U N P
O C O
Maestro,
te decía
el francés
que trabajaba de archivista
en el
establo del pasado.
Cuando era más que un sueño.-
B A J O B E L G R A N O
Budha mirando la vejez.
En un carro,
la vida,
la volatilidad del alma.-
B A R R
O
Aquí,
en la otra cuadra,
la que es
paralela a la avenida.
En una boca calle donde dobla el desconsuelo,
hay un hotel;
los pasajeros de ala ancha
duermen un sueño de embolsado dulzor.
Nadie puede arrastrar tanta melancolía.-
V I A M
O N T E
Ladrillaje sin humo
de ambiente tapizado,
de vela rojiza.
La vaguedad de citas
de los poetas pobres
que demolían de fracaso en fracaso,
que no hablaban.
Dos cuadras atrás:
olvidaban
los cuadernos.
Cortaban las luces,
Otro comercio del olvido.-
Ella
Esta otra también está
ahí. Una mujercita pequeña, sin
teléfono, con sueño en el rostro y rasgos de maquillaje caidos en la alfombra.
Levantando la vista hacia el
ventanuco.
Ella es un tono opaco, una
cadencia. Los ojos pequeños, las manos frotadas.
Sueña. Sueña con paisajes,
situaciones románticas y dinero. Vil metal que derrumba una existencia de
hoteles y días de veinte pesos. Un dinero
para asegurarse hasta el fin de los días.
Junta, vaya a saber cuántas
miniaturas en sus manos, y observa los libros de portada lujosa.
También metamorfosea un acto de
lectura por pálida tarea de amor al prójimo.
El mismo que la encerró, quizás
para siempre, en este pueblo de identidades marchitas, donde ni siquiera
llega a ser un legajo, un trámite en
ejecución.
Pobre de todas las miserias, el
espíritu no alado que trata de resarcirse sólo a través del cuerpo. Belleza a medias con cosméticos baratos.
Una mujer desnuda entre el
techo y cuatro paredes.
Si se pudiera permitir un acto
majestuoso, casi como que el mundo estuviera a su disposición.
Ensueño; las luces del alba
apagan su intensidad.
*
Había algo que recién ahora
comprendo que nunca me di cuenta en la mirada de ese hombre que sufría había
vivido una larga vida quizás si es que se puede medir si los instantes no son
tan si la tristeza siempre embadurna ese gesto de ir ese deambular por
consultorios farmacias me decía y si le puedo ganar unos minutos y entonces era
como correr esquivar y arriesgarse aunque dijese me las sé todas casi y uno
sabía que era un último día ya no tendría con quien hablar de pájaros
madreselvas camino pisado pastorear bailes del 40 despedida se iba de la vida rimas
cortas estoy cansado te parece que no le pongo voluntad yo no me dejo caer en
la depresión y si viene no se queda más que cinco minutos buscar abrir prender
a todo volumen no chingarla y sí me dicen que murió me ocultan el suicidio me
desvela y todavía me preguntan yo creía que usted sabía en Rosario haber
trabajado criado los hijos nietos taxi obrero estoy pagando los desvíos de antaño no dejo más que éstos
discos el resumen tangueado oscurecido en esta casa no entra la luz viste qué
fresco que es pero no hay nada como marchitar echándose culpas no me puedo
imaginar San Nicolás sin vos andando calle te cambio otro paisaje otra ciudad
va se queda con el nombrador esos atardeceres lo que no existe es como un
cuerpo mirada gesto afecto qué es un amigo esperando mirando tanteando tiempo
ese yo inalcanzable todo se reduce un pie ojera camisa ahínco diente dolores
inimaginables inyecto vómito caída así es difícil seguir no te dejo una seña un
envido un 3 a
vos que te gusta el juego ésta es la última mi última carta me la juego y tengo
tanta mala suerte que no tengo nada ojo vacío acumulado el cuerpo vos sabés lo
que es eso no ustedes qué dicen así no basta que no aguanto más me vengo un
segundo te acordás claro no sé nada todo pasa voy a estar en el jonca y un último
chiste riéndose parte o pasa a otra forma como te gusta decir se terminan los
recuerdos te das cuenta lo que te estoy diciendo cómo dice cae en absoluto anda
a endilgarle algo cómo lo vas a recordar con alegría porque sino las almas se
apenan se adueñan de esa pena de cada tanto.
