mundo ah

Túnez con bitcoin Paula,

Turquía en el Kiosco de Susa

y los corceles blancos

que entran al Colón

me bajo y veo a

Guillermina Juliana de Blanco

y la subo a mi carruaje

hasta la plaza

y que nos dejen solos,

a los caballos dad pienso,

debo perlar pringos a Guillermina,

prima de Juliana Awada

para la noche de esta velada

de mucho viento.

-le gusta fumarse una viuda blanca.

 

Mire mi cabello, mies piensos, mire
pienso mucho, dadme vientos…
pasa el puño de la locomotora

viudado guascón,

Ayrton Motosierra nocturna
y su largo chorro de lush
el viento del tigre vive
en as costas de balurdos
de barullo
de ladrillo hueco
mejor madrillos
de barro cocido
mejor mi bloque con terraza
techada de titanio
en el rio iguazú inferior
en el cañón de garganta del diablo

 

 

Ninja blanco

en lino acartonado de Sumo

sube la almohada envergada

a las tetas, con alas

y en los bajos bustos fiables

el calamarrete en la

milanesa de Flandrias,

manuable Manuelo

Gálvez, fiscaliza el chicle en grieta

Con el bombín enchupinado

pero en lienzos de jean de relajo, eh

el bombín guasquín no va empaquetado

te guasco ambrosio: prrlings

no me molesten la maquinita china

que se me escapan los drones

si no me hacen vasectomía

 

El dedo que busca

el plegamiento y pergamín

que chupa serotonina del dedín

con su receptor

que lo espera con jugos

de golosina

y risa de pene enchupinado

en boca de concha

redonda y más rosa

de Madre

con delantales de dientes

fosa de granadina y

caldero en leche espèso

beso en Gaza su bombacha,

huelo y beso

bananas pasas de incienso

la música va en el tren riendo

ese voceo desconocido del tren

y un tipo

con bufanda de viento

 

 

 

Sudáfrica campeón del mundo en rugby

cruza humano con rinoceronte,

e hipopótamo,

con serpiente de rancho.

Llueve,

Macrón entrega las medallas a los Spingboks

Hay lindas rubias altas, flacas

Para sostener los paraguas

Mientras reparten las medallas de oro

Pero Macrón se sostiene el paraguas él sólo

Porque es un ejemplo ese Señor,

El Presidente de Francia.

 

 

¿Tiene Bidet?

Bidé, ¿tiene? Ah,

entonces no.

Boliche francés o nada,

o estamos en el mundo

de los bitcoins sin bidet,

¿?

Así habla Buenos Aires por las calles,

los del centro por el Subte, algunos,

por culpa de Brandoni

con sus batutita francesa.

 

 

 

El tiempo es dinero, decía

el mendigo de muerte,

y pasaban los oficinistas,

adventistas del laburo,

con traje gris brishante y camisa azul,

y le percutaba desde su A4

el cañoescape 43/70,

porque fumar estaba prohibido,

y la parca seguía

con lepra de fumar

y arrearse en la ceniza.

 

 

 

Ayer no se qué

me habló por la alfombrita verde

de mi perra

hacía fruncimientos, se movía

al lado de la cuchita mullida,

no entendí lo que decía

el sonido era de puerco

y la miré a Panchita,

que estaba muy monona,

y se quedo entretenida

con una galletita.

Pero me puse a inspeccionar

la alfombrita verde

que hizo esos sonidos

y tenía un doblez muy perfecto

como de acordeón planchado.

Esa alombrita de mi perra

me había dicho algo.

 

 

 

 

La parca con fosa de milanesa al hombro

 

cuidado

con la milicia haitiana michael jackson

en el mundo trucho de sofovich

y alejandro romay

con tinelli

como nazareno cruz y el lobo,

y todo eso,

que mucha gente se fue del país,

porque no pusieron ni un puesto de churros

y ahora van a perder todos

en la humanidad de la lástima de Milei

con Karina Skeletor

 

 

Smartphone Pogrom at Kibutz

 

Vi en Twitter los videos,

Bonobos teletubies

con teléfono y AK 47

matando abuelas y filmando,

con la otra mano,

filmando

como rodean una niña rubia

durmiendo en un sillón

bailándole alrdedor

con exclamaciones de mono

¡ahjaba, ahjaba!

