I
La casa junto al río
Que pasa dejando un fragor
Atenuado por la oscuridad.
Desde la habitación
Y desde la cocina por sus
ventanas
Se pueden ver las hojas de los
árboles
Y las malezas que los rodean
Con un haz de luz del
reflector,
Y el pasto húmedo
Cerca del pasillo
El viento cierra las puertas
Y el aire es raro.
II
La brisa y el viento
Cruzan el mar
Sentada a las mesas de los
cafés
Una muchedumbre ociosa,
Al borde del mediodía
Bebe en vasos rojizos.
Las nubes se asientan
Llovizna y sale el sol
Al mismo tiempo volvemos.
III
Camino lentamente
Por la galería
Hasta llegar al frente
Donde está el alambrado
Me aguarda y pone su palma
En mi hombro
El sol se esconde
En el horizonte
Una imagen
O una fotografía.
IV
Comienza el aguacero
A morder los umbrales
Constantes y fuertes.
Nos refugiamos
Bajo la pared de enredaderas
Hasta que pase el temporal.
Después corrimos
Con la ropa muy mojada
Y las costuras empapadas.
En los rostros había
Un signo de incredulidad
Se extiende para que
Aquellas voces
No se interrumpan
Nos acostamos temprano
Las gotas se arremolinan
Sin que se lo advierta.
Es la última vez
V
Los días felices
Sobre la mesa
Las migas de la cena.
Se abandonan a los pensamientos
Unos y otros.
Se queda en silencio
El ropero de caoba
Tiene una muesca,
Un golpe.
Siempre rozando
Veo esa presencia en la noche
VI
En el bar de la juventud
Perdida nos arrimamos pensando
En los días pasados
En la ventana que da a la
calle,
Todo se escapa
Por la avenida transitan
Pasajeros
El tiempo se alejó