7.2.20

Lo que viene después de la muerte, por Ignacio Barsaglini


Después que te morís no hay una luz blanca ni un video ni nada de eso. Lo que hay es un cuerpo cavernoso que tenés que atravesar. No es fácil. De hecho está diseñado para que no lo atravieses y te quedes atascado. El cuerpo tiene la forma de los intestinos mirados desde adentro. El que está ahí sos vos. Tal como te moriste. Lo que quieren es que te desgastes. Que quiebres ahí  y digas basta. No obstante todo esto vos debés seguir. Lo que hace el cuerpo que vas a atravesar es volverte loco. Te va a jugar trampas, te va a dar hambre y como no hay nada para comer te vas a quedar tirado pensando que es el final y que eso termina ahí.

Pero no.

Podés comerte las paredes. Son como chicles. De hecho, es lo que vas a tener que hacer si querés seguir con vida y salir del laberinto. Ahora  bien, si lográs salir (el proceso dura unos 30 ó 40 días) te vas a encontrar en una habitación negra, otra vez vas a pensar que es el final, pero también otra vez no. Después de un par de horas, una cosa que está en medio de la habitación va a empezar a hacer un resplandor azul. Ahí te aparece un mago o un alien. Es lo mismo, no viene al caso. El tipo te muestra una pantalla con 2 opciones. Una de las opciones es volver a la energía universal. No te conviene. Podés parar adentro de un agujero negro o dentro del sol. Tu vida se desintegra. Dicen que seres que sufrieron mucho en vida eligen esa opción. Otros dicen que seres muy bondadosos y caritativos la eligen creyendo encontrar a dios. Es posible que lo encuentren como es posible que no. De todas formas, tu vida terrenal se disuelve y pasás a ser parte de una energía. La otra opción es revivir en el planeta tierra como ser humano que es lo que ya eras. Es la mejor opción ya que podés volver a hacer cosas por vos mismo en este planeta pequeño. Igual la decisión va  en cada uno y cada cual elige lo que quiere hacer.

El propósito de este texto es dar cuenta de lo que no hay que hacer que es quedarse en el cuerpo cavernoso. Ahí la máquina elige por vos y te vas a parar a la energía. Esto me lo dijo alguien que no puede decirte quién es, porque me dijo que no revelara su identidad. Que si quería dar a conocer esta información que les sería importante a las personas la diera a conocer sin problemas pero que no revelara su identidad. Creemos en el secreto y en la divulgación. Así que está todo dicho. Lo importante es no enloquecer en el cuerpo. Prepararse en vida para eso que viene después.


Tomado de: Ignacio Barsaglini, Lo que viene después de la muerte, Tammy Metzler, 2012.-