Y metrallando todo.

Todo está a la vista ahora, al toque,

por todo el mundo

a plena luz del día.

Y en Europa festejan.

 

Y acá

Saltar la pared

de un barrio cerrado

por unos dólares, que son

nada más

para pagar en pesos

como todo el mundo,

gente que no tiene nada que ver

y que tampoco defenderá

ni Hiperguasquín ni nadie

por uno que vende dólares

para tener un canuto, o pesos

de pagar-pagar-todos.

Si llegan a saltar la pared

les quedará el huevo

en consertina sudafricana,

y todo porque no pusieron

ni un puesto de churros.

 

 

Aterrizamos como las flexiones

con un brazo

con la pija parada

desde los drones helicópteros,

derecho en culos tomando sol

en las bicisendas, y abrochamos

al piso

uñas de gato con luz

para la noche con curvas.

 

Intendencia Sergio Macri

 

 

El balance de la década del veinte es que no me tomé ni una copa menstrual.

 

 

Visiones de Boca-Fluminense

 

Los dejamos venir con marca de puntillos.de enredadera con florcitas

y amagábamos que íbamos de contra

una avivada, con menos que un reflejito de amague.

Pídanse un asiento en el pasto sintético, -Ché, muchos boludos con entrada afuera cantando Dale Booo, entrada trucha o buena, afuera, con la montada, y en cancha

con la visitante llena

cosquillas de perro

hasta el desborde de un cuatro de ellos,

como Dani Alves o Advíncula

y la barrera posicional

como en el pizarrón, para un corner corto

fijos los dos, o corto o largo

no se saben

pero estaban los dos formados

y entró el delantero solo,

adentro. Empatamos con Advíncula, nuestro buen cuatro peruano, como Solano, como Pereda, pero con gol de zurda, Advíncula es el único bueno en Boca. Después empezamos a querer ganar rodeando su área haciendo sombra, amagues del recuerdo de Gorosito y Acosta que jamás volverán hasta que aprendan a desmarcarse y pasársela solos, y centros y más centros chotos yo veía, amuchando en el área nuestros defensores, fácil para los cariocas, hasta que dijo uno de ellos, "Yo me habilito y te la bajo de cabeza", pero ni eso, fue todo natural para ellos.

Porque este es el fulbito matero de Román maracas con el Patrón Bermúdez, Cascini, Medina, Paul Fernández y muchos más, hasta el Chelo Delgado.

Terminamos tirando centros con un tal Taborda, que la televisión mostró, tenía ojos azules.

Con esta catramina, o bicicleta a combustión de pochoclo, llegamos lejos con carambolas los bosteros, y la industria del fútbol infantil de Riquelme solo hizo debutar unos pibes más o menos... mejor ponerlos a estudiar matemática, ingeniería, o física teórica aplicada.

La televisación del partido mucho mejor por TELEFE que por Star +, y gratis y abierta.

 

Yo vi a uno de Hezbollah en Cataratas.

De mi altura, pálido,

con bigote milico profuso

de subalterno de Seineldín.

Y la mujer con burka de grafa

color dulce de batata, entera.

Con la ventanita en la vista.

A cuarenta grados de temperatura.

Yo miraba al tipo, y él la lontananza,

al costado del horizonte desde arriba,

con ojotitas brasileras,

camisa de manga corta

y pantaloncitos,

le di los tickets del paseo.

 

 

 

Al hombre soltero

pucho y huevo

con papas fritas.

El hombre práctico embrutecido

no me ve,

invisible por inservible soy

y me dejan con mis nervios,

retomaría el arcoiris de azules de nuevo,

pero no puedo

nunca me darán silencio,

debo escribirlo

en la sierra peruana

abismado en la senda

de los vientos altos

de El Cusco.