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Antes tomaba
notas bajo las alas del Mourane, era como sentarme en una piedra al costado de
un río cualquiera, oh divina aeronáutica, yo con la cabeza casi rapada, el aire movía mi camisa
de seda adhiriéndose a los omoplatos o al pecho, ese oculto sentido que sólo
puede expresarse en una sucesión,
que rodea al Mourane no es un
conjunto accidental, es un cálculo de unidades, es la estrofa del texto que se
dispone formando una frase para pensar en lo que hice en la ORGA, minutas
sobadas hasta el extremo,
actos que caen como gasas de brillo usadas en la oleada materialista, es
difícil pensar en vidrios de colores en algo suave y en la vida que fluye hasta
último momento, la vida de uno que pasa
con hambre por la Rotonda, llega al comedor de la ORGA: harina, azúcar y té
para el hambre del pueblo sin comida. Pibas que militan desde la clase media,
elogian la flacura que les dejó la cocaína. Pibas trans, en su búsqueda
político-estética, toman cursos de manicura y peluquería. Usan las ganancias
para agasajar a sus novios, en su mayoría policías. El último movimiento más
que droga y comida, ese algo era mucho mejor, aunque nunca supimos bien que
era.
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Para no hablar de la ORGA, busco algo igual de cercano, la montaña y sus árboles con monos
capuchino, los monos comen flores con sus pelajes húmedos por el rocío de la
madrugada, eso que ya no existe causa dolor en los dientes en las
articulaciones en la mano con la que escribo, en los caminos que suben a la
montaña las casas de los pobres, transportes, veredas, campos planos color
café, los monos el Zoo vivos entre el resto de los animales incinerados , los
monos saltando la tela metálica, la montaña, hombres con cortes de pelo estilo
militar de manos pesadas ´municipales de la Capital hacen pensar en el itinerario de viaje para
la clase obrera, una descripción, una relación de palabras donde ubicar la voz, los movimientos del
cuerpo del pibe que usa botas texanas, su acto de movimiento si sube al colectivo, lo que cambia de lugar
cambia el lenguaje, cambia las texanas por los zapatos de trabajo cuando entra
a la Constructora CSB, el
estacionamiento para sus camiones, una torre
distribuye agua, un cielo azul muy claro, una moto que pasó por los
caminos secundarios del Cerro, un corredor, en la noche muerden pedazos de gallina, procedimientos alusivos, finas
sugestiones, un escritor romántico escribe sobre lo espacial, externo,
sobrenatural, porque el atractivo escenográfico vive, en la flora la fauna,
agrega algo de extraterrestre, una íntima esencia de valor documental,
compartido y operante como el falso optimismo de un Estado Benefactor :para
descubrirme he ejercido una indigencia subordinada a la evolución de
vivisecciones, puedo cerrar mi estudio
si me han rebasado circunstancias desfavorables, pequeña autonomía del mundo circundante, el
tiempo de observar si es mal utilizado define,
el peso de su negación ahoga, conmover el derecho clásico, su luz, sus rumores, las alegrías que se perdieron, una cuerda espinal para la prosa del
Estado Benefactor, la prosa del Estado pacificador, la prosa que describe la
sonrisa de Stalin a bordo de un barco, la prosa del lugar necesario para
sentarse a pensar y escribir, leer, alguien que escribe necesita una casa, la
sombra del Mourane no alcanza: ¿ hace falta una casa para escribir sobre la
Montaña?
3
El sol y ese corte transversal en los músculos del
cuerpo de las ORGAS, ahí donde el músculo abreva no hay cansancio,
contracción-tensión-relajación siembran en el organismo una afectación, efímera
y pura como espacios en blanco,
la nueva realidad de las políticas estatales nos
rodea, ocupa los espacios en blanco para destruirnos, dividirnos y expulsar las
parcelas que se desprenden de nosotros hacia las masas de la misma especie,
cuidados cuellos de terciopelo en las camisas de
trabajo, una mirada que se mueve para que el sol no la lastime, el calor
afectivo del sol funciona como catalizador, eleva la temperatura, genera una
ligereza única, no se siente como un viaje sino una especie de descenso a los
intersticios de una nueva realidad, lo pienso como un autor clásico pensaría un
sistema para escribir un tratado estético político.
4
En medio del grupo de pinos de mi mente leo en
Linneo sobre otros pinos que daban sombra a una iglesia normanda de ladrillos
de media cuadra, en otro continente, en otra época, trato de escribir sobre el
corazón de la madera de esos pinos de la iglesia normanda,
una botella de cerveza en el pedestal de la santa
Yamila de los fachinales, no hay madera noble en los fachinales, su belleza no
estimula a los tumberos porque no está ahí, emocionalmente sensibles, maldita
para el pueblo por su inexistencia en los pedestales de los fachinales,
la madera
noble se usó en la fabricación de remos para deportes acuáticos, talladas las
esquirlas, unas manos los fabricaron para que otras manos los empuñen con
emoción, unos dedos lijaron la madera que después tendría forma de remo, la
madera seca para el trabajo se hace sonar para saber si es útil para remar, la
madera que fue pino, el vidrio caliente de la botella de cerveza y el yeso del
pedestal de nuestra santa percibían el viento caliente que bajaba de la montaña.
