2.10.25

Recesión, por Román Bay

Fuga de capitales. Recesión catastrófica. A Milei lo subieron los peronistas y lo van a bajar los mercados. Argentina, qué pena que sigas sorda al grito de la mayoría. Un país que se deja esquilar como cordero asustado. Y todo porque seguimos en manos de los mismos estafadores de siempre.

BlackRock manda. El pulpo de los pulpos. Administra más de 9 billones de dólares. Maneja la guita de jubilaciones, seguros, gobiernos y millonarios. No presta, invierte. Bonos, acciones, edificios, rutas, todo lo que huela a negocio. Tiene hasta una máquina, Aladdin, que usan los bancos para que les diga qué hacer. Tentáculos en Apple, Amazon, Tesla, petroleras, bancos, tecnológicas. Y cuando Larry Fink habla, el mundo calla. Esa es la colonia a la que estamos atados.

Ya lo vivimos. Massa, cuando tuvo la economía en sus manos, le dio sin piedad a la maquinita. Las Leliq, la deuda con los bancos, triplicaron toda la guita que había en la calle. Y después, ¿a dónde fue? A laburar para Greylock Capital, otro fondo buitre que también nos apretó en la renegociación de Guzmán. Todos los caminos conducen a Nueva York, nunca al pueblo.

El ajuste no para. Cambalache 2.0. El riesgo país lo dibuja BlackRock y nosotros lo sufrimos. Se fugaron 18 mil millones de dólares en una semana: medio millón de casas evaporadas. Caputo festeja con su casta financiera, los intereses los pagamos nosotros. Infame endeudador serial, enemigo de jubilados, discapacitados, hospitales públicos. Y a la par, Espert, iluso que pretendió mejicanear a los narcos; paredón y bala para el que piensa distinto. Cultura del odio, del plomo y del miedo.

Arriba de todo, los amos. Scott Bessent, ministro de economía de Argentina, yankee del ‘62, socio de Soros, fundador de su propio fondo, ahora secretario del Tesoro en el segundo mandato de Trump. Quinto en la línea de sucesión presidencial. Lo pintan como progre porque es LGBT y está en lo más alto, pero no deja de ser un tiburón que maneja la billetera más grande del planeta. La diversidad usada como maquillaje del saqueo.

Y los voceros de siempre. Feinmann, mercenario con micrófono. Se excita leyendo a Bessent, pero la lengua larga le pasó factura: condenado por inventar noticias truchas en A24, acusando a Urien de asesinato sin una sola fuente. Eso es la prensa que nos manipula: operadores disfrazados de periodistas, sirviendo al poder financiero y excitándose con el látigo de los amos.

La conclusión es una sola. Si no rompemos con estos parásitos —los pulpos financieros, los ministros mercenarios, los medios operadores—, seguiremos siendo colonia.
Y las colonias no tienen futuro: tienen verdugos.

 


22.9.25

Strawberry cheese, por Santiago Armando

 

 

Amaneció gris, llovió de madrugada, la atmósfera pegajosa, truena a lo lejos. Y hay una mujer de carne rebobinada en el jardín y una ventana que da al fin del mundo.

Juan Abreu, Emanaciones

 

 

 

Last Thursday in New York Jamie and I were over the moon to get to play a loud wild set at the famous Café Carlyle. We celebrated the Nili Lotan x The Kills campaign with dancing and electric guitars. It was a blast!!! I am only now just recovering from the London to New York whirl of fun, the jet lag, the ‘rock neck’. Thank you Nili for throwing such a great party, for including us in the campaign, for all the creativity you harness and nurture. You’re the best!

 

Alison Mosshart, 8 de Septiembre, Instagram

 

 

 

 

 

Oh las olas en las puntas de los versos

Caídas como acciones de la bolsa

Ah mi barco, la rectitud de mis estrofas

Levantadas por las bobas risas de conjunto

De unos corredores que pasan hablando

 

***

¿De dónde venía yo?

De andar andar

y caer en el ombligo de un ombú del bajo,

fusilado por las pastillas,

¿o era una cama con sábanas y colchas blancas

donde me metí cuidadosamente?

Había desaparecido y así, como a esta hora,

me desperté y fui con toda la ropa náutica sucia a mi casa,

la casa emparchada de madera de los Acha,

como un Arca, cada mujer con su bebe nuevo,

la de Anita: Ivonne, pero se pronunciaba Fawn.

