17.8.20

La Sensación de Pobreza, por Luciano García

  

A mi izquierda, estaba la pared

(Eróstrato)


No se puede ser “de izquierda” y elegir el mal. El que elige el mal que se la banque. Nace vive y muere solo. Sin embargo el mal es la única izquierda verdadera. ¿El pueblo es irrepresentable o impresentable? Soñábamos con un proletariado impopular, y el sueño se hizo realidad o más bien pesadilla. El pueblo siempre se equivoca. La élite también.
Al pueblo si no lo engañás te arma una revolución en menos de una semana. Si no lo engañás se ofende. El pan siempre fue y será circense. Al pueblo hay que darle siempre la razón –total están locos. (Supongo que es esa la Razón Populista.) Exportar para ser feliz. Se acabó la fiesta, y nos dimos cuenta de que era una fiesta. En este país si no sos peronista o antiperonista sólo te queda la anomia. El argentino promedio quiere reducir el universo entero a una lucha entre peronismo y antiperonismo. Me recuerda a la frase de Baudelaire a la puta: Tu mettrais l'univers entier dans ta ruelle Todos los que tenemos aspiraciones de ser artistas escritores o intelectuales, es decir a seguir trabajando de por vida de ociosos remunerados aunque más no fuere con reconocimiento y autoridad, ya que no en efectivo, tenemos siempre a mano la coartada de la “izquierda”, de posar en el fondo –“en última instancia”– de almas bellas. No nos cree nadie, salvo los colegas. Lógica de campo –se llama. ¿La izquierda es enunciación o enunciado? En este país hasta Borges se creía anarquista. Después de todo está bien: el solipsismo es el único anarquismo viable. Osvaldo Bayer se fue al Cielo. La Argentina es el único país en el que gobierna el anarquismo. Al poder se lo reparten en toma y daca entre el anarco-conservadurismo que llamamos liberal y el anarco-fascismo que llamamos populista. Entre Borges y Perón, sin ir más lejos. Son mamá y papá para nosotros. No está tan mal después de todo, hay peores familias. Peronista no sé si soy pero sí anarco-fascista, que al fin y al cabo es más o menos lo mismo. (Aunque yo soy anarco por parte de padre y fascista por parte de madre.) Si el peronismo es mujer, la izquierda es histérica. La izquierda no es boluda, como cree el peronismo. La izquierda también es chanta, como los peronistas. Sólo que no quiere mojar; pide saber. Yo soy peronista, y soy de izquierda; pero lo que nunca seré es peronista de izquierda. No hay peronismo de izquierda, ni hay izquierda nietzscheana. No sé si soy peronista de Perón ¡pero sí soy nietzscheano de Nietzsche! En este país hay mucho deleuziano de Deleuze y mucho lacaniano de Lacan, pero pocos aceptan ser platonistas de Platón –prefieren serlo de Badiou o de Marx mismo. De todos modos, nunca seré vandorista, o nunca seré badiuísta. Al Sein zum Tode argentino lo formuló Evita: “seguir a Perón hasta la Muerte”; es decir la vida por Perón. Pero el peronismo de Perón es al revés: ¡Perón por la vida! En la lengua el peronismo es un chiste; en el saber un agujero, un olvido. El peronismo no es un sistema, señora. Es un misterio. Forster y Horacio González sólo fueron figurines testimoniales, blanqueadores morales y parlamentantes retóricos; el filósofo del kirchnerismo fue Capusotto. El macrismo no es un pensamiento; el macrismo “medita”: no piensa. Simulacro de orientalismo: no piensa (deja pasar, deja hacer –como mucho). Como dijo Macri, la democracia es un abuso de la estadista. El izquierdismo es un folclore. Un folclore antipopular y de derecha. Mi ética del hambre, al contrario, es puro derroche, y de feo gusto. Diógenes no era de izquierda. Antes la izquierda combatía a la burguesía. Estaban equivocados con razón de ser. Ahora se estetizó, se volvió libresca. Chapotea en el corralito del campo literario. No combate más a la burguesía; su enemigo ahora es César Aira. En toda insurgencia, detrás de todo acontecimiento, en la Argentina, siempre hay un nene de papá alfa despuntando su nuevo falito. Ser un señorito y un Che Guevara a la vez, el ideal realizado del Alfa izquierdero nacional. ¿Con la ideología se coje? Entonces me meto el instinto en el culo. Liberal es el ojete. ¿Entre