11.6.23

West Sterling, por Santiago Armando

  

A Belén Gallardo

 

Esperando al Stranger

 

Ayer me agarró un alien

y me acomodé en la concentración

y me puse a teclear

Hacer el ejercicio perfecto de teclear,

claramente

nunca vi a mis manos actuar,

poca bola a la naturalidad de mis dedos

y a volver la vista cuando le pifio

Otra vez soy un esclavo orándole al teclado

con los escribas gamers

y el Stranger.

  

---

 

Soñé que el tiempo está hecho de polvo
Y todos los actos de la lengua

catastradas en oro,

sobre una arcilla manchega.
Toda la lengua se ve

en plegadísimos sedimentos

y que esta noche

de Sarandí, el bullicio de motores y niños
Apenas unos grillos
La galletita de chocolate Havanna

la tele la gente habla abajo,

Todo parece, según soñé
Grabado y plegado en arena de oro,

 

Ambulatorio en la terraza siempre,

es mi vida de ir y venir,

tocar cada punta del ancho del aeropuerto,

por toda la casa todos los rincones del barrio,

y se me ha acabado todo, y sigo y sigo,

por el camino de seda. El salmón es verde,

las guitarras azules, unas son muy plateadas,

y los atardeceres en Belén,

y la divinidad es blanca

y la divinidad

que se le sale por los ojos y se me revela,

y yo veo mi sed,

mi necesidad es plena.

 

 

donde repta el culto a san la muerte

  

allá el choriducto

acá mi algarves

demás del chori

el buen ayre

y los fondos de San Martín allí

miré mi título de la uva

en parques rosas

y ustedes allá y el viento corta la autopista

bajo la pirámide del Chiqui

donde reptan los jugos y pinturas y solventes y

venenos puros descartes

de la ciudad

donde caminan en el fuego los villeros

para asar un camión de pollos vencidos

eso es lo que te quiero reptar, von Madre

la llaga que canta

en mi rosario blanco que agarro

lo clavo derecho recto

y pucho insigne izquierdo

pucho y rosario recto

que lo demás no estorba

y el viento

 

Del sueño despierto meado

en el ocaso blindado

motos por Bancalari,

en Nunca Más,

con la máquina de escribir con pantallita

hablamos, le hago chistes

tiene que ir a devolver la balanza

de pesar pañales a la orga,

ella recién parida y casada

en mi sangre

y el papel de la máquina de escribir

se acaba y lo arranco y

suena ¡prfff!,

por la pantallita

sale una suelta de emoticons,

pero mirarla es más difícil

que a una coreana borrosa

será hasta la próxima.

 

Ya soy un odiador puro,

Estoy en mis días rojos,

no puedo hablar

frunzo mi cara de Haccón,

miro los brotes de primavera,

los verdes, las aguas, el cielo

el gato y la perra vieja

lo demás está muerto y lo escupo

salvo solo a mis sobrinos lejanos

en el mundo estoy solo

la civilización me da asco

y solo tengo trato con ella por libros

escritos por anti-humanos

soy un Metatrón Red Dragon

soy viento

soy anti-lírico


Poetiesas, decía Reinaldo Arenas

Una con vocoder,

(voz de robot)

En un podcast

ofreciendo sexo casual

en lugares públicos y escucho

un poco de un apocalipsis zombie

con mariposas leds

pero empieza enseguida

la indiferencia al afecto

y la cháchara anticapitalismo de siempre

y pienso que

para escuchar raritos

prefiero a Marley con su hijito

comprado en un supermercado genético

 

 

Droga-Choza-Incesto-Estado Policial-Hamburguesería Mostaza

 