5
Colgar del árbol lleno de ángeles, variaciones en la mente para quedar desnudo,
desnudarse es ser inocente, viejas casas dispersas, más árboles brumosos, abajo
lo que nadie puede encontrar dos veces en la anchura del agua que pasa, tiene
nombres escritos arrastrados por las
diferentes dimensiones ya no son particularidades, la conjura trastornada que
corrompo cuando la nombro, fijándola sin afecto ante las lágrimas, la forma de moverme entre ellas, volver al estómago de
esas aguas que en su recorrido final serán residuales dentro de la
simetría y la red, las imágenes de los
muertos siendo adolescentes cubren esas aguas, ellos son el sentido de este día
con el grito de los lugares donde un cuerpo desnudo se pudre, ya no tendrá
cara, es suciedad del suelo cuando un poco de esas aguas subía, arena del
Basural, en sus compuestos encontré una valva de hueso, el color rosa de la
encía de mi muerto, un diente en una boca, pequeña esquirla, pequeña y
blanca, sentimentalmente creeré que es
parte de mi muerto, generosas las aguas ascendieron un detalle de él y el
sonido particular de su voz me llega
porque el oído atento no se rompe fácil, es un círculo completo, lo que
era ya es en el movimiento de las partículas líquidas ascendiendo, sombras de
las partículas a los pies de mi adolescente muerto, su carne se hace mineral
sal y líquido?
6
El amarillo puede entrar en el amarillo, reinos
más dulces se mueven en el corazón del Boli, del bolita asesinado junto a la
ventana a través de la cual vio en los vidrios su cabeza que la golpeaban una y
otra vez, después un cuerpo muerto en la helada, la cabeza unida al cuello y
más atrás la vereda por cual vuelvo a donde vivo lloviendo toda la noche las
baldosas calientes en verano, me impresiona lo que conozco: petardos, perros,
tumberitos estudiantes, desclasados en un
epítome de
los primeros ríos bañados de luz blanca, el luto
de la viuda del marido muerto en un accidente, ella puso un techo rojo y el
viento que sopla del gran mar no la refresca no la consuela, una nueva armonía
antes de despertar, solo la recibe el rojo del techo hecho caucho cemento cielo
de marzo, creo que estoy enamorado de las estrellas del hipódromo .tal vez
nunca descubra el abrigo azul o si es verdad que corría por el África de los
corredores negros que se hacen famosos en Inglaterra, sonrisas de dientes
blancos mirando el arco de la tarde el color rojo trazado en el cielo, el color
rojo del techo de la viuda. era tan hermosa la campesina maldita, una luz muy
blanca explota en el viento que trae el mar profundo es bastante terrenal puso
un techo rojo en su corazón, campos verdes en el África de los corredores,
quiero decir que estoy corriendo por África de campos verdes que también son
blancos, tan diferentes del lugar a donde vuelvo a pensar en la armonía que
necesitan las palabras de este poema.
7
La justicia social pensada como Las hélices de un
helicóptero de Defensa Civil, la justicia social en el movimiento ascendente,
el brillo expulsado por el Mourane se mueve en la cara de los pibes que limpian
los vidrios de los autos en la Rotonda del Avión, movimientos que empiezan y
terminan en otros movimientos, retienen los extremos en su distancia, el enlace
es la cuerda tendida desde la primera causa a lo demás, tocar una extremidad
hace temblar al resto,
la justicia
social pensada como una frase más del progresismo nacional, un terreno que
espera la luz del cielo:
dinamitadas todas las conclusiones y certezas, nada devuelve la luz del cielo, si es de noche tampoco veremos la boca de Venus, qué flota en el aire seco: el recuerdo de uno que se había dejado caer al Canal C, o los dientes de león de malva fragmentada al lado del avión de fabricación francesa, hierba bajo las zapatillas, el reflejo que imprimen las estrellas en los dientes de león para las cuales son modelos inmutables, formas inalterables, sobre las que descargan la secreta dinastía de su influencia, los dientes de león reproducen la forma pura del cielo, las estrellas son la matriz de los dientes de león y cada estrella es la prefiguración de un diente de león, cada estrella es una planta celeste, diferentes por su materia que las terrestres. La ORGA era la herramienta dentro del Estado para hacer la felicidad del pueblo, no vimos nada, la justicia social quedo en la frase. ¿La frase ya no dice nada? ¿Era feliz sin decir nada? Me entretuve demasiado en las formas delicadas.