27.10.10
Estilo directo y parafraseo de la ilusión, por Gustavo Calandra
A propósito de Cosas por el estilo, de Javier Fernández
Ya que sabemos que ser un tonto es normal y que la vida es un teatro de apariencias y poses, construiré un ojo redondo que narre esa representación, y mi cerebro será espectador.
El ojo está quieto y ve pasar el espectáculo bochornoso de las rutinarias páginas de la vida. Existe una fiebre-pero es efímera- que enamora, de manera sencilla, a las bestias, que quiebra el doloroso silencio en el cual desaparecen las cosas.
¿Y para qué queremos las cosas?, me pregunta un joven inquieto. Si todo ha sido reemplazado por su doble artificial, si la pureza disminuye y el amor es una puta que te acaricia y te vende falopa.
¿Cómo salir del supermercado mundial, si fantasmas autómatas ponen en funcionamiento el puestito de mañanas?
Queremos las cosas por el estilo. Una forma (guardemos la forma ante todo). Hacer cosas con palabras. Un barco de papel con un poema garrapateado nos aleja del puerto de la angustia. La nuestra, es la nave de los locos. Y como sabemos, su destino es el pliegue o la errancia, en fin, nuestra libertad creadora.