Nacho apenas me vio me quiso echar

pero salió la madre y la miré

y me dijo apurate vos,

y la otra Anita, la mujer de Nacho

me dijo del otro bañito para ducharme

y me dio unas llaves, realmente

yo estaba hecho un fisura,

con las lagañas de todos estos años

desde que me fui del laburo,

¿dónde había estado, falopeándome,

fumando paco y llorando?

Lloraba de emoción por todos los bebes nuevos

y entré al bañito de luz blanca

suspirando el llanto como El Chavo

 

***

 

Me llevan a un pueblo del gótico ganadero

a ver un campo, yo iba

a acompañar a un amigo

pero me la querían dar

por mis códigos, al toque,

entonces ya tenía preparado un auto

como el de Batman que venía por la ruta

que me sacó de ahí, un auto inteligente

al que ya perseguían con satélite

pero que tenía un depresor

que lo hacía ver como un Renaul 12  

y me dejó en un almacén

que tenía un juego de matar gente

y empezaron a ver como jugaba yo

unos turistas de Noruega,

uno era Erling Haaland,

y otro me tapó la vista

y le partí un frasco de pickles

en la cabeza.

 

***

 

Milei vive en una

Ópera de Alcantarilla

el color de su voz

se pierde en gritos gruesos

a una cloaca suburbana

con la boca llena de Conogol

 

 

***

 

 

los barrios cerrados y las villas

tienen los mismos

ladrillos de conventilleros

déjenme trabajar

mis cenizas

tírenlas al inodoro

 

 

mujeres en tetas

bailan en el lago

bajo la tormenta

 

el árbol creció y

tapó la vista de la luna

con el borde de la teta

de la vecina en toallas

 

 

Alison Mosshart
desnuda en la lluvia
en el lago

 

 

sargentitos mecánicos de madera

golpean a la noche

las paredes de ladrillo hueco.

 

 

Las estrofas impasibles

 

 

Alison Mosshart

en el lago oscuro

bajo la lluvia y los truenos

acostada flotando

la levanto en brazos

y la llevo a la carpa

pisando la grama

de frutilla suiza

que mezclo con queso

 

 

La tormenta ondula la parte alta de la casa

 

 

Yazgo vendado en ayuno

muy delicado de los huesos

y las amenazas de echarme de mamá

en el aguacero

esta vez sin hospital

voy a curarme y juntar semillas

modeladas en los alpes suizos

que engordan con los aguaceros

todavía tengo fuerza

si hago ayuno

 

vendado y quieto adelgazo fumando

mi frutilla con queso

atendiendo el aguacero

con los meniscos en gajos

a merced de las lluvias

como los kirguisos y los kazajos

 

yazgo y no me turbo, me levanto

a separar mis gajos meniscos

la vida gris del dolor

en ayuno y silencio

con el último tabaco rascado del tacho

y el faso de queso y frutilla

que he inventado

 

 

Domingo, 21 de septiembre de 2025

 

16.9.25

Des/articulaciones, por Cecilia Bainotto

 

 

Para J.C.

Escucho los aullidos de un lobo apátrida, deportado, que quiebra el habla ante una luna oblicua. Golpes, trituración, convertir el poema en un hilo sujeto a un gong.  

“El vivir/que es el crujir/ rescribía golpe y contragolpe/ en el mismo cuerpo/ mismo desespero” “…Ni siquiera pronto/ ni siquiera al fin/ Aquello que es un peso/ aquello que no es nada.

 

 

Horacio…

¿Vamos, venimos?  Suena el silbato del tren y me vuelven deseos de regalarle suerte. Una intuición. Alguna lúcida metáfora. Todo el entramado para que lo desentrañe en un minuto revelador. Una foto del mar. ¿No es acaso un regalo dulce?

 

1

A veces preguntas, cientos de veces preguntas ¿adónde te guía tu memoria de simio? ¿Ves un árbol? ¿Ves el hueco?   ¿Quién te hizo esos tatuajes? Rompés la aguja, tirás los parches contra el piso y te acostás peripatético.  Sentís que la cama es blanda. La querés más firme, la querés más blanda.

Seguís una mosca que en el ala tiene un tatuaje. Le das un paletazo y cae muerta en el piso. Para eso nacieron las moscas.  Para ser matadas apenas nacen. Buscás la aguja, el lápiz o la paleta de plástico para hacer estás cosas.

Temblás de frío, temblás de rabia, temblás de angustia y volvés a tu cama a esperar el sol de la tarde.  Apostás al 69 que se confunde con la deuda. Ya ves, te preguntás y se te pasa la hora de la apuesta. Es tu cabeza plantando ideas en otras cabezas o viceversa. 

