1.11.19

Encontramos lo inusual donde estamos siempre, por Cristhian Monti




Pienso en eso mientras veo caer
el sol desde un colectivo,
asiento 23 ventanilla.
Al toque la noche deshoja los árboles
y transforma las ramas en rayos opacos.
La ruta está poco transitada, creo que
sólo nosotros la rodamos.
El niño de la fila de adelante
descubre un foquito en medio del campo
y festeja su descubrimiento: ¡una luz!
Ve una estación de servicio:
¡otra luz! Y a medida que el colectivo
se acerca, se multiplican
así que el niño inicia
un conteo en voz alta
¡otra luz!, ¡otra luz!,  ¡otra luuz!, ¡otra luz!
y cambia su tono como la intensidad de las luces.

Aquella vez las luces caían sobre la pista.
Me gustaría darle gracias a La Luna.
A través de mi ventanilla,
la veo en su pose funcional
y le hago cruzar por el pasillo
hasta los ojos del niño.
A él le cuesta pero finalmente la descubre:
¡otra luz!




Tomado de: Cristhian Monti, El camino de la liebre seguido de otros poemas, Rosario, Iván Rosado, 2014.-