10.5.25

Salmones, por Santiago Armando

  

3:30 am. Me despierto, hago mate, agarro una pila de galletitas de agua.

Echaron a Gago.

Bajo la frazada leyendo Cuatro años de cautiverio en Cochons-Sur-Marne.

El centro de logística de Andreani no para. Ladridos lejanos. La ruta, la vieja ruta 9 empalidece el horizonte.

Se me rompió el monitor de la compu, también puede ser la pc. No me animo a preguntar por el arreglo.

Omar quiere venir a operarse el aneurisma a Buenos Aires. Única persona que me escribe. Ni mis viejos me hablan. Solo gente que contesta lacónicamente.

Ladran perritos encerrados a dos casas. Abro la ventana, es un grupo de chicos gritando. Pasan unos en monopatín eléctrico.

No quiero escribir esto.

Murmullos del pibito de al lado con los amigos. Se van. Pasan autos.

Bloy labura de manguero porque te manda al frente en sus diarios.

El mendigo ingrato diez lucas.

Se me cayó una brasa de cigarrillo en el reverso de la colcha. Me paro a extenderla. Encuentro dos agujeritos.

Hoy vi reels de Pity Álvarez, fragmentos de guitarreada vigente. Calamaro también mató a un fisura.

Estos Lucky de dos lucas son horrendos.

 

***

 

Coger me da alucinaciones, o visiones. Al parecer esto no es frecuente. Pueden ser arrobadoras o demoníacas. Tuve que dejar relaciones con personas que me han cocinado, cuidado, recibido en su casa con mucho afecto, por llevar una vida sexual de cerdos y contraer unas visiones espantosas de jabalíes con cabezas de demonios culeando.

María Elena arriba mío con un plasma negro de tentáculos como aura. Un ciervo enfilando hacia mi de costado se deshizo en serpientes rabiosas.

Solo Belén era pura y beatífica como una pastorcilla blanca en un lago azul de luna.

Mujer alcohólica, bruta y depresiva, que no daría por un rato más con ella.

Hace tres años y cinco meses que no la pongo, y no eyaculo.

Escribir y fumar porro. Solo un poco para los dolores. La visión de escribir el género como tela que sale del tercer ojo, a veces desborda metacódigos del color de los ojos de la amada.

Busquen ojos de Michelangelo.

Los ojos achinados muestran gigantescas arpas y las pulsaciones son como lejanos bólidos plateados en la ruta.

Pamela, compañera de Cataratas, quedó inválida por un intento de suicidio con pastillas.

 

2/5

Mi olor a meo concentrado parece de snack picante.

Pamela tan hermosa y vital, ahora postrada sin movimientos ni habla, y el Chupacabra muerto.

 

5/7

Trámites en la ANSES para que no me saquen la pensión.

 

7/5

Interinato de Herrón hasta fin de campeonato. Se disimula con jugadores caros no aparecer en zona de descenso. Pero técnicos buenos no hay, salvo Gaby Milito, pero sin noticias. No lo llamó nadie de Boca.

Escribo en el teléfono sin ganas. Si no me entono no existo. Querría escribir el poema de  La ruta de la seda -que recuperó China con gran pompa, lo vi en el Canal 26-, El camino de seda, ¡El camino de los cisnes!

En verdad si no fumo porro escribo lento, de a imágenes, sin personajes, enumerativo, comparativo. Y nada puedo agregar a lo de Boca salvo una cosa: que la peor derrota del año fue contra Newell’s Old Boys de Rosario.

Mamá me compró mal el cinturón. También me llevó la máquina a arreglar, pero después de preguntarle por la suerte del cinturón y contestar levantando la voz, se queda veinte minutos hablándole mal de mí a papá en el ambiente contiguo y yo escucho todo y se me parte la cabeza.

Luis Thonis me dijo que tenía que hacerme más el poeta maldito. Lo que puedo decir es que la esquizofrenia es una enfermedad muy cara y desgraciada, aunque hermosa, como una rara lámpara azul.