De repente algo aparece: “Está muy bueno, ¿te gusta? Sí ¿a vos?  ¡También!” Es un rato en el sueño de una tarde y es volver... 

 

Alicia…

El corredor de nubes atraviesa la frontera.  Gases impuros bajan a la tierra. Cuestión de Geoingeniería.  Allá abajo… ¿15 mil pies abajo? Lo dijo la azafata.  No la escuché.   No importa.  Veo desde el aire el   cordón de los Pirineos. Las crestas blancas, los surcos inmóviles de los ríos, los valles y los acantilados que resguardan la libertad de las águilas.  Demasiado magnífico para ser un límite sujeto a otros fines. 

 

2

Estaba viendo que todo se iba con la ira de una aspiradora en la limpieza urgente. Nada sutil, por cierto.  La distorsión de la vereda tergiversa las ventanas y la puerta de calle.  Imposible abrirla con la llave vieja.

 

3

Los lunes nos ponemos Zen. Los martes nos despertamos griegos. Los miércoles somos más americanos. ¡Viva Zapata! - grita un campesino ebrio. Todo embriagado con buen vino muestra el triángulo de su tristeza.  El cuerpo no se equivoca. 

 

4

 

¿Carlos ingresó al sanatorio con su abogado o ingresó al estudio del abogado con su médico? Ingresó a la Facultad de Derecho y egresó del Banco. Sabía y sabe mucho de plantas. Sabe detectar las variedades de los helechos. Sabe cuidar un esqueje para que sea un árbol. ¿Agrónomo o abogado? 

Veía un naranja vibrante cuando otros veían el color rosado. Pronunciaba la elle y no la ye. “Estás aprendiendo a hablar” decía cuando alguien pronunciaba, entre la broma y la burla, pollera – imitándolo- y no poyera.  Perdió un poco la pronunciación misionera. Le gustan la mandioca frita, los pierogi y el whisky.  Además, leía dos novelas largas en pocos días como si nada. Ahora apenas lee el prospecto de un remedio. Dibujaba hermoso. 

Vendió un automóvil viejo y compró un automóvil de alta gama.  Carlos hacia números en el aire y yo a veces los hacía atornillados. Manos desesperadas tratando de esquivar el volantazo.

¡Cuidado, está en rojo el semáforo!  La caja, con artículos de lujo y baratijas desparramadas, sin llegar al 21 de cada mes de cada año. Del lujo asiático al rancho. 

Alguien tosió en Wuhan. Fue el aleteo de la mariposa que ingresó a millones de casas. 

En la mía puso las cosas en equilibrio, pero el juego del Blackjack no es olvidable.

 

5

Un cuerpo de tres dimensiones proyecta una sombra de dos dimensiones. Marcel Duchamp.

Un cuerpo de cuatro dimensiones considerando que la cuarta es el tiempo, ¿qué sombra proyecta?

También se lo pregunta Martín que deja su cuerpo pegado en un bar a orillas de la ruta donde trabaja 12 horas diarias, más 2 horas de tren y le restan 10.   

 

6

El camino hace círculos. El mundo, como un extraño vehículo espacial, avanza rápido sin señales de progreso. El paisaje parece habitado por sentimientos extraños y la curiosa ambivalencia del público tan fascinado y tan agraviado simultáneamente.

   ¿Qué le parece todo esto? 

   Es difícil saberlo.

   ¿Cómo está usted?

   Maravillosamente pero mal. 

El efecto del conjunto es ingenioso pero una parte del público piensa que es un vehículo catraminoso del siglo XXV.

 

7

La estabilidad del transatlántico exige que en su estructura inferior haya vacío.  Franz Kafka dice que ese vacío está lleno de ratas por lo que no es tal. 

Pero aun así la estabilidad temporal se da si sobrevuelan los buitres y picotean con frenesí la cubierta. A punto de un racionalismo armonioso. 

No obstante, no es difícil imaginar que, durante la travesía, el barco se convierta en “esqueleto” de un fantasma.

 

8

“Me hice amigo del tiempo, es más, empecé a quererlo.  Mi sometimiento a él es irrevocable y ya no estoy disponible”.

No lo dice Borges que “dispone de todo su tiempo y en resumidas cuentas J.L.B. no es un hombre ocupado” escribe el autor de Siberia blues, Néstor Sánchez, en una entrevista que le hizo al hombre de los espejos y de los laberintos.