Batman y el Che Guevara con quién me quedo? Para superhéroe sin dudas con Omar Viñole. La izquierda es libertaria o no es izquierda. Hegel y Platón son de derecha les des las vueltas que les des. Y para ser de derecha hay que tener cojones y ser de derecha en serio, como “yo”, que soy nazi-fascista. Al fin y al cabo nací y tengo una facha. La izquierda es Nietzsche, no Marx. Marx es la derecha. El estalinismo es arborescente. El fascismo es rizomático. La naturaleza es un asco. Lo más parecido al menemismo que vi. Pero el Cielo es el peor lugar que existe. El Cielo en la Tierra no existe por suerte, porque sería aún peor. El resentimiento es el más grande guionista de la historia, firma con tinta limón todas las obras. La izquierda lanzó otro escupitajo en la cara de la vida: ¿la debilidad debe reinar? Denme un Cielo y un arma nuclear. Salvo los pelotudos de los intelectuales, o algún que otro, la mayoría de las personas vivimos en la clandestinidad, aunque estos giles no lo puedan creer. La izquierda vive de sacar rédito atacando el discurso exotérico de la derecha, que no es más que un discurso falso y de mierda para engatusar al populacho y la clase media, quienes sólo necesitan ese tipo de “razones”. Pero esa no es la verdad de la derecha. Aplicando el método del “y si” de Zizek: ¿Y si el fundamento del discurso de la derecha fuera “ponerse en el lugar de los que sufren”, fuera “hablar por los que sufren”? ¿Y si la izquierda no fuera más que el mutismo “de los que sufren”? La izquierda no son los que responden por los que sufren. La izquierda es el sufrimiento. Buenismo, victimismo y el correr por izquierda, tres elementos fundamentales del fascismo actual. Esta tendencia se llama con un oxímoron: totalitarismo feminista. ¿Cuál fue el día en que la izquierda sustituyó al proletariado por la histérica como sujeto universal y revolucionario? El poder es de izquierda: me pide que hable y que viva, que grite, que me queje, que goce todo lo que pueda y que agote mis fuerzas; que vaya a todas las fiestas, que tenga un millón de amigos, que coja, que apoye a todas las minorías, nos pide a todos que seamos víctimas y todos somos víctimas. Cuando oigo la palabra “izquierda” saco el revólver. (Soy zurdo.) Aborrezco a la izquierda porque la izquierda es una forma de la derecha que no se banca su realidad. Es una derecha todavía más falsa que la derecha. La guerra entre la izquierda y la derecha se dirime siempre al interior de la clase dominante. “Te conviene que yo con mi capital simbólico sea tu amo a que sea tu amo este señor con su otro capital.” Cualquier idiota o persona pobre de la clase dominada entiende perfectamente esta frase aun cuando no fue formulada así y por supuesto elige coherentemente. ¡Cuando esta situación sea superada ocurrirá la verdad de la izquierda! Cada cual defiende su interés. Muchos se equivocan en cuál es su interés. Pero de derecha somos todos. Pregúntenle a Lenin qué opinaba de “la izquierda”. La izquierda en todas sus formas ¿no será nomás la idiota útil del imperio, del capital, del judeo-protestantismo que gobierna el mundo? ¿Antimperialista no será sinónimo de narcisista? Los gritos de la izquierda son los ladridos del caniche del liberalismo. Izquierda y derecha deberían medirse por el grado de hipocresía. En eso soy jipi. Izquierda: tenderos y mercachifles que compran y venden productos y servicios culturales. Su casta dominante se encarga de fijar precios y tazas. El verdadero fascismo actual es la izquierda cultural progresista. Y esos soretes se dejan financiar igualmente por populistas y liberales. Son mercenarios. Privilegiados de este país que se creen inteligentes y son de izquierda. Ni son inteligentes, ni hay ninguna izquierda. Son privilegiados, eso apenas. Un careta contracultural enmascarado en su barba de nene de papá me llama cheto. No sé si los “estúpidos imberbes” eran o no estúpidos, pero la mayoría eran barbudos. Tener un cuerpo de derecha está bien. Mi consejo es que se afeiten se peinen y vayan al gimnasio como Aira y Platón (aunque el trolo éste sí se dejaba la barba, para disimular). Fascista es tener onda. La