28.7.22

La ruta de la edición: LA FLOR AZUL

 

Preguntas a editorxs
Hoy responde Pablo Franco de
LA FLOR AZUL

 

 

La Flor Azul es una editorial de Mar Azul que tiene un catálogo referido a temas argentinos. Se interesan por los libros de no ficción, rescates, testimonios, libros biográficos y también los que retoman temas de la historia del país. En los últimos años publicaron libros como Memorial de los infiernos, de Julio Ardiles Gray o Bepo, vida secreta de un linyera, de Hugo Nardio o Indios, ejército y frontera, de David Viñas, pero también una versión libre de un texto de William Henry Hudson escrita por Juan Forn y María Domínguez, Nieblita del Yí, ilustrada por Teresita Olhaberry.  Tienen una línea sobre pueblos originarios en la que publicaron libros como Mi sangre Yagán, de Víctor Vargas Filgueira o Tehuelches y Fueguinos en zoológicos humanos, de Norma Sosa. Este año abrieron otra de autores contemporáneos de novela.





¿Qué estás leyendo?

Este último año leí muchos libros raros y desconocidos, ediciones de autor, escritores de pueblo, porque estoy escribiendo un libro que lo requiere. Me llevé muchas sorpresas muy gratas, con libros que no fueron muy bien escritos pero que cuentan historias increíbles. Y al mismo tiempo, para el mismo proyecto, volví a los clásicos rioplatenses de la conquista. Ulrico Schmild, Alvar Núñez Cabeza de Vaca, y también el diario de viaje de Colón transcripto por Bartolomé de las Casas, todos textos fundacionales de nuestras letras. Ha sido un viaje maravilloso.

Por otro lado leo bastantes autores contemporáneos, inéditos que llegan para la editorial, y ya publicados que me interesan y voy siguiendo.

¿Cuáles son esos autores a los que siempre volvés?

Estos años volví a leer algunos clásicos, porque tenía la curiosidad de saber si lo que yo pensaba de algunos textos leídos en la juventud resultaba ser lo mismo después de una segunda lectura. Me pasó con Moby Dick, por ejemplo, y con Pedro Páramo y el Llano en llamas. Pero no entré en la etapa de las relecturas, todavía estoy buscando, me atrae mucho más lo que no conozco, creo que siempre hay algo bueno por descubrir.

¿Cómo es el proceso de lectura de un manuscrito?

Básicamente una lectura introductoria de unas 25 o 30 páginas, que son decisivas para saber si hay un tono, una historia y una manera de escribir que pueda interesarme. Y después ir hasta el final si hay todo eso. Es medio bravo leer en la computadora, así que ahora estoy pasando los textos al libro electrónico, y así es más fácil.

¿Qué tiene que tener un libro para que te interese publicarlo?

Yo soy mucho de buscar buenas historias, pero no es lo único. Es un conjunto de cosas. Y algo mágico también. Cuando te cruzás con un buen libro hay algo maravilloso. Me ha pasado que un libro está muy bien escrito, impecable, casi para ser publicado como está y sin embargo no es lo que buscamos en la editorial. Le pedimos al autor, entonces, que no deje de enviarnos otros trabajos, que nos interesa su escritura, pero que justo ese que leímos no era el texto para La Flor Azul. Porque tenemos una limitación en cuanto a la cantidad de títulos para publicar. Y también nos ha pasado que un texto está a medio terminar, con problemas de estructura, con muchas cosas para arreglar, pero así y todo tiene mucha potencia y queremos trabajar con el autor hasta que se publique.

¿Cuánto intervenís en los textos que publicás?

Como decía, depende el caso, hay libros que nos han llevado meses de trabajo y correcciones, y otros que ya estaban listos. Pero también está la predisposición del autor a realizar algunos cambios o a no hacerlo. Cada uno es libre de aceptar o no las sugerencias, y nadie tiene la verdad, ni el autor ni el editor. Pero debo decir, también, que algunos libros hemos desistido de publicarlos porque los autores no estaban dispuestos a modificar nada, cuando era muy evidente, por ejemplo, que había una introducción muy larga y aburrida, aunque lo que se contaba después era muy interesante y encajaba con el catálogo de la editorial.

Muchas veces los mismos autores tienen dudas sobre algún aspecto, como el título, y conversando se llega a algo nuevo y mejor. A veces como editor también dudamos de cambiar o no algo, pero con la explicación del autor se entiende mejor y se deja como está. Cada caso es único, y cada texto también, tiene sus propias reglas y hay que ver las cuestiones en cada contexto.

En general es un trabajo en conjunto, para eso es indispensable el diálogo, y que sea presencial. Con varios autores nos juntamos una semana entera y así es mucho más fácil, porque llegamos a acuerdos y soluciones. Y en general, cuando logramos trabajar así, los textos se convierten en libros mucho mejores.

¿Qué relación buscás entre el arte de tapa y el texto que esa tapa presenta?

Nosotros amamos las fotos. Es una tradición que se está perdiendo, sobre todo en la edición independiente, pero que a nosotros nos atrae retomar y seguir. Sobre todo con fotógrafos argentinos. Es difícil porque también tiene un costo, y el libro en una edición independiente muchas veces no soporta ese costo, pero vamos haciendo lo que se puede. Los fotógrafos nos ayudan mucho, les gusta ver su trabajo en libros.

