27.12.14

Perplejidades de traducción, por Philippe Grass





Zama versión italiana


C’est un des grands plaisirs de la traduction: devenir faussaire.
Christophe Claro

Mais une traduction qui est meilleure que l'original est mauvaise, et par définition la traduction sera toujours «inférieure» à l'original. C'est un paradoxe impossible à résoudre.
Bernard Hœpffner


Siempre vuelvo a la frase de Robert Frost: la poesía es lo que se pierde en la traducción.

Leo el comienzo de Zama (1956) de Antonio di Benedetto: “Salí de la ciudad, ribera abajo, al encuentro solitario del barco que aguardaba, sin saber cuándo vendría.”

Pier Luca Nervi, su traductor al italiano en la versión todavía inédita que Giulio Einaudi Editore va a publicar en el 2015, escribe: “Uscii dalla città, andando solitario, lungo il corso del fiume, incontro al bastimento che aspettavo, senza sapere quando sarebbe venuto.”

Una traducción literal de la versión de Luca Nervi podría sonar así: “Salí de la ciudad, yendo solitario, siguiendo el camino del río, al encuentro del barco que aguardaba, sin saber cuándo llegaría.”

Primeras perplejidades: “andando solitario” = refleja la soledad en el sujeto; mientras que “al encuentro solitario” = refleja soledad en el contexto o situación.

Otra traducción posible al italiano sonaría así: “Uscii dalla città, riva in giú, all’incontro solitario del bastimento che aspettavo, senza sapere quando sarebbe venuto.”

El traductor amplía agregando sintagmas, probablemente para acomodar la prosa de Di Benedetto al oído y la cadencia de su sintaxis italiana.

La segunda oración de Zama dice así, en el castellano perfecto de Di Benedetto: “Llegué hasta el muelle viejo, esa construcción inexplicable, puesto que la ciudad y su puerto siempre estuvieron donde están, un cuarto de legua arriba.”

El traductor escribe la segunda oración de Zama de la siguiente manera: “Giunsi fino al molo vecchio, costruzione inesplicabile, giaché la città e il suo porto son sempre stati dove sono adesso, un quarto di lega più a monte.”

El traductor opta por elidir el adjetivo demostrativo (esa: quella), quizás para preservar la brevedad y el sonido. Acaso el traductor evite el demostrativo en italiano por tener más sílabas y una doble consonante, lo que le daría un peso sonoro más fuerte. Elide el quella quizás para no detener la lectura del texto en esa frase. El sentido permanece intacto. Donde Di Benedetto dice “arriba”, el traductor dibuja un ente que no está en la predicación e incluye “a monte” (un cuarto de legua más hacia el monte). Elige interpretar.

Tercera frase de Zama: “Entreverada entre sus palos, se manea la porción de agua del río que entre ellos recae.”

“Manear”, en el María Moliner, dice: (de “mano”) 1. tr. Poner maneas a un animal./ 2. Manejar.

Pero claro, los diccionarios iluminan en su estupidez.

¿Cómo escribe el traductor el tercer párrafo de Zama?: “Attorno ai suoi pali s’agita e rimescola quel tanto d’acqua di fume che vi entra.” “Entre sus palos se agita y se mezcla aquella parte de agua del río que entra”. Donde Di Benedetto pone “se menea”, el traductor usa dos verbos: “se agita y se vuelve a mezclar”. Donde Di Benedetto dice “que entre ellos recae”, el traductor anota: “del río que entra.”

Di Benedetto pinta un cuadro con imágenes en movimiento. Pinta el movimiento del río. El traductor resuelve, interpreta, escribe su Di Benedetto.  

Cuarto párrafo de Zama: “Con su pequeña ola y sus remolinos sin salida, iba y venía, con precisión, un mono muerto, todavía completo y no descompuesto. El agua, ante el bosque, fue siempre una invitación al viaje, que él no hizo hasta no ser mono, sino cadáver de mono. El agua quería llevárselo y lo llevaba, pero se le enredó entre los palos del muelle decrépito y ahí estaba él, por irse y no, y ahí estábamos.”
Luca Nervi traduce: “Con la sua piccola onda e i suoi mulinelli, senza via d’uscita, andava e veniva, puntuale, una scimmia morta, intera ancora e non alterata. L’acqua, di fronte al bosco, era sempre stata un invito al viaggio, ch’essa non aveva intrapreso fino ad essere non scimmia ma cadavere di scimmia. L’acqua voleva portarsela via e la trascinava, ma le si era impigliata tra i pali del decrepito molo ed ora stava lì, tra l’andarsene e il restare, ora stavamo lì.”

Elecciones semánticas y elecciones estilísticas. “Entre el irse y el quedarse” no es lo mismo que “por irse y no”. Eso es el estilo de Di Benedetto. En castellano es un registro muy típico de la oralidad. Hay un estilo en esa búsqueda, en elidir el verbo: “entre irse y no (irse)”, entre irse y quedarse. Esa idea de vaivén que recupera la frase de Di Benedetto. “Quedarse”, da la idea de voluntad, mientras que “y  ahí estaba él, por irse y no, y ahí estábamos” pone a Zama y al mono en un vaivén.

Quinto párrafo de Di Benedetto:  “Ahí  estábamos, por irnos y no.”

Pier Luca traduce: “Eravamo lì, tra andar via e rimanare.”

Las perplejidades podrían seguir hasta el absurdo.

¿Qué se considera mejor en una traducción?
¿En qué sentido puede ser efectiva una traducción?
En tanto y en cuanto muestre los recursos narrativos, motores discursivos y alusiones semánticas que la obra manifesta y tiene de suyo.
Entonces, quizás, la efectividad se mida con una vara que está en la misma obra.