Nadie entiende a los suicidas
no comprenden se está bien así no te vayas a creer pensar soñar madriguera
acerca ya no me podes mirar un hombre un hombre helado en manía terso era no la
palabrita violentamente lo que más impresiona es la sangre porque si me decís
que tomó pastillas bueno pero también si se tiró de la azotea todo machucado como de adentro quién iba a
decir que íbamos a terminar así hablando de cosas uno no deja nunca me estoy
poniendo refranero melodramático si pudieras ver desde aquí que yo digo las nubes tapan un ratito y se
van encrestadas a puro no sol qué se le va a hacer estoy y no se me ocurre nada más que este estar como
quien escucha no te pongas nostálgico parece que no fuera cierto todo tan ordenado
los papeles en cada cajón los documentos enceran el piso limpia los cuadros las
fotos de los muertos dentro de poco va a tener que poner la mía me caía tan mal
todo lleno de fotos no sé parecía nichos amontonados imagen esmaltada faltaba
el florero venir a poner la del bisnieto pobre a quién se le ocurre si no tiene
nada que ver con nadie déjalo solo tenía ganas de pero vos sabes cómo son las
cosas mantenerte con la convivencia despatarrada la cocina todo ahora vuelve a
su soledad que me crié medio huérfano
pero cambió uno no se la imagina hasta que pasa a veces de golpe un tero entre las patas la inconstancia de
parientes y te venís acá creyendo que era tu destino minga quiero le iba a
espetar pero ni al truco che de martingala vuelta a la rutera “cazá el bufoso y
chau, vamo a dormir “.
¿Descansará en paz cuando uno
se suicida? tiene la persecuta que el
portero le mira el plástico de la transparente sonda en extraña perspectiva
entre superior conmiseración curiosidad chusma de barrio y cierto sentimiento
casi humano no se sabe parecido a la amistad quebrada de extranjero diríase ¿puede
haber acercamiento? no son parecidos en un mismo edificio de casualidad le digo
hay palabras que superan la vista ganas de rajar de ir de ir a cualquier otro
lado mercado alineado a la aurora toda la noche despierto remando el abandono
de quien se dejó a sí mismo ante el miedo de hablar que muestre su incapacidad
voces enfrente camino rengo entre sílaba espera escuchando siempre arriba de
algún tren miseria de vida leyendo oteando los médanos me olvido pero suena a
otro país que había dicho el guía humedad maizal no es falta el poeta que vaya
punteando la milonga pa´ que no se enoje naides ese calefón metido entre el
pajonal los desperdicios de basura tirados especies que uno cree desanimadas
especies pasto la siniestra variedad del guanaco martinetas extensión imposible
degradando al hombre no quiero repetir las palabras así hasta que anochece en
la sombra se pierde ¿no se descabeza un sueñito? va a quedar con los párpados
inflamados de tanto jugo reconcentrado ojeras sanguinolientas.
No le decía yo cada lapicera le
marca el estilo ciego de andar mezclando solemnes cansado de prender la luz
para anotar él no vive en Villa Del Parque se estaciona allí unas horas dejando
pasar el tiempo que lo pasa haciendo
creer que está conforme.
Ahora después de tantos años
reminiscencias venir a morir en la planta baja de la ciudad raleada pegado a la
radio escuchando orquestas voces agrietadas viviendo del recuerdo mis gritos de
noche la espalda la cintura delicada forma que tuvo la enfermedad en
presentarse los desvíos los remedios zumbido tengo la cabeza fresca está bien y
no dejo lugar a la tristeza mientras evocativo y dulce el viejito va desmenuzando como un lunático
resistiendo con el alma mirá que tuve mala suerte el doctor se abrió y me dejó
el azulado color de la piel el reflejo requiebre mordaza no veo nada nada más
que campo y gallinas tuertas gente tirada.
