14.4.24

O-diosa virtualidad, por Cecilia Bainotto

 

 

El número perfecto 

 

Tu reloj en la muñeca, malla negra y cronómetro. Es irresistible. Sigue la vestimenta negra hasta las botas negras que aprietan el acelerador de la camioneta. Girás suavemente el volante hacia la derecha y enfilamos por la nueve hacia el NUEVE.  Número perfecto.

Una llamada de tu madre, “tu padre tuvo un derrame cerebral". Regresamos por la nueve sobre el carril SEIS.

Dejamos la perfección en el silencio de la ruta.

 

 

Red gelatinosa 

 

¿Has visto acaso apolillarse los columpios de una plaza de juegos? 

Yo sí.

Mientras el guardagujas saludaba con una V de Violeta Victoria encendida. 

Y cayó Berlín. Antes la destartalada de los nigromantes vernáculos. Con V también el apellido del cabecilla. 

Antes la atómica y el gas naranja anticipando el final de las guerras. Y los fusiles con claveles, un imposible.

El saludo, una V cada vez más anochecida y los dedos metálicos no pueden ordenar vías. Todavía.

¿Será que fue una interpretación errónea de épica y me debo poner los lentes de una de las locas de Pickapoon, el mínimo guardapolvo porque siempre hace calor, y con el dedo trenzar el silencio?

O capaz que en la pasarela comienza el show de Victoria Secret y con la ingenuidad que todo se lo permite, me veo con treinta y la fulgorosa cabellera que no fue la traición a Rita Hayworth.

En momentos alucinados nada cuesta la razón.

¿No era acaso el lema “la imaginación al poder”? “Paris est una fête” decía Hemingway y Dany le rouge, como yo, pero después ardió. Y corrió el fuego por las praderas, por los océanos, y las selvas. Se engulleron la heroicidad.

Los sobrevivientes apagados contamos nuestras mínimas historias en el screen con el ombligo pegado, bien pegado, a una red de gelatina.

 

Dissection s'il vous plait 

Non, la bachanale continue.  

Que te la doy por el culo chabón. 

Negro culeao no te olvides de cabeza (Cabezas)  

Le decollage est impossible 

¿Te reviento por dónde? pregunta Hannibal Lecter. No llega a Hannibal. Es un chongo nomás.  

Vamos, si es por eso, los bebés nacerán por síntesis, el último hallazgo. Y lo mejor de lo mejor, laboratorio y Soma. 

Propretrè absolue. 

 

Desde un altavoz llaman a una de las enfermeras de Pickapoon. Me acomodo el guardapolvo. Perdón Gelman, en qué amasijo gelatinoso te he metido por el desmadre de una heurística. 

 

 

RAP, Real Academia de la Percepción

 

VALIJA: Equipaje donde guardamos sueños, ropa, pasajes de ida y vuelta, y a medida que el tiempo pasa nos gusta que sea más ligera. 

 

UVAS: Perlas blancas, rosadas, negras y muy dulces que el verano nos ofrece cuando buscamos el solaz de la sombra bajo una parra. 

 

AMARILLO: Un color que hace miles de años le regaló el sol a la tierra en una de sus ráfagas de viento. 

 

TAZA: Objeto con asa que contiene las meriendas de la infancia, las meriendas con amigos y cualquier infusión que bebemos en solitario mientras nuestros pensamientos viajan. 

 

NÚMERO: sobrelleva el estigma de frío y calculador. Sin embargo, un pueblo lo creó hace de esto cinco mil años y nos solucionó el problema. Cuando queremos cuantificar los mejores y peores momentos de nuestra vida o contar las flores que nos regala el jazmín, la tentación de contar estrellas o la cantidad de veces que hemos dicho ¡Basta! el número aparece dócil. En ocasiones sobrelleva también el falso uso que hacemos de él. 

 

PALABRA: el sintagma perfecto si está bien utilizado, porque su anverso puede ser capcioso, trapacero y confuso. 

 

GATO: pequeño felino bello que compite con el silencio de las piedras y de los espejos. Palpo su lealtad cuando se hace ovillo en mi falda y hasta ovillo sobre cualquier dolor del cuerpo, incluso del alma. 

 

GERARDO: Un callejero viejo, ladrador y divertido como un juerguista de taberna orillera. 

 

EX: Coloquial apropiado para designar a alguien. Rechazo su uso. Me quema pronunciarlo. No me quema darle nombre. 

 

ENSUEÑO: Capullo de seda intangible donde entramos para anhelar lo que no tenemos y ser dueñas de ese secreto. 

 

LÁPIZ: Te recuerdo soberbio, haciendo arco iris en las cajas de lata que me regalaban para Reyes. 

 

INTERNAUTAS: Humanos en un feed lot artificial, mirando nuestros ombligos y el de los demás. 

 

DESENCANTO: Una película desastrosa. 

 

BRINDIS: ¿Sabes quién viene a cenar esta noche? Pues sí, brindemos para que no venga. 

 

MÉRITO: Medalla de oro o tan falsa como medalla de lata. 

 

FRUTA: Manjares de color y sabor que heredamos del paraíso perdido. Al comerlas me cuentan secretos desde su vida en semillas. 

 

VIENTO: Niño loco que maneja nubes, temperaturas, presión, lluvias. Por las dudas cuando está descontrolado me cobijo en casa. 

 

ZAPATOS: Conocen mi torpeza, mis miedos, mi sigilo, mis apuros, el cansancio.Y hasta el latir de mi corazón cuando clavo sus tacos. 

 

FALDA O POLLERA: -¡Tan cortita nena! ¿Te has mirado en el espejo antes de salir?, porque después se quejan. 

-Callate bruja inquisodora, eunuca de la vida, te falta el olor a concha que nos une como género biológico -le respondí. 

 

CAPERUCITA: Niña bonita vestida de rojo con una canastita que tenía ganas de abrir, pero se había olvidado de tomar los anticonceptivos. De lo contario ¡sabés qué! Aún rondan por los bosques y son legión. 

 

LIBROS: Sobre la mesa grande, sobre la mesita de luz, en los estantes. Hojas entre tapas que resuellan como el fuelle de un bandoneón quetoco, acaricio, los leo, los dejo. Nunca una queja de parte de ellos. Quizá la mía, por la imprudencia de haberlos abandonado alguna vez.