8.10.18

Megan Amram: Carta a mi futuro hijo



Es extraordinario cómo no existís,
cuando he sido ensamblada y puesta en marcha con
tubos esponjosos específicos para parir. Al menos

sería preferible hacer brotar un hijo,
como pétalos emergiendo desde el centro.
Me disculpo profusamente con vos,

pero estoy satisfecha en mi egoísmo y
mi amor por esta muchacha que he creado.
Hoy observé a las abejas alimentarse,

la mezcla perfecta de peligro y música y frenesí,
y sentí que yo también podía revolotear y maniobrar.
Supongo que me recordaron a vos:

tu paso a tropezones, tu modo ausente de mamar,
tu mera adisión al enjambre.
Serías una larva rechoncha en una madreselva,

si llegaras a ser algo, pero no vas a
ser. Es algo que he decidido.
Hay una cantidad limitada de vida; tomaré

dos raciones. El pétalo y el pistilo.
Y por qué no el cáliz. La habilidad de compartir es mítica,
como vos, y ¿quién necesita otra criatura,

otro monstruo marino? Si ya tengo
mi escoliosis en la espalda; tengo mis huesos
por debajo y por encima de la piel

llena de la cantidad ideal de personas:
Una. ¿Cómo podría traer un hijo a este mundo
si lo quiero todo para mí?

La vida -llena de amor, flores, et al.- es ese derecho.
Lo lamento por mí, seguro. Pero sobre todo, abejita,
lo lamento por vos.



Traducción: Nicolás Ricci