//
Cadenas
montañosas de nubes pasajeras
dromedarias,
día
gris en el Bajo Flores,
el
Vendedor Ambulante de flores y plantas
no
vino hoy a su esquina de trabajo,
yo
vine puntual a las ocho treinta pero él
no
se dio a conocer.
La
mañana mientras va acomodando sus elementos
de
a poco
signo
a signo
cosa
a cosa
cara
a calle
y
a paso de hombre-circunvalación.
//
Las
facciones
del
tiempo,
las
facciones de los árboles
en
la calle,
las
facciones de las caras
y
sus líneas.
//
El
ámbar del cielo, el café desfibrilador
en
contra de la quietud de enero
y
de la pena de muerte en vida,
la
contraluz,
el
contrafrente
y
la sombra mansa
y
de la yugular
el
cartapacio,
libreta
de notas de investigaciones estúpidas.
//
Nubes
postradas
sobre
el cielo raso
y
afuera un pino inmóvil
moviéndose
a babor
del
viento dromedario,
bitácora,
cartapacio, libreta de notas,
diarios:
variaciones
de cómo medir
el
paso de los días.
//
Los azúcares
pegados
como péndulos
como
partículas blancas
en
las comisuras de la taza dromedaria
y
los autos encandilando la noche
pasando
por el costado de la ruta.
//
En
la inesperada vida
hay
intervalos de vida
y
de muerte,
hay
bajo los árboles de lo matutino
la
frondosa vida dromedario,
y
atardece
es
anochece
en
la inesperada vida,
y
el ámbar es una cicatriz que casi
cruza
el cielo,
y
diapasón es nota de color
y
la línea de fuga
del
horizonte no tiene donde fugarse,
se
dilata en la línea del,
porque
tiene una pupila
donde
dilatarse,
donde
hacerse tarde,
porque
atardece
es
anochece
y
esta hora es ámbar
en
la inesperada vida dromedaria.
//
Y
cualquier sol
puede
ser tu último sol
así
que más te vale
enseñarle
a tus ojos
el
sattori dulce
de
mirar
que
duele,
y
poner el ojo en el ojo
y
reemplazar preposiciones.
//
Hay
en este bar
una
vieja cafetera
juguetona
que escupe vapor en intervalos
de
quince minutos,
y
uno aprende a bautizarla
con
amor ¨ la máquina de vapor de café ¨,
porque
hay que ponerle nombres nuevos
a
las viejas cosas
para
reeditarlas.
//
Abrir
la llave de paso dromedaria
y dejar entrar el día
en el día.