La relación de la imagen con el texto para nosotros siempre es indirecta, casi metafórica, cuando menos ilustra más dice. Es un arte hacer tapas. Muchas veces las imaginamos de una manera y termina siendo muy distinta, incluso con lo misma foto. Nuestra diseñadora, Ana Armendáriz, es una genia proponiendo tapas, y siempre nos sorprende con opciones buenísimas. Teresita Olhaberry, que es artista plástica, aporta una mirada indispensable a la hora de elegir. Hay discusiones, pero cuando encontramos la solución es como una iluminación, y una alegría enorme.

 

15.7.22

Monte Grande, por Juan Rocchi

Castas

 

I

 

Parece que rompieron

el tanque de agua del parque

de Monte Grande escuché

que lo vaciaron

fracturaron el frente y

 

desde la avenida

se ven los escombros.

 

 

Cuando lo tiraron era

la torre de un pueblo ruinoso

a más de diez

estaciones o envejecido,

públicamente

suministrado.

 

Lo rompieron, aunque

estuviera estampado contra

las nubes los días de sol

y diera sombra a los borrachos

a nosotros

al cemento recalentado.

 

 

 

 

 

¿Te acordás que tomábamos

vino te acordás que tenía el fondo

resbaladizo lleno de

moho encapsulado

como un cerebro?

 

Cuando lo rompieron, no sé

cómo, era el sobreviviente de una

ciudad que guardaba en los

rincones de sus moles

impuestas en hierro oxidado

su porquería orgánica, su

grela blanda cerebral.

Te acordás cómo tomábamos vino

y esperanzados

queríamos que un día lo rompieran

y cayera sobre nosotros

 

el agua

 

disgregada

 

los cascotes

                mojados

 

alguno se habría muerto

 

seguro

no todos.

 

 

 

 

 

Pensé que habían

desarticulado reducido a escombros

el tanque de agua enorme del

parque de Monte Grande.

 

 

Pensé que lo habían roto

pero era sólo una pila de piedras

prolijas fracciones de cemento

en otro barrio

en una foto.

 

 

 

 

 

II

 

Las cisuras, huellas

superficiales del cerebro

producto de una torsión

integral: movimiento cerebral organizado.

 

 

Te acordás que era pleno plenario

bajo el sol del verano

cuando pensábamos en las castas

esa palabra no existía, después

nos llenó la boca hasta hartarnos.

 

¿Te acordás que tomábamos

vino abajo

y unas chicas ciegas

de mirar para arriba

jugaban a atajar las gotas

ciegas pero veloces

que caían?

 

 

El que se fue suicidado

primero a otro país y después

a tirarse, no

 

como un fragmento

orgánico del tanque, no como un

bloque de cemento organizado

dejarse caer suelto

“crítico”

después de acomodar las zapatillas.

 

Para todos hay

castas, para los esclavos

y los comerciantes. El que se mudó

con el único fin de matarse

deliró movilidad social

descendente

 

eso está prohibido.

 

 

 

 

 

Loco, qué fiasco

el fracaso de nuestra militancia:

el día que lo rompan

no nos van a invitar.

 

 

 

 

 

Comercio

 

I

 

La pasión de la tosca la remoción

del suelo para la mezcla del

obraje y el agua filtrada que vuel

ve todo un barro inmundo

                conforman la

doctrina de los nadadores

 

sumergidos en agua de lluvia ceden

sus tejidos mansos o bien la arcilla

bloquea todo

comercio será que

                algo tragan mientras respiran

 

cuando tienen los músculos

pesados siempre hay

un mamífero torpe

frenando el crol

arrastrándose por las

corrientes. No interrumpe

el paisaje sólo

inventa el tránsito.

 

La retroexcavadora sí

rompe el paisaje dismi

nuye el cielo atestado

de esquirlas. Esta tierra

dice y estos cimientos para

fundar otra más firme.

A seiscientos metros de

la ruta los senderos basurales con

ducen al estallido sonoro

del calcio que hace

suyo lo que poseen.

 

 

 

 

 

La ingeniería obsesionada

por hacer ese pozo

                arbitrario en el pastizal

sin nervio esas

contradicciones gestan la placidez

del nado en la tosquera con vista

al plástico clavado

en los matorrales

 

 

 

 

 

No tienen bordes filosos las

tosqueras no

tienen volumen las decisiones.

 

 

 

 

 

II

 

Cómo sobrevivirán las señoras

de la gimnasia acuática los giros

toscos del pozo desfon

dado habrá hecho

efecto su macumba semanal

 

cuando circunvalan

a pique estanque abajo

sabrán que la retro

no se compra en cuotas

 

los hombres que nadaron ahora

fuman y ríen

al margen del sacrificio

por el nuevo lago:

 

las múltiples viejas centrípetas con

métrica reducida sacuden

pliegues

que imitan la bachata

huesos de chapa

 

seguro se van a romper.

Lo único que dejan son

boyas para este siglo más

baratas que la piedra caliza

 

las señoras llegaron

tarde a la obviedad

una tosquera no es

                un natatorio

 

 

 

 

 

III

 

vení chiquito recordame

cómo te venía 1 yo

comentando que para el

ejercicio de la natación es

siempre doblarse lo mejor

                porque do

blarte te vas a doblar.

 

 

 

 

 

 

 

1 qué hiciste con la palabra / juventud otra vez vos felándote la cloaca / no nos da vergüenza / yo a tu edad / sabía que íbamos a ser / algo pasado vos / flaco ni lo pienses venite / a desintegrar al pulso de /  la brazada magra que los km / los contamos con aparatitos / ese mogólico que ves / ahí es un tarado pero / la junta y a la noche / se va y juega la cosa pura