No hablé almíbar jaula una la de
este sinuoso barro (no iba a poner esa palabra) tuvo todo el equipo de música
los discos claro se le iba no quería hacer nada a lo último lloraba lo tenía
que levantar mesa fue carpintero taxista te estoy pidiendo no te escucho ahora
estoy sola en esta casa viene mi hija no tengo más pájaros apenas hay vida aquí
por qué no viniste antes? no te enterás si llueve tengo que hacer te estaba
esperando mañana viene el doctor el lunes voy al hospital me podés acompañar al cementerio llévame a la tumba lo
voy a cremar no queda más el cuerpo nunca me imaginé que haría una cosa así me
llamó el mismo miércoles para arreglar si nos podíamos ver el viernes el no
quería que los demás estuvieran como decís vos te tiraste todo el dinero
tristeza sacaron el copete la foto la pareja bailando la cama está tapada el
silencio está cubierto no me digas frases hechas no me escribas secreto se
enteró todo el mundo a mí me sacaron ni el arma me devolvieron ¿querés creer
que yo no sabía nada? voy a vender todo
llévate lo que quieras eso como que está llena atosigar sombras es lo que se ve
sobre la pared pero decíme qué
detallista sos no conociste la fábrica el pueblo de Santa Fe ciudad desértica
una milanesa al mediodía y él ya estaba aprendiendo el oficio no se quedó en la
escuela la caliente furia vení soy la viuda se dio todos los lujos eso ya lo
dije estoy menos a soledad cuando alguien llama hacíamos un pozo y poníamos la
botella de vino para que se enfriara digo hay un té estás emborrachando es todo
igual en la mitad de cuadra gente buscando como cuando tenías veinte años
aflige si podes me han dicho que viene
sólo un suicida sabe lo que hace.
28.01.2013
E L
S E C O C A N T O
Está totalmente loco el hombre
que come lentejas en la vereda del bodegón con un rosario un suéter la bolsa de
la vida junto a las patas de la mesa el bolso rojo la soledad entera para colmo
el sol le da en el único lugar donde si cruzas los cubiertos no se llevan el
plato llega otro parroquiano se sienta a la misma mesa en otra silla unas hojas
del árbol la mosca endeble el padre habla con el hijo el otro toma agua mineral
se lleva el pan el pan que no fue bendecido la alimaña baja de los azulejos una
señora prepara la ensalada el vino en el vaso se mueve al ritmo de la luz unas cruces de plata un viejo aceite el
chaleco es como si el día volviera a
nacer tierra cubierta contra el suelo.
Va hasta Mataderos pampa ayuno vaya por las hileras no
se me haga el viejo.
( HABLA UNA MADRE, APENAS LA
VOZ DEL PADRE Y EL ABUELO PATERNO )
Te perdiste la oportunidad de
quedarte callado bien vestido y con una sonrisa se te abre el mundo bien limpio
por si tenés un accidente en la calle me alegro que me hayan visto un hombre
sin carácter es un muerto que camina es de Florencio Sánchez entró la alegría
de vivir a la casa siempre conseguía la cultura la manía persecutoria me engaña
con el libro debajo del manual no se duerma el título me lo debés a mí un R.C.
no habla con el vigilante de la esquina dónde cree que está la carpa el tablón
las caras los chicos los escalones la yuta la piojosa quién es? No sé cuál es la voz que estoy oyendo la del
padre le contesta la de Dios la mayor el tema del empeño el sobrino no quiere
reconocer la ayuda los pesos puestos en la encíclica para el estudio que
terminó en empleado en botija de escritorio de farmacia chuenga que fue
imprentero colocador patrón socio qué
fortuna para la familia terminó con la desdichada miseria la canela del
misterio y ahora.
O T
R O
La loma del peludo qué
expresión más antigua no no lo he releído dijo Jorgito quiero ver algo tuyo
vienen pacientes repito después quiero ver algo tuyo siempre es igual no
alcanza para decir más me olvido se sienta cierra la puerta escritura
automática películas en paquete pasos que caminan pasillo un poco de aire el
viento en los almacenes si se queda un poco quiere pedir algo más necesita otra
pastilla usted con qué la mezcla yo tomo pero lo dejo estar donde estaba esa
pared la tiraron dejaron espacio pero ahora les queda grande para hablar
siempre lo mismo ahora otra copa pero no le decía yo? empieza con un malestar
estómago no repito pero luego después de tanto me va a bueno no la gente
siempre dice lo mismo me tengo que expresar las voces se filtran igual que la
luz y nunca supe que iba cómo va a entender sabe una cosa? yo me canso de ser
como soy mi palabra la intención encuentro vacía doy la vuelta cambio un tono
remarco pero ya ve sigo sin entender aún hablo renuncio un camelo la verdá si
soy una lluvia justo se vino a largar pero se conforman con su pequeña vida lo
de siempre levantan güeno qué me cuenta sí una época dura con el psiquiatra la
mano cambiada de un médico iba a otro le lloraba la carta tenga cuidado me
decía pero ya tenía dos recetas en el servicio de urgencia no me querían
atender así se cuartea hasta el viento voy adónde cansado estudio pero yo que
los juzgo también repito la inconsistencia soy lo que queda de mí.
