7.2.13

Joao Cabral de Melo Neto, por Jorge Quiroga






La poesía de Joao Cabral de Melo Neto transita en un particular andarivel en el que lo reflexivo se une con cierta expansión, donde lo poético es entendido como un procedimiento  de análisis, con la virtud  de ahondar e investigar aquello que se presenta como un sacudimiento, al que hay que responder, disponiendo en principio de una aproximación progresiva a las cosas y circunstancias del mundo que nos rodea.
Lo hace con una mirada de aguda observación, que dialoga con ese objeto, que hay que interesar, cercar, y sobre todo, comprender en su funcionamiento, entre racional y espontáneo, que trabaja en una zona indecisa y significativa.
Deshacer, recomponer en el poema, lo que ha sido dado como una trama que se trata de reproducir, para que viva algo imposible. Es preciso desmenuzar, realizar un esfuerzo inteligente, donde  la indagación es explícita, y guarda la invocación a una continua  vivisección.
La resistencia de materiales y hallazgos, exige la obtención de una escritura, que busca ser transparente, y de algún modo dice que el andamiaje analítico, encierra solamente el inicio de esa misma búsqueda.
Por eso el modo de llegar a esas bifurcaciones de lo real (de las cosas y de las personas) será un proceder que tiene que ser incesante, hasta repetitivo, para acceder al comienzo de una indagación abierta.
Cabral comenzó introduciéndose en las imágenes del sueño, del vuelo de lo onírico, concentrándose en la memoria de los cuerpos y figuras flotantes, pero ya estaba en su poética esa tendencia a encontrar la claridad de las formas simples, que lo obsesionan y lo llevan a una poesía, donde la interpelación a las cosas, constituye el sentido mismo del acto. Que primordialmente es una escritura.
La profundidad de la poesía, es combatida con la antioda, con un registro, que poco a poco, irá tornándose distante de lo retórico, o inaugurando un modo donde el mundo se conozca y hable.
Es como decir las cosas de nuevo, con un matiz complejo y delicado, donde sean reiventadas o sorprendidas,  en el instante de su manifestación.
Las palabras se dispondrán en el espacio blanco, sin aparente ensoñación, como encubriendo su voluntad de ocultamiento, esa frágil de honda superficialidad, que las hace poéticas.
El discurso transversal cabralino, configura una forma de  llegada .Será un modo de componer, de salir del poema, Donde lo formal entrevista y nunca alcanza, será como descubrir la punta de un ovillo, que se torna atención en lo compositivo.
Cabral será moderno, regional, cosmopolita a su manera, agotará  las palabras desiertas, las que lo conmocionan en cada  paso de su escritura.
Entre lo espeso de los elementos, y la seguridad de trastocarse en esa inmovilidad de pensarse, Cabral de Melo Neto construye sus poemas. Su escritura lo ubica en un sitio relevante de la Poesía latinoamericana, a la que siempre es necesario volver.




Noticia

Joao Cabral de Melo Neto nació en Recife, en la calle de la  Jaqueira (Santa Ana ) el 9 de Enero de 1920. Durante su infancia, vivió casi todo el tiempo en los ingenios, particularmente en San Lorenzo de la mata,  en el Pozo del  Alejo, a orillas del  Tacapurá, afluente del río Capibaribe, y en otros ingenios del municipio de Moreno.
Primo por parte del padre de Manuel Bandeira, poeta afamado  del Modernismo (Vanguardia ), que había ya escrito poemas de su tierra natal.
Una Antología de Manuel llegó a las manos de Cabral, y este quedó fascinado, su lectura le abrió el vasto mundo de la poesía. Empezó como crítico, per5o pronto escribió poemas, muy construidos y precisos desde el inicio, es, desde hace mucho tiempo, un poeta difícil, pero de mucha popularidad en su país, siguió la carrera diplomática, y fue cónsul y embajador en diversos lugares del  mundo. Falleció en Río de Janeiro el 9 de octubre de  1999.



Algunos libros

Piedra del sueño, 1942
El ingeniero, 1945
El perro sin plumas, 1950
Muerte y vida Severina, 1965
Quaderna, 1960



LA PALABRA SEDA

La atmósfera que te envuelve
alcanza tales  atmósferas
que transforma muchas cosas
que te conciernen o cercan.