Se fue Mcdonald's de Rusia

(se fueron a otro planeta, los de esa iglesia)

y les abrimos un Mostaza

pero poco viene la gente

nuestros patys allá

son de carne bielorrusa

tumores rosados

y tabaco ucraniano robado

me armo uno meado

por una vieja, seco

y espero

en el mostrador moscovita del Mostaza

y aparecen unos paupérrimos

orwellianos 2001 y les digo

mejores son mis mocos

y aparecen dos travestis

con unos melanomas como cocos

castratos viejos

fumadores de habanos chinos

de uniforme

y me arman un procedimiento

para robarme mis últimos mocos

que me sacan con

las uñas afiladas como dagas

y despintadas

y se llevan el último tanque de Manaos

y no queda ni agua

 

yo pensaba

que en el amor real había

campeonato de pedos

pero perdí 7-5 uno

en el tie-break

y me dijieron adiós

y me quedé solo

con un pedo más

que mucho tiempo tardó

y después salió

una mañana

en otra cama

en otro adiós

 

por el libro volvía

y me bajé del Eterno del Plata

en La Plata

después de la Itaipú reventada

y estaban todos tapados de lacra

y me tomé una lancha a combustión

la tirapedo esa

que quemaba la lacra

y se había terminado el ecologismo

y seguían llorando galeanos en la Uno

lo proclamaba Shoni, con Feinman

su cabellera brillante

y ese gesto de preceptor

de secundario católico

le hizo efecto y dijo bueno

con Macri nos acomodamos,

y la limpieza de la ciudad

la emprendió Agarrabragueta, apasionado

tercerizado por el estado, (y… a mi,

me había quedado

el título de ingeniero,

que me dieron los papeles justo

en la UTN de Pacheco, acá

a cuarenta cuadras

con el bondi derecho,

me deja en lapuerta,

y) Horacio escucha

de mis fractales recuperativos

de enderezar choriductos

volver a encauzarlos y eso

y se pedía cortaditos con guasca

y me quería pedir un pebete

yo estaba esperando el momento

de verse bien dispuesto

para que le hinque

mi pluma en la garganta

mi parca de plata

y salí por la ventana

al jardín donde sacaron la estatua de Colón

que apareció volando en su heráldica proa

y se enclavó de nuevo estoica

y le dije, ya que volares, llevadme a casa

y me dejó

en la terraza de mi cuarto con ventanal

para que deje el verso

en la novela de Santidad

de don Cristóbal Colón,

novela que ni una vendió

en la Gondwania de Género

el Metatrón

 

 

Adiós capitalismo en Chile

 

Estoy con mis viejos en Valdivia y veo llamas

y pasa una ambulancia de Jumbo

se quema el Jumbo de Valdivia

le han prendido candela los mapuches, Marucha, vamos

-ese fue Tinelli

que se abrió uno en Norverga

y los cagó-

pero llegué corriendo al humo

del Jumbo quemado

siempre aguanté sin respirar

y logré agarrar el último

frasco de arenques alemanes

y volví corriendo a mis viejos

y aminoré hasta el andar de su edad

y mamá me puso el biso con capucha de parca

y nos volvimos por el cruce internacional

del Parque Nacional Lanín

y los gendarmes, mapuches

Maschúpen, les dije

y me tomé el paquete

después pasó

durante cinco minutos,

más adelante,

un tropel de venados

y las gigantescas vacas esas

la blanca y marrón del Los Criadores

esas, enormes

todo de noche por la ruta

hasta Junín de los Andes y derecho

hasta San Martín

 

Voy en mi sommier camarote

flotable, a bicicleta

la bicicleta acordeón que tocan

mis pies

y les bajo las cortinas

y las subo

y una lince mira justo

y me acerco a la costa

del mercado de pajas

y le pelo y

sopesa, hum, gracias

y mis pies tocan la musiquita

y se le arma la tienda de frufrúes,

su frutería lustrosa, y ella

como aquella actriz morena,

parecida a Juliana,

y me vuelvo a leer al río

 

Yo estaba al oriente del choriducto 169 asfaltado

lado uruguayo, era

un aeropuerto con cuevas

donde llegó Léon Bloy

había un policía autoridad

el buen Müller

yo estaba con mi libro de Asrael

descartado de bibliotecas viejas

y llegó ella con el guardapeluca y su cría

la vi llegar

y crucé la pista

mirándola a los ojos

porque ya todo pasó

y finalmente colapsó la civilización

y llegaba un nuevo siglo de escritura en los Hawks

crucé a recibirla porque todavía

amaba su criptografía

y me denunció con Müller

una denuncia que desestimó al presentarme,

la mujer de Müller era ranquel y yo

del zanjón austrhúngaro

y su marido el guardapeluca la comprendía

sentí que don Geniol

conmigo

no tenía inquina

pero ella renovaba su desprecio

y debí volver a mi enramada en la zanja

del otro lado de la pista

con el viejo Léon Araujos,  

ella siempre me odiaría

 

