28.11.25

El viento y los pájaros, por Santiago Armando

 

A Juan Manuel Gioannini

 

Yo creo que el estructuralismo en Venezuela, y me temo que quizás en todos los países hispanoamericanos, tenga la misma significación de cuando los conquistadores le llevaban a los indios aquellos collarcitos y todas esas cosas, y los indios se entusiasmaban con ellas. El estructuralismo produce esa misma cuestión en el hispanoamericano. El hispanoamericano se seduce, al igual que el indio se seducía con los collares. Oye cualquier texto o fragmento de Foucault y le produce lo mismo. Es capaz de cambiar el oro por el collarcito de Foucault.

Lorenzo García Vega (Entrevistado por Revista Escalandar, 1985)

 

Obsérvese la mala fe del sujeto/yo en semejantes tesituras: invención de la enfermedad mental. Una ciencia orientada a gobernar lo otro, incluyendo a los demás humanos, casi nunca capaz de describir serenamente todo, y ante todo uno mismo, que acaba promoviendo una policía de trances; la vía ardua, con abundantes ejercicios de mortificación, será lo elegido como legal. Y sensato. Y decente. Y hasta sano.

Antonio Escohotado, Diarios póstumos

 

Y es que la literatura, entendida como un gran experimento que se hace con los límites de lo humano, debería ser siempre eso: un detonante, una catástrofe que provoca cambios irreversibles en la vida. Un factor de desequilibrio. Cuanto más dotado está un libro de verdadera grandeza, más capaz es de fecundar formas de locura adecuadas a esa grandeza. Pero todo esto es raro y poco oficial. Llegan los críticos, los profesores, los intelectuales, fríos y serios como los conejos negros que se acercan a la cama de Pinocho. Tenaz y paciente, la mediocridad vuelve siempre por sus fueros.

Emanuele Trevi, Algo escrito

 

 

Siento mi cara caída

recuperarse de no dormir

con café, Rivotril, tabaco

Con la farmacia se vive

¿Qué importa ya

ser tildado de sionista,

comunista o burgués?

Me voy transformando

por el oído

tengo un mamboretá en el oído

un tata dios

que trabaja como una grúa de puerto

acomodando los sonidos saturados

detrás de mi facha no soy humano

soy un sinfín de caracteres

que se saltea las pastillas recetadas

para mi alienación y muerte

 

*

 

De qué sirve

una playa con palmeras

y un mar turquesa

con la mujer amada

sin fumarse uno,

o un jardín iluminado

para una fiesta

con bombitas Edison

y música perfecta

bailar sin fumar,

o un recital

en cualquier lugar,

o en la cama

por primera vez

¿Cómo amar?

cómo prepararse

con la imaginación

en ese trance de semanas

de un gran amor

sin una sativa

o aliviar el dolor

sin una índica

yo no lo sé

No sé vivir sin el porro

 

*

 

Nado en un banco

de algas de porro

porro de mora

de frutillas y bayas

me acarician

me las froto

y me las como

ahora soy en la corriente

una gelatina con choto

que mira el robot submarino

 

*

 

Ah si tuviera un mar

que limpiara mi cuarto

y una red de trata

de jugadores de fútbol veteranos

me llevara a jugar

a las ribera maya

olvidaría en un segundo mi paisaje

mi familia, mi teclado de ceniza

y mis manos gordas,

me pondría los cortos

me broncearía

y llevaría mis semillas

 

*

 

Flexiones al revés
con aplauso en las tetas
¡Eso!
Clavando en las rocas de Ibiza
Lagarpijas con sombra de cortinas
birrita porro
cae el sol y ¡flop!
Guampas y un Anubis
bajo la luna
quebrando los brazos a la mañana
para trabajar en Turismo

 

Una playa retirada

Y mi delgadez para aprovechar estos

últimos años de fulbo ah

y culos con arena

una bolsa de porro con lillos

La casita en los médanos

con macetas de cien kilos de tierra

para mis plantitas

y el Starlink para los poemas

 

Antes iba solo a los cines

Lavalle, Corrientes, Belgrano

a ver Mundo Grúa

Las de Shohei Imamura

Pizza, Birra y Faso,

Las iraníes

Antes que anochezca

Ahora voy con los viejos

al de Nordelta

A ver Homo Argentum

con Guillermo Franchella

 

*

 

Fui al médico

Me encontré con un viejo amigo de River

Se hizo una vasectomía

Y le dijeron que no coja y no juegue al fútbol

Por un tiempo, cosa que no hizo

Y se le puso el huevo enorme

Me contó de su vida

Le ha ido bien

Tiene dos hijas

Una casa en Nordelta que no usa

Sale con pendejas

Y a mi se me fueron estos años

Escribiendo al pedo sin mis

Culos con arena birra y porro

 

*

 

