C O M E D E R O
Son casi
las cuatro de la tarde.
Las ollas,
olor a fritanga.
Puerta angosta
que deja ver;
sonido viniendo.
Cuadros,
viejos cuadros.-
“Sí, cómo no, señor”.-
Una podría haber sido otra cosa.-
E L R
Í O
Cerca;
el muñón del río
cancelando sueños.-
A L
G U I
E N
Un hombre espera.
Ganó la costumbre de ilusionarse,
de no mirar a través
del ventanal.
E L
C O M
I E N Z O
Le escribo a la
noche,
al momento justo en
el cual
cruza el viejo vapor
y yo,
amante de los
puertos,
imagino ciudades,
piezas en donde
vivir sin temor.
Cerca de nuevos
seres
y de idiomas
imperceptibles.
Iría lento por las
calles
con el afán de enraizarme
a una apocada
nostalgia.
Inventándome otra
profesión,
un puesto donde
colocarme.
Creyendo que, sin
querer,
he hecho lo
necesario.
P
O B R
E Z A
Están los mendigos pidiendo.
Los viejos,
las niñas de la
“crencha engrasada” .
Aquellos:
“Señor,
que es para
remedios”,
aletargando la
queja.
Lástima.
Un rostro quebrado.
El brazo estirado.
Mi voz también decae
Ante la agresividad
extraña de pedir
comida.
Barrunto un cruel
asunto.
Falta por no
atreverse a pensar
que atrás de la
tristeza,
cae la moneda de
mensajes secos,
duros.
No queda más que
pedir.
J
U L I O
Mudez que sufre el
destello del frío.
Sorpresa de las
horas,
gimoteo,
destierro
prolongado.
Desazón. Dueños.
Castigo donde se
pierde el alma.
Esqueleto del mundo.
AGOSTO
El viento cruje con desesperación.
Lo verde sacude su milésima de agua
y se recuesta en otro adoquín.
Es sufrir,
lloriquear como ella.
No tengo más remedio que todo el mar.
Allá un casco,
una codorniz,
la lucha en un mástil por el que caminan preguntas.
Es cierto,
no hay tranvía,
ser, esponja o remo.
Nace la espuma, revolviéndose.
Cercos podridos, la historia:
Lazo sin arrimarse.
Otro día para enumerar,
no vaya a ser que nos quedemos sin palabras.
PLAZA CONSTITUCIÓN
Recovecos.
Abajo,
ventiladores
gigantes.
Sucios pisos,
material en desuso;
ruido amortiguado.
Reformas que nunca
terminan.
Seres anónimos
cargados de miseria,
caminan por sus
andenes.
Imágenes en las
paredes
redondeadas al
desgano.
MAGNOLIA
En los instantes en
que destiñe el frío,
cuando más allá de
las adornadas casas
se desvive el
desconsuelo.
Urdiendo intrigas
palaciegas,
manoteando
esquirlas,
sufriendo la
monotonía de bailes encaramados.
Aquella virtud de
tener horarios.
Abiertamente,
nada se puede decir.
Por la nostalgia
nadie ha muerto.
Lo de siempre:
los ojos raros, el
rostro expectante.
mil virtudes no han
podido con el orgullo.
Los deberes
o el renunciamiento.
Tener las manos ya
exánimes.
Asciende el color.
Silueta blanca y castiza
que la muralla del
río esconde.
LLANTO SIN COMPARTIR
Llora por el tiempo que pasó.
Las palabras empeñadas.
Los triunfos.
Siente un resquemor tenue;
los días debían avanzar presurosos.
A la vuelta
se dio cuenta
que envejecía,
aniñado y solo.
Incomprensible.
Inmaduro.
Contradictorio y tenaz
al recordar el pasado.
Los días oscuros
cargados de melódica depresión.
Aún nada.
Decidido a quedar envuelto
por aquello que,
siendo aire
es:
cápsula plástica,
vida embebida.
Tentado
a dejarse embaucar
por el juicio de sus contemporáneos.
Quizás. . .
por no animarse
al paso indebido.
Los dementes son obsesivos.
JAMES JOYCE
La noche,
la amistad.
es decir:
nada ha cambiado.
Por los dolores del
mundo se trepa una estrella.
Silencio de cisne
despertando al ángel de números ciegos.
Recordar:
Joyce dormía tras un
bate de béisbol, acechando la angustia.
Ojos amordazados.
Aquella virtud que
allana el escándalo.
Ríos de anguila,
repeticiones que
impone la obra.
Ígneo sacrificio.
Hay como una dicha
de tocar fondo junto a la botella de pálido sabor.
Hermano del alma,
la novia tan pura te
sigue buscando.
ESTOY
El sol alto,
durmiendo
y,
al mismo tiempo,
desplegando.
Estelas de luces
limpiando
lo último
o,
si se quiere,
los restos
de esta madrugada
infrecuente,
de arrabal dormido.
Quejas.
Palabras quedando a medias.
Corazones apretados de preguntar.
La sorda gota
resbalando,
cruzando
el vidrio de la ventana.
A través de ella
los árboles,
los autos.
Ciudad gastada anticipadamente.
Agrietada,
abriéndose en los vendavales.
Desdén.
Visiones inciertas.