girondo
arremangado
nuestro tortugo cruza el otoño
como piedra sin padre
día a día
apoyamos la palma de la mano
en el caparazón
apenas
las patas traseras se mueven
dejan de hacerlo
su nombre es girondo
“el que rueda lento
hacia el sueño”
sabe que lo mejor de soñar
es despertar.
el
gavilán
domingo
arranca el día en la cafetería
conductores pidiendo medialunas
hablando sin saberlo
de mi amigo muerto en la ruta
cuando iba derecho a desayunar
entre ellos
el gavilán -de él se trata-
estuvo la madrugada anterior
en el departamento de osvaldo
tragó media lata de heineken
anotó algo en la mitad del taco de papel
al lado del teléfono
y salió a morir
a unos kilómetros veloces
pocos
pero los suficientes
para salir por el parabrisas
después buscaron drogas en su sangre
y encontraron sangre
así como osvaldo encontró un día
en el corazón del taco
una nota del gavilán
y este poema como carne en picada
su brusco final.
osvaldo
hoy a la tarde
vino osvaldo con su muerte
al anochecer
se fue
y me quedé a solas
con la mía.
intro
del polema “final” (del libro el día
látero, 2003)
cuando mi padre
casó a mi madre
la cara de mi abuelo era de piedra
varios años más arriba
hicimos
bolsa
hicimos guantes
hicimos
un gancho curvo
para enhebrar los peces
por la boca
la última vez que lo vi
mi abuelo era un bebé.
crecen I
los años
crecen
crecen
crecen y crecen
hasta llegar a ser añicos.
ruta
un cachorro y su hocico
apuntan a un surtidor de nafta
mientras los hombres
pasan a upa de sus motores
en las comisuras de la ruta
siluetas de alamedas sueltas
encienden los recuerdos
en la noche de los pueblos
la vida es una alameda
corriendo por la ventana
la vida estalla
en el parabrisas dorado
viento limpia el polvo
de las alas que la vida
puso en besos
por toda la carrocería.
avión
sobre el partido
turbinas de un avión
que meten mano
bajo el ruedo de merlo
su sombra salpicando el partido de arriba abajo
abriendo en diagonal los barrios
vaciando los tinglados
como a un pez enchapado
limpiándolo de remaches y espinas
cruza carriles de rutas
y fábricas de droga legal
tira los párpados de los bichos
y por un instante labios y manos
calzan automáticos como el piloto
nosotros y los pasajeros
todos queremos calzar los ojos del otro.
hipopótamo
caballo de río
¿qué cara habrá puesto
el primer ojo que te vio?
quiero decir
el primer ojo europeo boquiabierto
frente al chapoteo de semejante molar
calculando frente al trote barroso de la familia
la cantidad de patas
peso y largo
comida y hábitos
envuelto en números y semejanzas
caballo de río y orilla macerada
¿qué animal es ése temblando en dos patas
frotándose los ojos
oliendo a humo y a palabras?
Tomados de: hernán. los hechos y las cosas, Alción editora, Córdoba, 2006.