Zama versión italiana
C’est un des grands plaisirs
de la traduction: devenir faussaire.
Christophe Claro
Mais une traduction qui est meilleure que l'original est
mauvaise, et par définition la traduction sera toujours «inférieure» à
l'original. C'est un paradoxe impossible à résoudre.
Bernard Hœpffner
Siempre vuelvo a la frase de Robert Frost: la
poesía es lo que se pierde en la traducción.
Leo el
comienzo de Zama (1956) de Antonio di
Benedetto: “Salí de la ciudad, ribera abajo, al encuentro solitario del barco
que aguardaba, sin saber cuándo vendría.”
Pier Luca
Nervi, su traductor al italiano en la versión todavía inédita que Giulio
Einaudi Editore va a publicar en el 2015, escribe: “Uscii dalla città, andando
solitario, lungo il corso del fiume, incontro al bastimento che aspettavo,
senza sapere quando sarebbe venuto.”
Una traducción literal de la versión de Luca Nervi podría sonar así: “Salí de la ciudad, yendo solitario, siguiendo el camino del río, al encuentro del barco que aguardaba, sin saber cuándo llegaría.”
Primeras perplejidades: “andando solitario” = refleja la soledad en el sujeto; mientras que “al encuentro solitario” = refleja soledad en el contexto o situación.
Otra traducción posible al italiano sonaría así: “Uscii dalla città, riva in giú, all’incontro solitario del bastimento che aspettavo, senza sapere quando sarebbe venuto.”
El traductor amplía agregando sintagmas, probablemente para acomodar la prosa de Di Benedetto al oído y la cadencia de su sintaxis italiana.
Una traducción literal de la versión de Luca Nervi podría sonar así: “Salí de la ciudad, yendo solitario, siguiendo el camino del río, al encuentro del barco que aguardaba, sin saber cuándo llegaría.”
Primeras perplejidades: “andando solitario” = refleja la soledad en el sujeto; mientras que “al encuentro solitario” = refleja soledad en el contexto o situación.
Otra traducción posible al italiano sonaría así: “Uscii dalla città, riva in giú, all’incontro solitario del bastimento che aspettavo, senza sapere quando sarebbe venuto.”
El traductor amplía agregando sintagmas, probablemente para acomodar la prosa de Di Benedetto al oído y la cadencia de su sintaxis italiana.
La
segunda oración de Zama dice así, en
el castellano perfecto de Di Benedetto: “Llegué hasta el muelle viejo, esa
construcción inexplicable, puesto que la ciudad y su puerto siempre estuvieron
donde están, un cuarto de legua arriba.”
El
traductor escribe la segunda oración de Zama
de la siguiente manera: “Giunsi fino al molo vecchio, costruzione
inesplicabile, giaché la città e il suo porto son sempre stati dove sono
adesso, un quarto di lega più a monte.”
El
traductor opta por elidir el adjetivo demostrativo (esa: quella), quizás para
preservar la brevedad y el sonido. Acaso el traductor evite el demostrativo en
italiano por tener más sílabas y una doble consonante, lo que le daría un peso
sonoro más fuerte. Elide el quella
quizás para no detener la lectura del texto en esa frase. El sentido permanece
intacto. Donde Di Benedetto dice “arriba”, el traductor dibuja un ente que no
está en la predicación e incluye “a monte” (un cuarto de legua más hacia el
monte). Elige interpretar.
Tercera
frase de Zama: “Entreverada entre sus
palos, se manea la porción de agua del río que entre ellos recae.”
“Manear”,
en el María Moliner, dice: (de
“mano”) 1. tr. Poner maneas a un animal./ 2. Manejar.
Pero
claro, los diccionarios iluminan en su estupidez.
¿Cómo escribe
el traductor el tercer párrafo de Zama?:
“Attorno ai suoi pali s’agita e rimescola quel tanto d’acqua di fume che vi
entra.” “Entre sus palos se agita y se mezcla aquella parte de agua del río que
entra”. Donde Di Benedetto pone “se menea”, el traductor usa dos verbos: “se
agita y se vuelve a mezclar”. Donde Di Benedetto dice “que entre ellos recae”,
el traductor anota: “del río que entra.”
Di
Benedetto pinta un cuadro con imágenes en movimiento. Pinta el movimiento del
río. El traductor resuelve, interpreta, escribe su Di Benedetto.
Cuarto párrafo de Zama: “Con su pequeña ola y sus remolinos sin salida, iba y venía, con precisión, un mono muerto, todavía completo y no descompuesto. El agua, ante el bosque, fue siempre una invitación al viaje, que él no hizo hasta no ser mono, sino cadáver de mono. El agua quería llevárselo y lo llevaba, pero se le enredó entre los palos del muelle decrépito y ahí estaba él, por irse y no, y ahí estábamos.”
Cuarto párrafo de Zama: “Con su pequeña ola y sus remolinos sin salida, iba y venía, con precisión, un mono muerto, todavía completo y no descompuesto. El agua, ante el bosque, fue siempre una invitación al viaje, que él no hizo hasta no ser mono, sino cadáver de mono. El agua quería llevárselo y lo llevaba, pero se le enredó entre los palos del muelle decrépito y ahí estaba él, por irse y no, y ahí estábamos.”
Luca Nervi
traduce: “Con la sua piccola onda e i suoi mulinelli, senza via d’uscita,
andava e veniva, puntuale, una scimmia morta, intera ancora e non alterata.
L’acqua, di fronte al bosco, era sempre stata un invito al viaggio, ch’essa non
aveva intrapreso fino ad essere non scimmia ma cadavere di scimmia. L’acqua voleva
portarsela via e la trascinava, ma le si era impigliata tra i pali del
decrepito molo ed ora stava lì, tra l’andarsene e il restare, ora stavamo lì.”
Elecciones
semánticas y elecciones estilísticas. “Entre el irse y el quedarse” no es lo
mismo que “por irse y no”. Eso es el estilo de Di Benedetto. En castellano es
un registro muy típico de la oralidad. Hay un estilo en esa búsqueda, en elidir
el verbo: “entre irse y no (irse)”, entre irse y quedarse. Esa idea de vaivén
que recupera la frase de Di Benedetto. “Quedarse”, da la idea de voluntad,
mientras que “y ahí estaba él, por irse
y no, y ahí estábamos” pone a Zama y al mono en un vaivén.
Quinto
párrafo de Di Benedetto: “Ahí estábamos, por irnos y no.”
Pier
Luca traduce: “Eravamo lì, tra andar via e rimanare.”
Las
perplejidades podrían seguir hasta el absurdo.
¿Qué se
considera mejor en una traducción?
¿En qué
sentido puede ser efectiva una traducción?
En tanto
y en cuanto muestre los recursos narrativos, motores discursivos y alusiones
semánticas que la obra manifesta y tiene de suyo.
Entonces,
quizás, la efectividad se mida con una vara que está en la misma obra.