23.10.23

No para el tiempo, sino pasa; muere, por Jorge Cuesta

 

 

No para el tiempo, sino pasa; muere

la imagen de sí, que a lo que pasa aspira

a conservar igual a su mentira.

No para el tiempo; a su placer se adhiere.

 

Ni lleva al alma, que de sí difiere,

sino al sitio diverso en que se mira.

El lugar de que el alma se retira

es el que el hueco de la muerte adquiere.

 

Tan pronto como el alma el cambio habita,

no la abandona el cambio en lo que deja

ni de la vida incierta la separa;

 

se aventura y su riesgo sólo imita

al tiempo entonces su razón perpleja,

pues goza la razón, más no se para.

 

 

Tomado de: Poemas y ensayos, México, UNAM, 1964.-