onda es fascista. Es más, si me apurás, me quedo con la lucha de clases. El cerebro y el músculo son los enemigos de la onda. Fuera de convertirse en nazi o convertirse en puto muchas más alternativas no quedan. Prefiero la que tiene menos prensa. Aunque sea por eso mismo. Desde que el fascismo se volvió progresista no cambié una coma. Al menos no la como. Qué diferencia entre la iluminación y la beatitud que da la verdad y el borrego y cabizbajo prestigio que otorga el éxito en la comunidad de los eunucos los nerds las histéricas verdes y los machito-alfa barbados. ¡Esto sí que es vida! Quieren escribir literatura y gobernar. Mejor ni lo uno ni lo otro. Se está bien así. Mi sueño es contar un cuentito de hadas que deje 15.000.000 de muertos. ¡Cómo gozo con mi fascio imaginario! El Matrimonio entre la Izquierda y la Derecha tuvo sólo dos hijos bobos: somos los santos y los fascistas. Pero por suerte fuimos expulsados de la familia. Tuvimos suerte porque el aborto aún no era obligatorio. El fascismo nunca fue solemne: ¡Viva el fascismo! ¿Por qué cambiar de Amo? ¿El culto moderno por la novedad lo justifica? Para tener un amo hay que tener uno que sepa mandar. He ahí el problema de la izquierda, por qué la gente no la quiere. En vez de poder, quieren el poder. Y no lo saben conseguir. Porque lo desprecian. Aman lo que desprecian. La izquierda se convirtió en un recurso de la burguesía para correr a las clases medias. Gadget de las segundas líneas de la burguesía, la burguesía pobre –esto es: la burguesía ilustrada–, floja de capital dinerario pero empachada de capital simbólico y pletórica de capital social. Izquierda: derecha diferida. Nadie se banca ser de derecha en este país y sin embargo… todos lo son. El marxista piensa con la cabeza pero no con el cerebro sino con la barba. No son neuronas lo que se mueve sino pyogenes. Ante la alternativa de tener que fusilarlo sodomizarlo o afeitarlo el marxista excluirá siempre la última. Yo soy de izquierda. Yo soy bueno. Yo soy lindo. Bueno y valiente. Yo, Platón, soy la verdad. (Un Platón que se come Freud.) Si le pidiéramos a cada argentino que hiciese un listado anónimo y exhaustivo de a quiénes habría que matar: ¿cuántos quedarían? Arroje un guarismo probable. Mejor vives mejor te quejas. El folclore sin pueblo es la pose. La pose izquierdista. Qué linda que está la Revolución-Espectáculo. (Preferiría no hacerla.) Amo a mi pueblo de energúmenos. Dios existe y es marxista (confirmado). Cuando la izquierda y el liberalismo se tiran un pedo químico y dan de baja a 100.000 bípedos desplumados, le atribuyen los lauros a un Hitler. Son doctrinas de grande modestia. Cuando matemos a todos los fascistas perpetraremos el más grande genocidio de la historia. Cuanto más emancipados, más alienados. No quieren la lucha de todos contra todos, quieren que los débiles le ganen al fuerte. Esa revolución permanente por supuesto que no es nueva, tiene localía en el planeta hace 3.800.000.000 de años. No hay burrito serrano que no esté debidamente esclarecido. El despotismo ilustrado monta en jumento. Para despotismo estábamos mejor con Dios. No quiero participar de la partusa de la izquierda. Si uno no es de derecha, debe al menos disimularlo. Se creen inteligentes y enemigos de la clase dominante. Son idiotas y de la clase dominante. Aprendan a ser idiotas, imbéciles. En la Torre de Marfil izquierdista. Críticos marxistas o matones que no matan a una mosca. Una vez más Epistemón el Marxista me invitó a su Orgía. Una vez más no asistiré. ¿La izquierda? ¿Lxs amigues de lx policíe? Pronto los marxistas se dejarán bigotito y corte a la americana, y los subcomisarios y agentes te incorporarán a la jaula de la seccional amiga luciendo frondosas barbas. Vamos bien. La revolución cultural no produce otra cosa que la que hay ahora a la vista: una cultura de izquierda bajo una economía de derecha. Hardware de derecha, software de izquierda. La hipocresía organizada, el ideal empíreo para el chapoteo de la burguesía izquierdista que vive del negocio cultural. Cuando oigo la palabra cultura saco el revólver y cuando oigo la palabra revólver saco la