2.5.17

bambú y ombú, por Manuel Alemian




1/ (Nunca serás gris)

Hay una hormiga
roja
que lo pica
en la lengua.

Hay una morcilla
que troza
y le cae mal.

Hay una demonización
en su propio concepto.

Hay dos guitarras
en su lar familiar
que pudo
y no supo pulsar.

Hay tres guitarras
mientras comía
temor y fe.

Hay amor,
por supuesto,
si no por qué.

Hay una llanura
donde está el ombú,
y en un valle
el bambú.

Hay un camino
de tierra
y un sendero
de piedra
similar.

Hay que dar
indicios

Hay que usar palabras
así,
como cosas,
como las letras,
como la amargura
que se va,
vuelve
y se va.

Hay que desnudarse,
sacarse la piel
aunque se pierda el olor,
el aroma
perfumado
de bambú.

Hay que hacer las cosas
de una vez.

Hay que despertar,
ombú,
de la siesta.

Hay que pedir
el cenicero
a la moza
que tose:
“por vos,
por lo que te hace
a vos”.

Hay que aclarar
la confusión
del corazón,
de la cabeza
los errores.

Hay que aceptar
que falta filo,
el sencillo no alcanza
ser cursi
y sentimental.

Hay un runrrún:
que el ombú
está chapa.


2/ (bambú debe tener el amor de ombú)

Si me muestro
en mis cicatrices,
en vos
me ahogo
en un llanto
que no inhibe
lo que amo
hoy,
ayer y mañana.

Si un rato
soy optimista,
otro rato pesimista.
Si entre un rato
y otro
pasa un hilo
de caña
de bambú...

Si me pierdo
en los colores
de la paleta,
no escucho bien
lo que me dice,
igual me esmero.

Si no todos
los pájaros duermen
de noche,
ombú.

Si la veo pasar
y no es ella,
no es nadie,
es un pensar,
un pesar.

Si se pierde de vista
la línea,
la línea de bambú,
ya no hay referencia,
me seco,
me seco.

Si fuera imposible
amar demasiado...

Si lloro
y soy feliz
soy pleno
y broto.

3/ (Amarte me hace amarte)

Ay, mi Misha!

Ay, bambú,
ay, ay, ay!


4/ (Equipaje para tu viaje)

Escucho solamente
una música
que no entiendo
pero viene
de tu lado.

Sino ver
a través del futuro.

Astrakán
me da escalofríos.

Bambú
pinta
con el aliento.

 “Hola siempre hola,
nunca, nunca chau,
mucho mejor!”.

Sí, es cierto
que me cuesta,
que a veces no sale
o sale mal
lo que escribo.
No obstante
sigo,
te amo
y te escribo.

Movimientos
en un terreno limpio
-arrasado-,
fértil.

Ella hizo el duelo
dibujando.

Movimientos:
se vuelve
a creer
en la imaginación.

Día de otoño,
el aire fresco
a frío,
qué digo!,
no conocemos
juntos el frío.

Duermo
y me armo,
a veces no,
me desmayo
y lloro.

La verdad
que soy,
eh?

Malestar
o bienestar…
son como la mise en scène
de un mundo
de ficción.

Palabras
dadas,
seis gorriones,
palomas,
palabras,
palomas,
un té
verde.

Te enseñaré a manejar
ahora, hoy,
ya.
Asomate a la ventana,
jajaja!

Peces
en el estanque
que miramos al pasar.

Hay dos personas
solamente:
la positiva, la libertad.

5/ (Kit de acuarelas)

Siempre pinto
con mi kit
de acuarelas de bambú.

Me informo
sobre el clima
en Astrakán.
Me acuesto.
No duermo.

Cae la tarde
y mi vista mengua;
crece la ilusión.

La pasa a buscar
bajo una lluvia torrencial
a la salida
del doctor.
Ella está bien.

En un momento pensé
que me odiabas.
Nunca me lo voy a perdonar.

Quiero que llueva.
Me gusta mojarnos
al caminar a la par.

El tapado negro,
largo,
que te quiero regalar:
$ 1.900.-

Tomado de: Manuel Alemian, bambú y ombú, Ediciones Marfil Seda, Buenos Aires, 2012.-