Volaba por encima del mundo

viendo los empujamientos de las glaciaciones

los seguía

y en las últimas ciudades rusas chubchas

bajé a ver una especie

con el pelaje blanco a cuadraditos suave

ojos azules

cuadrúpedo o bípedo

que era plaga

pacíficos

hablaban

pero Putin los tenía muy a raya

y los mandaba a matar si jodían

y caminaba por ese pueblo ruso berreta y miraba

tiendas soviéticas, nieve

y los planos y sus féminas

perdidos entre la gente

habiendo dado con una ciudadela soviética

en plena siberia industrial

y veo al hermano de un amigo

de la adolescencia, Gonzalo

retando y amenazando a uno de estos planos

bien blanco, peludo

a cuatro patas

que resignado bajaba la cabeza

bajo la ametralladora

pero algo no le quiso contestar

como que a determinada humillación no cedió

y Gonzalo le disparó en la cabeza

y yo pasaba y lo saludé

décadas sin vernos, y acá nos encontramos

hizo un gesto como de "éstos", señalando al que

acababa de matar

y subimos a un tren de pobres

y veo unos gitanos

con más de diez, los conté

libros truchos apilados

de Isabel Allende, iguales, rojos, en inglés

y le pregunto a Gonzalo, ¿y Córdoba?

y empezaron los gitanos en cordobés

a contar como salieron desde allá

hasta Canadá

y del tren que te cruza

a la Siberia

y Gonzalo se bajó con su hermano y nos despedimos,

Los Cordobeses me contaron cómo volver en tren

hasta el Subte B

pero yo ya venía volando

mirando la migración de esos planos

ocupando los desniveles de nieve

y me bajé en mi parada.

 

 

Camino de Seda

 

soy una llaga que disuelve las letras

que se me ciñen

soy unas letras que vendan mi llaga

voy vendando con cuidado

me ciño las vendas y me abrigo

y parto con mi visón de letras

como un viejo bisonte con vetas

dejando unas llagas con dagas muertas

en la tarde que quema

con mi arpa de putas

por el camino de seda.

 

Y Kim Carsons

y Caín Marchenoir

saliendo por

la avenida de jacarandás de Filosofobia

en sus alazanes azules

calzados

con sus Lamborghini Diablo.

 

Abrí la puerta del costado en medias y salí por el empedrado malcortado de adoquines a acarrear cien kilos de quebracho del baúl de papá, los adoquines de San Isidro para cruzar la calle son unos pancitos hermosos, con estos de mi veredita te podés cortar un ligamento, o si te caés de jeta rompér anteojos, y abolladuras. Armé toda la madera y vimos las ruinas de nuestra gran parrilla, mañana es mi cumple, y el fuego es importante. En la Sri Lanka Alien no hay fuego, hay como una suerte de filipino brasilero, hombres con mirada de llamita conocí en el norte, raza fina para cuchillería, un hombre de los indios nuestros que se fue a la paragua, pero la fatalidad del hombre criollo mezclado con verde del subtrópico no me gusta, son malos borrachos, y una plaga de cocodrilos y sapos con papada atacando el Paraná desde la copa del retrete de Diosdado Cabello, estos mamíferos obreros megalíticos en sus costumbres están asimilados a la civilización y están unidos a mi por una casilla de correos privada, trabajamos en la misma obra, lo estamos haciendo por el correo Wassilly Kandinsky, tenemos los Diarios de Tesla y nos aprendimos nuestro Xul Solar y nuestros Hieronimus Bosch, y la ciudad tendrá una campana de luz de internet celeste de un gran repollo abierto, mirado a lo lejos, y lo hacemos para agradar al Padre, el repollo celeste en armonía y su corona de brazos por arriba de la ciudad tienen marcas azules de criptografía.