cultura. Perspectiva alto-fascista. Publicación semanal: El Bolche Posmoderno –sociales barbones. Pronto: Boletín Argentino La Inmundicia Cultural. La clase dominante es neomarxista y quiere anécdotas. Anécdotas certificadas por un esclarecido victimista. Los idiotas de familia me acusan de idiota; me parece que lo que me dicen es que no pertenezco a la familia. Ahora los fascistas se ofenden por cualquier cosa. Son hipersensibles. La poesía Sarah Kay de los hijos del ERP. El vernissage sustituyó a la revolución pero la barba sigue. En el campo cultural la clase dominante es marxista o por lo menos barbuda. Con dos neuronas y una barba en la cultura argentina se obtienen innumerables dividendos. ¿A qué más? No sólo la tierra, el saber y las letras tienen dueños en la Argentina. Que tengan barba, concha, o vivan en un monoambiente en Balvanera, no los exime de ser los terratenientes del capital simbólico. Ni barbudo ni nerd ni puto. Si a la nada que queda le llaman fascista llámenme como quieran. El cerebro y el músculo son los enemigos de la onda. En el campo de las letras, que es el mundo del revés, son los nerds y los maricas los que hacen bulling. La crítica barbuda del Almacenero de Libros me la anota en la libreta. ¡Se cayó de su barba! Él es ágrafo ¡su barba no! Bulto Ecuestre de David Viñas montado a su Aparato Crítico. La Inteligencia del Intelectual Argentino Radicaría en su Barba. Estetas políticos: no ven literatura sin politiquismo ni política sin esteticismo. Él era compositor de anécdotas y Licenciado en Ideología. Yo en cambio odio los libros buenos, porque siempre parecen hechos por otro. Alcohol, tabaco, cocaína, y populismo. ¡Y a vivir la vida! Historia Extraoficial de la República Separatista de Mí Mismo. Escribir en un estado de trance fascista. El ejercicio de dejar de ser un ángel debería ser impenitente, a riesgo de pasar por bestia, pero con el probable resultado interior contrario. Intelectual Orgánico Imaginario versus Budista Facho (mi organismo es una logia y todo cuerpo es contubernio). Rechazado por una runfla de barbudos balas histéricas incojibles y nerds que componen el campo cultural argentino, cuando termine de escribir retomaré el Tao. Me retiré del Seleccionado de la Facultad de Humanidades y Artes cuando al equipo le quisieron poner “Tesis 11”. Prefiero esta vida a entrar a vivir a un monasterio marxista y pensar y cojer a reglamento. Prefiero incluso no cojer y no pensar… UNR: Locademia de Policías. Lobistas somos todos, a muchos nos cuesta descifrar para quién trabajamos. La claridad también es un terrorismo. Enunciarse de izquierda es obsceno. Prueba al contrario ser de derecha. ¿Ser una pasión inútil o un útil pasional? Si no se puede disparar a la multitud, disparar, al menos, de la multitud. Frenético activista del no hacer nada. Huye, que el poder huye contigo. La mejor forma de ser de izquierda es no decirse de izquierda ni creerse de izquierda. Dijo Macedonio: los signos matan a las cosas. Para todo entrista encular es un sueño eterno. El resentimiento es una dictadura eterna, la emancipación es un entretenimiento eterno. Para los ebrios de virtud necesitamos también un control de alcoholemia. Orga La Fraternal-Terrorista. ¿Qué hubiese pasado si Hitler hubiera triunfado en la epistemología? Con mi Sistema destruiremos el Capitalismo. Y construiremos algo peor. ¿Quieren ser revolucionarios? Fracasen. Hay que partir de dos preceptos base: Dios existe y es antimarxista. Me considero anarcopapista. «El día que León Gieco conoció a Dios.» Che Guevara esquina George Soros. Con la frialdad de una iguana macrista anhelo un glacial consenso de geriátrico. A este señor le duele el miembro fantasma de Adam Smith. El dinero es algo tan poco útil que incluso le llegué a tomar un poco de cariño. Dejar al Capitalismo tal y como está. No tocar al Mundo ni con la punta de los dedos. De los que luchamos por un mundo peor no se acuerda nunca nadie. Nunca nadie mereció ser anarquista; pero tarde o temprano cualquiera merece el olvido. La dominación es un sueño eterno. Ladra un perro anónimo. Cruje una supernova. De onda, lo digo de mentirita.