Y como las cosas, palabras
imposibles de poema:
ejemplo, la palabra oro,
y hasta este poema seda.

Y es verdad que tu persona
no hace dormir, sino despierta,
no es sedante,  palabra
derivada de la de seda.

Y es ciertamente que la superficie
de  tu persona externa,
de tu piel y de todo,
eso que en ti se acaricia.

Nada posee de  la superficie
lujosa, falsa, académica
de una superficie cuando
se dice que  es “como seda”

Pero en ti, en algún punto,
tal vez fuera de ti misma
tal vez en el ambiente mismo
que tensas cuando llegas.

Hay algo de muscular
de animal, carnal, pantera
de felino, de substancia
felina, o su modo,

de animal, animalmente
de crudo, cruel, de crudeza
que en  la palabra gastada
perdura en la cosa seda.


A PALABRA SÉDA: A atmósfera que te  emvolve/ atinge tais armósferas/ que transforma muitas coisas/ que te concernem o cercam.// E como as coisas, palabras/ impossiveis de  poema:/ exemplo, a palabra ouro/ e até este poema séda.// E certo que tua  pessoa/ nao faz  dormir, mas desperta;/ nem é sedante, palabra/ derivada da de séda.// E é cero que a suérficie/ de  tua pessoa externa,/ de tua pele e de tudo/ isso que em ti se tateia.// Nada tem da superficie/ luxuosa, falsa, académica,/ de uma superficie quando/ se diz que ela é “como séda”// Mas en ti, em algum ponto/ tal vez fora de ti mesma/ tal vez mesmo no ambiente// há algo de muscular,/ de animal, carnal, pantera,/ de felino de substáncia/ felina, ou a sua maneira,// de animal, de  animalmente/ de cru, de cruel, de crueza,/ que sob a palabra gasta/ persiste en la palabra séda.



LOS VACÍOS DEL HOMBRE

Los vacíos del hombre no sienten a la nada
del vacío cualquiera: del del casaco vacío,
del de la bolsa vacía (que no permanece de pie
cuando vacíos, o el hombre con vacíos);
los vacíos del hombre sienten un lleno
de una cosa que hinchase ya hinchada;
o que debe sentir, cuando llena,
una bolsa: todavía no, cualquier bolsa.
Los vacíos del hombre, ese vacío lleno,
no sienten lo que una bolsa de ladrillos,
una bolsa de lazos; no tienen el pulso
que golpea en una de semillas, de huevos.


2.

Los vacíos del hombre, aunque sientan
la plenitud (malograda pero con presencia)
contienen nadas, contiene apenas vacíos:
lo que la esponja vacía cuando plena;
hinchan lo que la esponja de aire vacío,
y de ella copian exactamente la estructura:
toda en grutas o en gotas de vacío,
puestas en capullos de burbujas, de no-uva.
Ese lleno vacío siente lo que una bolsa
pero llena de esponjas llenas de vacío;
los vacíos del hombre o el vacío lleno:
o el vacío que se llenó por estar vacío.


OS VAZIOS DO HOMEM: Os vazios do homem não sentem ao nada/ do vazio qualquer: do do casaco vazio,/ do da saca vazia (que não ficam de pé/ quando vazios, ou o homem com vazios);/ os vazios do homem sentem a un cheio/ de una coisa que inchasse já inchada;/ ou ao que deve sentir, cuando  cheia,/ uma saca: todavia não, qualquer saca./ Os vazios do homem, ese vazio cheio,/ não sentem ao que uma saca de tijolos,/ una saca de rebites; nem têm o pulso/ que bata numa de sementes, de ovos.// 2.// Os vazios do homem, ainda que sintam/ a uma plenitude (gora mas presença)/ contêm nadas, contêm apenas vazios:/ o que a esponja, vazia quando plena;/ incham do que a esponja, de ar vazio,/ e dela copiam certamente a estrutura:/ toda em grutas ou em gotas de vazio,/ postas em cachos de bolha, não-uva./ Esse cheio vazio sente ao que uma saca/ mas cheia de esponjas cheias de vazio;/ os vazios do homen ou o vazio inchado:/ ou o vazio que inchou por estar vazio.





Traducción: Jorge Quiroga