22.4.25

Rugby lento y malintencionado, por Santiago Armando

 

 

15/4

No tengo aire para dormir, son las cinco menos veinte am. Prendo un pucho.

Desde que salí del psiquiátrico no hago nada. Nos es que antes hiciera mucho, pero. Pichicateado ruedo por la cama y pasan tres días. No puedo leer. Quise leer lo de Dupont pero cuando arranca dice que hizo un viaje en auto por la costa oeste de Estados Unidos y sigue con que desembarcó en Los Angeles, me confundí, pensé que decía que desembarcaba de un auto, pero no, era del avión en la ciudad monstruo, las autopistas y su neurosis. Llegó a la roca gigante con la catarata, reflexiones filosóficas. Lo tengo ahí. Al final de Dharma Bums Kerouac flota por arriba del bosque y escribe todo. Eso es sublime.

En la O’Gorman me vi Ford vs. Ferrari con Matt Damon y Christian Bale, los ejecutivos de Henry Ford II le decían que el personaje de Christian Bale era un beatnik para que no lo contrate como piloto. Peliculón.

¿Quién recuerda la Trilogía de Millita Molina, quién se tragó esa poción hedionda?

Últimos pájaros de la tarde, lloverá mañana y pasado. ¿Leer Oblomov? No puedo leer nada. Solo dormir.

Portazo de papá. Chillidos de garcetas.

Los carpinchos matan a los perros.

Papá me dijo que ahora estacionan con la trompa para adelante porque en el Pacheco Golf salió un auto de atrás sin mirar y mató a una chiquita. Mamá ve las pelis de Suar, me las cuenta enteras en un viaje a la farmacia donde me dan la Risperdal Consta.

Grillos, rastrilla el viento, ah viento, siempre me barre la página. Tenía que ponerme bajo el cielo plomizo y mirar con la luz de la ruta el recorte de los árboles, escuchar la máquina.

Mamá compró dos pavas eléctricas nuevas y no me gusta ninguna, después de cuatro meses de Mate Listo Taragüí no me acostumbro de nuevo al mate de toda la vida, lo tengo desde el 2003 y ahora lo desconozco. Tomo tazones enormes de café, siempre están a mano para el te y la sopa.

En la clínica estaba Santos Roberto Puzzo, el terapista retirado de la Asociación Argentina de Tenis, con Alzheimer y sordo, ochenta y siete años, fue masajista de Vilas y Clerc hasta Nalbandian. Hicimos ejercicios para el hombro, me hizo masajes. Por lo demás está nuevo. Pero si me iba de la habitación cambiaba todas las cosas de lugar y al final terminé pidiendo el cambio.

Ventilo el cuarto que mamá lentamente aireó y limpió este tiempo de ausencia mía.

Fumé los puchos de sandía con mentol y los de frutos rojos, los de uva, carísimos, me encantan. Seis lucas los tienen acá. Papá habla abajo, los chicos en la calle gritan. De tanto escribir sobre lo que escucho me enfermo. Le decía a los viejos que necesito unos headphones. Pero si me metieron en esa casa de locos de mierda (me refiero a los enfermeros y a los operadores de Narcóticos Anónimos) no creo que me den mucha bola, por eso tengo que escribir todo bien rapidito antes de que se corte la cuerda. No quiero pensar donde acabaré.

Para no caer en la abulia como Boca me tendría que fumar un porrito, me están enfrascando la Malawi Gold, estará para fin de mes. Las veinticuatro plantas que tenía en la terraza son historia y algunas cepas son historia para siempre, por lo menos en Argentina. El contacto suizo se hizo humo. Me pasé de rosca con tantas semillas y salí a buscar tachos por las obras y a robar tierra, llené todo con plantas y venía fumando la Destroyer, lo que sería un Gomsterfi (alcohol 96%). Al final me cansé de la tele de mis viejos y empecé a insultar a gritos a Patricia Bullrich, eché a la mucama y no sé qué más, por eso me internaron.

Me dicen que es normal que hayan rispideces con los padres a mi edad.

Borges vivió con la madre y la hermana hasta los 60 que se casó.

Poco que contar de la internación, una larga temporada encerrado al pedo, no se hace nada, solo se huevea y se esperan las siguientes comidas.


16/4

Con las internaciones me retiré del fútbol, no se pueden levantar las piernas con la medicación.

Mamá me despertó esta mañana con las pastillas y el agua y ya no pude volver a dormir. Salí a caminar una vuelta corta y me desvié al kiosco para comprar unos alfajores Águila de coco. También compré Lucky de mentol y un encendedor. Unos chorros.

El obeso solo puede lavarse el orto con bidet, si la mano con el papel no llega al agujero, lo tienen que ayudar. Durante dos meses hice ayunos para llegar, no inflarme la panza con mate y pan, pero cuando mi familia venía con un combo super de McDonald's tenía problemas y me picaba. Estoy en el límite. Me duele la cadera, la rodilla izquierda tiene el menisco roto y tengo el hombro chamuscado. Bañarme es una tortura. Encima tengo que usar el de los viejos porque el mío no tiene agua.

Me crecieron los huevos y no eyaculo hace mucho tiempo. Pensé que era la andropausia pero podría ser hidroceles, tengo que ir al urólogo. Voy a ver si está el que voy desde los trece años por la varicoceles. El que me dijo “Lubricá, cabezón” cuando me corté el prepucio cogiendo en el bañito de adelante de la casa de Carola a los dieciocho años. Me acuerdo que me cosieron el prepucio en vez de cortármelo y me dieron la anestesia inyectada en el glande.