El paisaje es la gente el
hombre el que va por los caminos sediento de hospitalidad se mete en el boliche
y antes de sentarse empiezan las historias los turbios decires el proveedor del
que fue dueño de tantos negocios ahora
no es más que figura apagada sostiene su pena sobre el bastón mira
saluda y hace la cola para subir a un
colectivo después de hacer chistes cuentos sobre muestras mundiales que ganó
Argentina en una el mejor clarete en otra el champagne él agrega las mejores
mujeres en esa melange difusa medio argentino porque no sin embargo algo siente
se escabulle mostrándose alegre es un trágico un símbolo perdido empecinado con
los ojos la abrumadora soledad se olvida de él fue así cada mañana despertar un
desayuno pobre cambiarse llegar a lo que tantos llaman el centro el bajo city
porteña pero él entonces no se preocupaba por límites barriales o esquinas sin
ochavas cariátides era un simple empleado rápido para llegar temprano al café
en ese entonces.
UNO
Quería decirte una cosa como no
puedo leer escribo el vacío lo siento igual la memoria por qué iba a empezar
distinto con un ser al costado sin mucho escenario no salteaba ningún personaje
comedia drama monólogo palabras con palabras quiere arreglar todo mi tiempo
tira e interpreta solo en la forma que es alejamiento no aguanta ropa a su lado
ni ningún resto que le despierte las manos las cabezas la distorsión de lo real
le había quedado pendiente unos renglones atrás simplemente olvidado: “cuando
uno tiene un problema está pensando en algo obsesivamente se olvida pierde el
hilo “ decía el maestro espiritual ahí estaba la cosa lo justificaba y al mismo
tiempo se justificaba ella misma esa señora grande de anteojos ponía los brazos
sobre la mesa y escribía en un cuaderno concentrada su amigo le había quedado
esa costumbre que aparecía cada tanto una palabra la cambiaba modificando el
sentido.
Es el mismo cuando escribe
prosa que cuando poetiza el mínimo lápiz la lapicera aquello que es el presente
que siendo pasado no aspira a nada se sientan los dos en el bar y el más joven
le dice el tiempo no existe claro es una cosa dispuesta desde antes le contesta
el otro más mayor con la boina el bastón prolijo mirando la vida desde la
ventana no obstante se puede levantar lo abraza se ve que hace mucho que no se
encuentran el joven está grande el mayor
tiene lentes de aumento grande el viejo espera se pone contento porque lo dejan
salir del geriátrico y mirar recuerdo hablan como siempre sólo pasado filmaba
cuadros que no existían imaginaba lo único que salía del Di Tella y la modelo
rubia que tenía cara de clown y el joven llega a ponerle música porque tenía
voz acatarrada y estaba en el fondo ese lugar desde el cual nadie podía llegar
a que un batero cantara y la película era un vértice un desmadre de imágenes y
era como que había secuencias sin lógica desargumentada sin diálogo blanco y
negro gris de corridas sin hilo el más
joven no se sabe si lo frecuenta porque se dan un largo abrazo como si hiciera
mucho tiempo que no se ven y es una película de otra película donde no hay nada
más bello que un recuerdo “ un tiempo florido “ y después pasan al geriátrico
donde está internado el hombre grande ahí tiene una computadora va pasando
otras películas que hizo propagandas y viene su pareja que lo visita siempre le
pasa el brazo por el hombro es lo último que le pasó de vida porque al cabo de
unos meses queda duro sin aliento en el edificio húmedo y es como si no hubiera
quedado ni la pequeña huella la gorra arriba de la cara los ojos la boca el
aire cortado por palabras querendonas.