Mamá me hizo el cuarto

Pobre vieja sin mucama

Limpiando mis desperdicios

La escucho llorar

Quejarse, “76 años y

Limpiando el cuarto del nene”

Salgo al jardín a fumar

Mamá tarda dos horas y media

Más rápido que la paraguaya

Y se va al masajista

Y vuelve y me lleva a la

resonancia magnética en San Isidro

por nuestro barrio de calle Laprida

El ascensor me dio miedo

El resonador no, mamá entró y me esperó

volvimos escuchando a la psicópata

de Yanina Latorre y luego a la Calabró

Llegamos, me hago un mate

Y pellizco una rosca cremona

Que mamá compró

Este día lo ofrezco a Dios

Para que la mire

 

*

 

Dejé de putear a Riquelme

sacamos doce puntos de doce

cuatro victorias al hilo

creo que el fondo lo tocamos

en el 0-2 contra Newell's

el semestre pasado

yo estaba internado

y pedí un inyectable para dormir

al día siguiente me peleé

con mi compañero de habitación

hincha de San Lorenzo

pero todo eso pasó

ahora quiero salir campeón

 

Hoy mataron a un militante

universitario de Trump

Se llamaba Charlie Kirk

Estaba en una carpa blanca con carteles

Sentado, relajado, hablando

En una universidad de Utah

El tiro le entró en la yugular y el video

muestra justo un milímetro

primero el chorro y después

cómo le abre el cuello la bala

y le cae una cortina de sangre

sobre la remera blanca

Tenía treinta y un años

y buscaba roña en las universidades

El disparo, según el diario

Fue a ciento ochenta metros

Había declarado: "Vale la pena

el costo de, desafortunadamente,

algunas muertes por armas cada año

para tener la Segunda Enmienda".

 

*

 

Pastillas de la tarde: cuatro,

libritos de grasa: tres

huevos: dos, y aplanamiento, el

mate frío y el pucho dan

dolor de cabeza

pero no quiero bajar

a calentar más

por la rodilla

tengo un cuerno

del menisco levantado

me van a operar

algún día. nada, voces

pájaros, bocinas

preciosa tarde leyendo

un libro océano

desde que uso anteojos

y meto mi belfo entre las páginas

ver las letras me marea

 

*

 

En el Reconquista

había visto un submarino blanco

de cuello alto

como una torre de marfil allí

en la suma de la civilización

con periscopio

 

Muere en las alturas

mucho más alto y lejos

allá en el Monumental

el Chilavert Chavista

pelea contra Iron Man

 

Millones a la mañana

por la Panamericana

a velocidad peligrosa

escuchan a Feinman

y se van dando manija

para el día.

 

Lo primero que vi en la Bombonera fue

la calva dorada de Roberto Mouzo

 

Ignatius Reilly

se metió en el bolso

los chocolatitos importados del café

que rebalsaban la frapera

en la ventana de la cocina

donde era mozo

después de que le tocaran el orto

y se fue

nunca pasó

de aprendiz nocturno

sin plata

en esa ciudad de mierda

que no tiene salida ni en la muerte

 

El rostro de Rikifór

en los Móais

de la isla de Pascua

se encendía

 

Los Móais de los Rapa Nui

en la Isla de Pascua

se venden en Once

con la cara de Ricky Fort

brillando bajo la luna plateada

estampados en frazadas de pólar

y en toallas

 

Los móais

que estuvieron allí

por milenios

Son llevados

por elefantes que marchan

al bosque de ombúes

 

Perdí un cómplice

Y un amigo

Sabía

Que no

Debía confiar

En borrachos

Y toxicómanos

 

como una lampalagua

enroscada al verso

del árbol del poema

yace el verso verde

con teclado de pena

 

Invasión chilena

 

Empezó en la parte oriental de las ciudades,
el control del tráfico chileno nos empujaba hacia el este,
yo salía de visitar a Ducatenzeiler y tenía psiquiatra y estaba mi viejo,
pero vi a los chilenos empujando
y comencé la guerra de azuzamiento a sus tenderetes
por el lado oeste, enormes movimientos de tierra venían levantando
y escondiéndose detrás, vi las cordilleras de tierra y los villeros
que metían en medio, había que tener carácter y robarles los vehículos,
sin armas hasta ahora, se escondían y avanzaban como cuises,
entonces había que salir a echarlos y nadie hacía nada y ganaban el este,
había cambiado el cielo y yo les empujaba las cañas con la tela de bolsa de cebollas verde,
ah chilenos del orto, me daban porro y conversación, tenían lindas putas importadas que intrigaban ¿Dónde estaban todos? Mi psiquiatra trabajaba para ellos pero conseguí mi Tesla y mi porro, perimetraban las ciudades y las abrochaban por el este, rodeaban todo de villas, el rock & roll había desaparecido, porque con el rock se asustaban, se asustaban del ruido del scratch de las bandejas de dj y de las guitarras distorsionadas.